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Tabac: el emblema vigente donde se cocina la política

La confitería que abrió en 1969 sigue recibiendo políticos y empresarios todos los días. Candidatos y empresarios se reúnen y toman decisiones en un año electoral que hace de la confitería una parada obligatoria.

Pedro Paulin
Pedro Paulin domingo, 19 de marzo de 2023 · 13:00 hs
Tabac: el emblema vigente donde se cocina la política
Foto: Pedro Paulin/MDZ

En Tabac manda y gobierna Roger, el mozo que desde la barra todo lo ve y ordena los pedidos para que nadie espere más de cinco minutos. Lo escoltan Cristian, Paula, Luis, Horacio y sigue la lista dependiendo de la hora. La política se sienta y cocina los próximos pasos, mientras las familias se reúnen y la avenida del Libertador sigue sin descansar. Se mezclan los que vuelven del boliche con los del club de las cinco. Horacio Rodríguez Larreta ya se ejercitó y se sienta en paz a leer el diario antes de recibir a Felipe Miguel. Arranca el día en Tabac

Un camarista adelanta su fallo entre carcajadas y los amigos lo aplauden, Tabac es una fiesta de reunión familiar, la mejor rosca de la Argentina y la avenida menos representativa del país. Todo junto y a la vez, no existe inseguridad ni inflación en el café que abrió después de la noche de los bastones largos en 1969 y que vio, ve y verá desayunar a todos los presidentes, jueces, gobernadores, ministros, lobbistas, vedettes y empresarios más exclusivos.

Fernán Quirós apura los saludos. Se cruza con un colega y se sienta con el multi tasking santillista Bruno Screnci, quien lo acompaña en su proyecto para suceder a Larreta, algo difícil, pero que ya tiene financiamiento y un local histórico del PRO que genera tensión con Jorge Macri, el natural heredero. Afuera, Gustavo Sofovich estaciona y devora los Marlboro desde temprano, apura las inversiones cripto y pide otro cortado saludando con una sonrisa a todos. 

Andrés Calamaro es un señor de rulos parados y una remera negra que lleva sus niñas caminando al colegio por Ocampo y después se sienta en el café, donde recibe el abrazo de un nene de tres años que ama la guitarra y le devuelve un gesto amoroso, le dedica unos minutos y sigue leyendo el diario hasta que llega Juan Grabois para debatir el país que viene en un mundo cada vez más complejo. 

Los custodios de Daniel Angelici no son pocos ni sonrientes, le cuidan las espaldas al todo terreno radical que sin descanso se reúne, se va, vuelve y así todo el tiempo. No pierde tiempo en estacionar, su camioneta blindada descansa en eterna doble fila, y un auto negro polarizado delata un dream team de custodios que esperan estoicos el fin de la reunión. Mientras, en la puerta un corpulento de traje explica la historia de la coima de la aduana y cómo hacerse de los dólares para importar hoy en día. Todo pasa.

En la mesa de al lado, Rodríguez Larreta discute con un empresario aportante mientras Felipe Álvarez le explica a dos periodistas por qué va a terminar con Ricardo Quintela y la decadencia riojana si logra hacerle entender a Martin Menem que es el mejor aliado de Quintela si divide a la oposición con sus 10 o 15 puntos que confirman cuatro años de quintelismo. Son las 11 y se empieza a llenar el segundo turno, las familias precavidas eligen mesa y los licuados van llegando a la sombra, mientras que los impuntuales se sientan al rayo del sol. 

Graciela Alfano luce esplendida y conversa con su perro mientras opina de inseguridad y coquetea con su presencia a distintos señores que la miran pretenciosos. El tiempo no le pasa y lo sabe, está vestida casual pero sensual y convoca las miradas. Lisandro Varela, consultor dueño de una cabeza privilegiada, desgraba entrevistas para su próximo "50 argentinos" que ya es furor en el mundo corpo, donde encargan focus para que Varela dibuje y vislumbre.

La noche se acerca, señores paquetes, gente de bien, señoras impecables, maquilladas recién, con perfume y bastón, algunas en sillas de ruedas para no cansarse. Los maridos lucen sus camisas a cuadros y sus pantalones anchos, algunos bigotes sobrevivien a la moda, y la colonia lavanda Fulton se siente en el aire. La Argentina que resiste el paso del tiempo, sostiene el glamour, el vaso de whisky, la cerveza fresca y el platito de mani, como se pidió el Pájaro Enciso, embajador uruguayo que como todo charrúa cultiva un perfil bajo, austero, sonriente y culto, con un libro en sus manos. 

Tabac es irrompible, ahí se legisla más que en el Congreso, se falla antes que en los tribunales y se gobierna sin ir a Olivos. Los empresarios generan empleo, se hacen millonarios y quiebran, se planifican candidaturas y se cuecen traiciones que después se estudian en los libros de historia. Todo pasa en Tabac, tal vez, el mejor café del mundo y de mi barrio.

 

 

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