Elecciones

Ganadores, perdedores y sorpresas de la elección en Mendoza

Hubo ganadores que no festejaron y "perdedores" que sonrieron de más. El PJ tocó su piso histórico; Cornejo ganó con atenuantes y Petri festeja aunque no será candidato, al menos por ahora. Los intendentes, la calidad institucional y otros matices.

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MDZ Política lunes, 12 de junio de 2023 · 09:58 hs
Ganadores, perdedores y sorpresas de la elección en Mendoza
Foto: Santiago Tagua / MDZ

Alfredo Cornejo. Fue el candidato más votado y se posiciona como favorito para septiembre. Pero el triunfo está cargado de matices porque su voto “duro” tuvo un desgaste enorme. Él solo logró algo más de 25 puntos y necesitó del apoyo de su rival interno Luis Petri para que la diferencia sea mucho mayor en el “frente contra frente”. Cornejo es el armador único de Cambia Mendoza y la elección de ayer también es una muestra del desgaste de ese formato de alianza, pues con pocos recursos alguien muy lejano a la mesa chica tuvo un resultado relevante. Hasta ahora Cornejo gobernó el oficialismo por convencimiento o por temor y no había tenido discordias internas. El triunfo le sirve a nivel nacional para mostrar el 43% logrado como capital propio. La intención de Cornejo es justamente llevar su capital político para usarlo en la lucha de poder nacional. El resultado no fue el esperado igualmente y hasta quedó opacado por otros logros de Juntos por el Cambio, como el triunfo en San Luis. Sí, quedó ratificada su alianza con Patricia Bullrich, quien estuvo a su lado en el escenario mientras Rodríguez Larreta festejaba en la provincia puntana.

Luis Petri. Fue el gran ganador del día de ayer. Sorpresa y, probablemente, el nacimiento de una figura con algún arraigo local dentro o fuera del radicalismo. Comenzó a construir por fuera de la estructura cornejista luego de haber sido marginado por el propio líder del sector. “Que le reclame al Pro”, decían. Petri tenía construida su imagen política a nivel nacional y volvió a Mendoza como precandidato a gobernador. Al principio pocos le creían y él sostenía que mantendría su candidatura. Era verdad y obtuvo un resultado sorprendente que lo posiciona como dirigente relevante en un partido acostumbrado al verticalismo; a lo unidireccional. Ahora podría pelear por una candidatura en las listas nacionales pero sus candidatos se meterán en las listas de las generales, rompiendo el esquema armado por la UCR. Petri recibió el apoyo de otro radical díscolo, pero con más experiencia: Julio Cobos, que mantiene su intuición electoral. Petri milita en el radicalismo desde la juventud, cuando se unió al antiguo sector Causa Nacional, liderado por José Genoud. Fue colaborador de Juan Carlos Jaliff, creció con Cobos en la Legislatura y aprovechó para capitalizar personalmente la vidriera del Congreso. Ahora tiene capital propio y está dispuesto a vender caro su apoyo.

 

Omar De Marchi. Salió segundo en las PASO con un frente armado formalmente en poco tiempo, pero gestado políticamente con más tiempo. Perforó el piso de los 20 puntos, que era el primer objetivo y superó al peronismo. De mínima, se posiciona como líder opositor, pero peleándole el mismo electorado a Cambia Mendoza. Ahora apunta a mantener su capital electoral y cosechar desencantados en sus exaliados y también en el peronismo. De Marchi manifestó abiertamente su rechazo a Cornejo y se animó a ejecutar lo que había intentado sin éxito hace dos años. Con la ruptura y el armado de una nueva estructura le fue mucho mejor que en sus intentos anteriores por llegar al sillón de San Martín. Hay algunas alianzas tácitas que podrían potenciarse, como lo ocurrido con intendentes del PJ. En el mano a mano de fórmulas la pelea fue pareja y Cornejo le sacó solo 4 puntos de diferencia. Ahora le queda por delante el desafío de la consolidación y el liderazgo de una alianza, la Unión Mendocina, ecléctica; con matices muy diversos. No será fácil internamente y menos desde el plano externo: en Cambia Mendoza apuntarán a desgastar a algunos referentes, particularmente a Daniel Orozco. Y apuntará a captar el voto disperso: un 10% de gente que no votó, los descontentos con Cornejo, los peronistas que hayan quedado varados y los indecisos.

