Campaña bonaerense

Unión por la Patria apuesta todo a una bala de oro para definir la elección

Cuando las olas de los análisis y las emociones decantan, aparecen los datos duros. Estos indican que la elección está menos pareja y dentro de Unión por la Patria ya hacen otra apuesta.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare miércoles, 15 de noviembre de 2023 · 12:16 hs
Unión por la Patria apuesta todo a una bala de oro para definir la elección
Sergio Massa apunta a ganar en Buenos Aires Foto: Noticias Argentinas

Sergio Massa tiene razones importantes para preocuparse de sus aliados de Unión por la Patria. En un importante municipio del Gran Buenos Aires, donde el candidato presidencial superó la media de los votos cosechados en toda la provincia y su intendente fue reelecto, ahora hay otra postura. No es de relajación, pero sí de tranquilidad. Para calmar ansiedades, mañana, en muchos municipios de la provincia de Buenos Aires, los intendentes peronistas organizaron caravanas donde se sumarán dirigentes radicales, párrocos católicos y pastores evangélicos con la consigna de votar a Sergio Massa en contra de Javier Milei. Llamativamente, no hubo acto de cierre en este territorio, como siempre sucedió.

“Fiscalicemos, pero no hagamos quilombo ni nos peleemos con nadie”, dijo la importante representante municipal a un nutrido grupo de dirigentes encargados de escuelas. “¿Qué está pasando, sabes?”, le preguntó, horas después, esa misma persona a este periodista como suponiendo que hay algo detrás que ella no puede divisar.

¿Hay una conspiración de algunos intendentes y dirigentes cercanos a Máximo Kirchner contra Sergio Massa? No. No lo hay. Sí persisten las incomodidades, los silencios forzosos que, cuando se escapan, aparecen como llamaradas contra la nueva postura del Sergio independiente, que se muestra con Graciela Camaño, una especie de Lilita Carrió personal como tenía Mauricio Macri para enfrentar a sus enemigos internos.

Camaño representa la reencarnación pura y directa del Massa original, inclusive cuando proponía barrer con los ñoquis de La Cámpora. La diputada nacional volvió a la intimidad del ministro-candidato luego de años de divorcio político producido por la decisión de Massa de formar parte del Frente de Todos cuando ella proponía seguir siendo independientes.

Aún hay testigos de aquel encuentro en Parque Norte, días previos al cierre de lista de 2019, cuando se la vio llorando por la decisión adoptada por su apuesta política más importante. La otra es Juan Manuel Urtubey. Por eso es que el salteño reapareciera en esta campaña de Unión por la Patria. Massa se está reencontrando personalmente no solo con Camaño sino con otros viejos afectos de su época del Frente Renovador. Uno de ellos siempre supo que él era el único dirigente político argentino que tenía “marcha de octava”, aunque eso le significara, más de una vez, ir raudamente hacia lugares poco felices.

Acostumbrados a las escuchas y el espionaje, no es muy difícil de predecir la desconfianza de los Kirchner ante este “nuevo Massa”, otro más en su constante reinvención. Lo mismo les sucede con Axel Kicillof, a quien en la apariencia personal y política le podría beneficiar un derrumbe electoral massista, pero que tiene al hijo de los dos presidentes entre ceja y ceja.

Resultado presidencial en octubre. La oposición fue mayoría en Provincia de Buenos Aires. 

El gobernador bonaerense sabe que los próximos dos años serán bravísimos en términos económicos y que una presidencia de Javier Milei agudizaría aún más los insalvables problemas y las penurias económicas que padece el estado bonaerense producto de su necesidad de ayuda nacional permanente.

En la Casa de Gobierno provincial no se habla otra cosa de trabajar para ganar la Nación. No especulan ni con su futuro político a pesar que no contarán con una posibilidad de reelección y ya empezarán a sufrir los embates de quienes quieran reemplazarlo. “Es Massa o el caos, razonan sin dobleces.

Para el futuro inmediato quedará la pretensión de Máximo Kirchner de quedarse con la Gobernación a través de "Wado" de Pedro o él mismo. Algunos sostienen que el hijo de los dos presidentes siempre se vio en el lugar de oposición luego de la derrota electoral de las PASO de 2021 y a pesar de los intentos no pudo cambiar ese chip. Cree que lo que viene tiene olor a ajuste y que su legado y el de sus padres permanecerá con potencia electoral siempre y cuando se produzca una derrota de Unión por la Patria el próximo domingo y una crisis con la gestión de Javier Milei.

La estrategia para las últimas semanas era la campaña del miedo, ejecutada con brutalidad en la mayoría de los distritos con campañas y pegatinas muy agraviantes contra Milei, un éxito rotundo en el debate y una organización precisa en la fiscalización electoral en condiciones de “dibujar” planillas y conseguir dos o tres puntos adicionales. A cuatro días de la elección, y tras haber realizado como lo planearon las dos primeras etapas, nada se modificó. La sensación de hartazgo por la inflación perforó la línea de las perspectivas oficialistas. “No hay más de donde rascar… La gente está rota, harta, nos quiere matar”, se sinceró ayer un muy importante funcionario que milita diariamente el voto por Massa.

Entonces, todo se concentra en la última y decisiva batalla. La del día del comicio, donde el oficialismo, como siempre, sea cual sea el signo político, tiene más ventajas. Desde el correo, la carga de las planillas y las decisiones de la Justicia Electoral se sincronizan para conseguir un objetivo. Si en la noche del domingo se dice una cosa oficialmente, por más que las actas de escrutinio y en las urnas haya una realidad diferente, después es casi imposible demostrar lo contrario.

La Justicia no habilita la apertura de urnas, como quedó demostrado ni el recuento de votos salvo en mesas puntuales. Y la experiencia de la noche del domingo de 2015, cuando Daniel Scioli aceptó rápidamente la derrota, aún es considerado un error imperdonable por Cristina Fernández de Kirchner y una “supina boludez” por parte del resto del peronismo que saben que todo se discute hasta que no haya más remedio.

Mientras tanto, varios locales de dirigentes que ingresaron por la lista de Javier Milei a los concejos deliberantes, ya decidieron qué hacer. Bajaron sus persianas y volvieron desde donde los mandaron, al peronismo territorial. Merlo, Tigre, Lomas de Zamora, Florencio Varela, Ituzaingó, Morón, Escobar son algunos de los casos típicos de estas conductas.

Quizás Argentina deba esperar, si la elección es reñida, más de una noche para saber quién será su presidente.

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