Las ruinas de un intendente corrupto: la mansión que ostentaba terminó como aguantadero
El ocaso del poder del exintendente Luis Lobos tuvo su punto máximo al ser condenado a ocho años de prisión tras declararse culpable de los delitos de enriquecimiento ilícito y administración fraudulenta. Los resabios de una vida de lujos y corrupción quedan en evidencia al ver el estado actual de la mansión en la que supo ostentar una vida de lujos: la casa del barrio privado ubicado en calle Tirasso está desmantelada, vandalizada y funciona como "aguantadero". Sin ventanas, paredes descascaradas, una pileta vacía y olor a mugre. La mansión de Lobos se construyó con dinero robado, ahora otros ladrones la deshacen y saquean lo que queda para vender las partes
Te Podría Interesar
El caso Lobos fue emblemático y el fallo en su contra tuvo impacto nacional, ya que fue condenado por corrupción y además, por primera vez, se ejecutó la acción civil de extinción de dominio sobre los bienes mal habidos. La condena a ocho años de prisión efectiva que obtuvo el exconcejal a cargo de la intendencia de Guaymallén, tras declararse culpable de los delitos de enriquecimiento ilícito y administración fraudulenta, fue un mensaje a la política. El dirigente peronista admitió su responsabilidad en hechos de corrupción en un juicio abreviado a cambio de una reducción de la pena. Fue condenado a seis años de cárcel por estos hechos, pena que escaló a ocho años al unificarse con otra condena a cuatro años y medio que ya pesaba en su contra. A la vez, su exesposa, Claudia Sgró, fue condenada a tres años y cuatro meses por haber sido partícipe.
Video exclusivo: así está la mansión de Lobos
Decadencia
El matrimonio no solo perdió su libertad sino que, a partir de la extinción de dominio, la Justicia los obligó a desprenderse de parte de sus bienes. Ese fue el rumbo de dos casas de grandes dimensiones y un departamento, además de otros bienes adquiridos producto de la corrupción. Justamente Lobos no pudo justificar con sus ingresos la compra de esos bienes.
La mansión ubicada en el callejón comunero de la calle Tirasso al 4.357 de Guaymallén pareciera ser una obra en construcción. El deterioro producto del abandono y el vandalismo es visible. Atrás quedaron las fiestas y reuniones sociales en el terreno de más de 2000 metros cuadrados que alberga una construcción imponente que supo ser el hogar de la familia Lobos antes de la decadencia. Hoy el lugar es un aguantadero de delincuentes que cometen delitos en la zona y utilizan el lugar para esconderse.
El terreno donde está ubicada la mansión consta de dos lotes de aproximadamente 1.000 metros cada uno. En el predio se destacan dos construcciones, la primera contiene la casa donde habitaban Lobos y su esposa; y en un segundo plano se observa un quincho de grandes dimensiones donde la familia organizaba reuniones sociales.
La casa que era de la familia Lobos está desmantelada. Tal como se observa en el video al que tuvo acceso MDZ, las puertas, ventanas, bachas de cocina, inodoros, lámparas y llaves de luz fueron robadas. Hay un colchón sucio que utilizan los delincuentes que ocupan el lugar para descansar. Las paredes están deterioradas, la tierra circula por el lugar y no hay rastros de la vida de lujos a los que accedía el matrimonio.
El jardín es amplio e imponente, la vegetación crece al costado de la pileta que hoy está sin agua y con rajaduras producto del abandono. El cierre perimetral del lugar fue vandalizado y sirve como punto de entrada para los delincuentes que operan en la zona. "Los vecinos estamos cansados de esta situación. Seguimos invirtiendo en medidas de seguridad para nuestras propiedades pero tenemos un aguantadero dentro de uno de los barrios colindantes", expresó un vecino de la zona que prefirió mantener el anonimato.
Lobos fue parte de la dirigencia política de Guaymallén que convivió de manera "interpartidaria" con muchos beneficios y con bajo perfil. Hasta que junto a Alejandro Abraham, que resultó electo intendente, tomó relevancia. Cuando Abraham pasó al Congreso, quedó como intendente y levantó el perfil como intendente a cargo y como millonario.
Video: así es por dentro la mansión en ruinas que era de Lobos
El problema para Lobos es que la ostentación le jugó una mala pasada y quedó en evidencia que no podía justificar los bienes de los cuales disfrutaba. Las denuncias llovieron. La primera condena que recibió fue por contratar personal en la municipalidad que no cumplía funciones. El caso particular fue el de una mujer que hizo nombrar en la comuna, pero prestaba servicios en su domicilio. Él, su esposa y su suegra le cobraban el sueldo. Luego, no pudo justificar los bienes suntuosos y se declaró culpable de enriquecimiento ilícito y también por fraude en el caso "Wanka", el de la empresa ligada a la comuna. Por eso Lobos está preso en el penal San Felipe.
El recorrido completo por la casa de Lobos


