Vivienda propia

Los datos del censo que alertan al Gobierno y a los candidatos

Los mendocinos están cada vez más lejos de la vivienda propia. En el peor momento para alquilar, más familias dependen de ese método. Hay desigualdad en el acceso a los servicios y la mitad de los hogares no tienen acceso a la tecnología.

Pablo Icardi
Pablo Icardi viernes, 19 de mayo de 2023 · 09:07 hs
Los datos del censo que alertan al Gobierno y a los candidatos
El acceso a la vivienda está cada vez más restringido en Mendoza. Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

Los dirigentes políticos están en plena tarea creativa para prometer. Hay varias elecciones por delante y la hoja en blanco de una plataforma se llena de ilusiones. Pero hay un guión cantado al que no le prestan atención y lo parca la realidad mendocina. Ayer el Indec difundió datos del Censo que podrían tomar de referencia: cómo viven los mendocinos. Pues se puede resumir (con la arbitrariedad que eso conlleva) los mendocinos "viven de prestado", con acceso a servicios básicos de mala calidad con problemas de acceso a la tecnología. Pero cuesta construir un concepto común porque hay desigualdad. En el Gran Mendoza hay disponibilidad casi plena de algunos servicios, mientras que Santa Rosa vive igual que hace un siglo. San Rafael presenta carencias que no deberían ser propias de  una urbe de esa magnitud. 

Esa información queda ponderada por contraste: la provincia está por firmar el contrato para invertir 40 mil millones de pesos en el Metrotranvía, una obra ponderada por los usuarios del Gran Mendoza, pero que deja afuera a la mayoría de los mendocinos. 

El primer dato relevante es que cada vez hay menos familias que tienen su casa propia. Mientras que en 2010 el 63% de los hogares era dueño de su vivienda, hoy es el 60%. Es decir, 4 de cada 10 mendocinos no tiene su casa propia y depende de un alquiler, préstamo o comparte hogar con otra familia. Justamente en el peor momento para alquilar por la falta de oferta y los precios, hay más mendocinos en esa situación. 

El resumen de los datos del Censo en Mendoza. 

El déficit habitacional es un o de los problemas más profundos de la Provincia, con todo lo que arrastra ese problema. En los últimos años el Estado bajó la intervención directa para solucionar el déficit porque el IPV entrega menos casas. La inflación y la inestabilidad derribaron cualquier posibilidad de crédito hipotecario. En el interior de los datos del INDEC hay realidades peculiares. Una de ellas es la de Ciudad. Ese departamento es donde menos propietarios hay: solo el 48% de los habitantes de la Ciudad de Mendoza son dueños del lugar donde viven.

También es uno de los departamentos que tienen regresión poblacional y que más cantidad de casas tiene a la venta. A contramano, Maipú y Luján son los dos distritos donde más cantidad de propietarios hay. No es casualidad: la movilidad poblacional ha ido en ese sentido también. Ambos son los departamentos que más crecieron en cantidad de gente, en cantidad de desarrollos urbanos y barrios nuevos. Las familias jóvenes elijen esa microrregión. En las zonas rurales, Malargüe y Rivadavia son lo de mejor situación. 

Mendoza avanza muy lentamente con el acceso a los servicios básicos. Según el Censo, el 94% de los mendocinos tienen agua de red. Allí hay un dato engañoso. Si bien es real que los caños llegan a las casas, la calidad de ese servicio no es óptimo: hay miles de kilómetros de cañerías que tienen más e 100 años y no fueron renovadas. Conceptualmente es relevante porque habla del empobrecimiento de la provincia. Hace un siglo, Mendoza era adelantada porque tenía agua y cloacas en muchos sitios. Hoy, es pobre porque tiene la misma infraestructura.

Los datos por departamento. 

Con las cloacas es aún peor. Hay un 31% de hogares sin ese servicio, pero además muchos de los que lo tienen, es de mala calidad. Y la desigualdad es enorme. Los gobiernos han optado por invertir en el Gran Mendoza y relegar el resto de la provincia. San Rafael, por ejemplo, tiene menos de la mitad de los hogares con cloacas, a pesar de ser un centro urbano enorme. Santa Rosa es el departamento más postergado. Solo el 9% de las casas tienen cloacas, y el 24% de la población no tiene acceso al agua de red (la ruralidad complica ese indicador). Incluso un cuarto de la población tiene pisos de tierra en su casa y 64% no tiene gas ni electricidad para cocinar. 

El Censo se hizo en 2022, pues por la pandemia se había postergado. Los datos tardaron en ser difundidos y el Indec los informa en cuentagotas. Entre los servicios básicos que se muestrean están los relativos a las comunicaciones. Allí Mendoza tiene un problema: la mitad de las casas no tiene computadora, el insumo más eficiente para conectarse, estudiar, trabajar de manera remota y actualizarse. Es una de las provincias que peor indicador tiene.

En concreto el 55,4% de las casas tiene una computadora o una tablet. El dispositivo de mayor alcance es el teléfono celular con acceso a Internet; pues el 90% de los mendocinos tiene uno. En base a la información disponible, puede intuirse que se toma al teléfono como el vínculo para acceder a Internet, con las limitaciones que tiene.

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