De Marchi y Orozco festejaron como un triunfo el segundo lugar.

 

Daniel Orozco. Como saltimbanqui de la política terminó teniendo un protagonismo impensado al conseguir con un cambio de partido lo que no había logrado con capital propio en Cambia Mendoza. Sobre el final de la campaña casi no habló y puso a la Unión Mendocina varias veces en alguna posición incómoda, como va a ocurrir en los próximos meses. Pero terminó cosechando más de lo que soñó.

Julio Cobos. El exgobernador hizo su juego y tuvo una victoria personal con Petri. La candidata a vicegobernadora, Patricia Giménez, fue su apuesta y le fue bien. Fue el único dirigente de peso que apoyó a Petri para enfrentar a Cornejo y su intuición no falló. También  había apostado por la ruptura en Las Heras, aunque su candidato, Tello, perdió. Cobos sigue con capital político.

Patricia Giménez. Como candidata a vicegobernadora tuvo un protagonismo mayor que sus rivales. Estaba alejada de la política y su retorno fue relevante. No quedó en las listas, pero podría ser un “cuadro” que vuelva a la gestión. Fue diputada nacional, embajadora en Costa Rica, titular de la DEIE y docente.

El PJ y el frente Elegí. El peronismo mendocino tocó fondo o, mejor dicho, siguió cavando. Sacó un piso históricamente negativo, con 15% entre los 4 candidatos que presentó en las PASO. De antemano los dos principales referentes aparecían como “muleto” y el resultado lo demuestra. Omar Parisi apenas superó los 65 mil votos y con eso alcanzó para ganar. El kirchnerismo se diluye y el peronismo clásico no encuentra salida. El armado craneado por Carlos Ciurca alcanza para sostener mínimos espacios, pero cada vez menos potencia provincial. Si se repite el resultado en las generales, podría generar una caída en su representación y en la proyección. No hay indicios de que hacia las generales la performance pueda mejorar.

Parisi e Ilardo, candidatos con menos del 7% de los votos totales. 

Guillermo Carmona. Como representante único del “albertismo” tuvo un fracaso más en su haber electoral. Sufrió el ninguneo de los intendentes que le prestaron candidatos pero no le dieron apoyo explícito. Se inmoló.

Omar Parisi. No es un dirigente con el calibre y la experiencia para competir por la gobernación y el resultado lo indica. Ganó la interna, pero con menos del 7% de los votos generales, un resultado equiparable a los partidos chicos.

Nicolás Guillén. Es, quizá, el único que puede decirse ganador dentro del Frente Elegí, como representante de la izquierda (PTP) en ese sector. Arrancó de abajo, con una campaña artesanal y se "creyó" el cargo al que postulaba. Por eso salió tercero, pero cerca y hasta ganó en uno de los departamentos.

Celso Jaque. Fue intendente, gobernador, se fue mal, lo premiaron como embajador, perdió internas y ahora volvió, ganó y puede ser intendente de Malargüe nuevamente. Celso Jaque se recicló y ayer ganó las PASO del peronismo y fue el candidato más votado, acercándose a la intendencia nuevamente. El "primer kirchnerista" ganó en un partido donde pocos festejaron. 

Intendente del PJ. Los intendentes del PJ tuvieron lo que sembraron y son una pequeña agrupación de partidos vecinales. Al desdoblar las elecciones parecen haber salvado su terruño, pero no mucho más. Ayer perdieron en sus pagos, casi todos; pero además demostraron que no tienen proyecto provincial propio. La mayoría jugó a favor de De Marchi por acción u omisión, pero con carácter vergonzante.

Ulpiano Suarez. El intendente de Capital tuvo un desempeño muy bueno y capitalizó su alejamiento de la precandidatura a gobernador. Lo hizo desde un bastión cómodo para el radicalismo y hacia adelante podrá construir un espacio por fuera de la mesa chica del cornejismo, pero dentro de Cambia Mendoza. Esa es su apuesta.

La gestión de Suarez comienza a ser plebiscitada. 

Rodolfo Suarez. El gobernador intentó correrse de la pelea política, pero en las elecciones también se plebiscitó su gestión como ocurre en todas las contiendas ejecutivas. Como a Cornejo, le caben dos análisis: el frente del que es parte tuvo un buen resultado, pero con un componente crítico importante capitalizado por Luis Petri. De hecho el rival de Cornejo apuntó en la campaña contra la política de seguridad y de producción.

Los empresarios erráticos. El grupo de empresarios que se metió en política desde Cambia Ya y otros sectores tuvieron un pálido desempeño, pero más por torpeza que por electorado. Habían negociado con Petri, pero no se sumaron a ese proyecto para no enfrentar a Cornejo, que les cedió lugares marginales en las listas. Al final, quedaron lejos de tener lugar y los postulados por Petri sí formarán parte de las listas. 

Mario Vadillo y el Partido Verde. Aunque ese sector político superó el piso para seguir compitiendo, su potencial se diluye. Desde que Mario Vadillo irrumpió en la política partidaria junto a José Ramón, hubo un desgaste que no termina de desgranarse.

Mario Abed. El vicegobernador tuvo un rol discreto en la campaña electoral provincial y, en cambio, eligió volver a su pago. Como candidato a intendente de Junín le fue bien y se encamina a volver a la comuna que gobernó por 16 años.

Tadeo García Zalazar y los “no tan jóvenes” radicales. El intendente de Godoy Cruz logró que en su comuna haya sucesión pero puede sentir que se le escapó una oportunidad, como a todos los radicales de su generación, por no construir un espacio propio. Por obediencia a Cornejo bajó su precandidatura a gobernador y todo indica que seguirá subordinado con algún rol en el gabinete si Cornejo ratifica en septiembre la elección. El ejemplo de Luis Petri marca que no era tan difícil construir una alternativa interna para pelear por el poder dentro de Cambia Mendoza.

Diego Costarelli. Con poco capital propio será intendente de Godoy Cruz. Concentra dos herencias: la de Cornejo y la de García Zalazar. Es nacido en la política del mismo semillero, Franja Morada y la Muni de Godoy Cruz, pero se alejó de la comuna para seguir el sendero de Cornejo. Ahora volverá a la edificio de calle Perito Moreno y tendrá como desafío lograr algo de independencia política.

Marcos Calvente. El candidato “oficial” a intendente de Guaymallén ganó su interna pero se prenden luces rojas, pues no fue una elección arrasadora. El desgaste en esa gestión se sintió y hacia septiembre los herederos de Marcelino tendrán que trabajar para sostener el resultado.

La boleta única tuvo una implementación exitosa. 

La boleta única. La implementación de la boleta única fue exitosa. Aunque hay temas a mejorar, como la permisividad en los boxes que permiten la compra de votos, el uso del nuevo sistema fue un enorme salto de calidad institucional. Se eliminaron los aparatos, se prescindió de  la logística partidaria y hubo ahorro. La igualdad de oportunidades para ser elegidos se logró.

Calidad institucional. En medio del cocoliche electoral que hubo en todo el país, en Mendoza el sistema institucional se fortaleció. Las elecciones PASO se realizaron de manera transparente, hubo competencia y por eso también hubo repercusiones políticas por el voto de la ciudadanía. En medio del mismo ruido nacional, se implementó la boleta única en toda la provincia sin que haya denuncias, irregularidades y problemas.

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