Gremios estatales festejan la reelección de Axel Kicillof, pero piden negociar salarios antes del balotaje
Docentes y estatales bonaerenses festejaron la reelección de Kicillof pero quieren negociar salarios antes de la segunda vuelta de noviembre.
Fiel al estilo militante, los gremios docentes y de la administración pública bonaerense festejaron la reelección de Axel Kicillof como si fuera el penal de Montiel que le permitió a la Selección argentina de fútbol ganar la tercera Copa del Mundo. Es conocida la buena relación, acuerdos de por medio, que tienen las organizaciones gremiales con el gobernador reelecto, algo que quedó demostrado en estos cuatro años en los que no hubo ninguna medida de fuerza por parte de los sindicatos, pese a que el país atravesó la peor crisis económica y social de la que se tenga memoria.
Y el contexto que se avecina para el país y la provincia de Buenos Aires desde el 10 de diciembre no es nada alentador, teniendo en el horizonte una segunda vuelta nacional que podría dejar a la provincia, dependiendo de quién sea el próximo presidente, con el grifo seco. Es por eso que los gremios tratarán de cerrar esta semana un acuerdo salarial que le permita a docentes y trabajadores estatales terminar el año por encima de la inflación, o a lo sumo empardarla, y empezar cuanto antes a negociar la paritaria del próximo año.
Tras el triunfo de Axel Kicillof y en medio de los festejos, una fuente de ATE provincia de Buenos Aires se sinceró ante MDZ: ”La cosa va a seguir como hasta ahora, porque hay acuerdos con los gremios que se van a respetar”, y aclaró que “mucho de lo que tiene Kicillof se lo manda Nación de manera discrecional; por lo que si cambia el Gobierno nacional, cosa que es altamente probable, no tendría mucho margen para negociar paritarias como tuvo en su primer Gobierno". De esta manera, consideró que "el terreno podría ser un poco espinoso, ya no vamos a poder contener la presión de las bases y vamos a tener que ser un poco más combativos, pese al alineamiento político que tenemos con el gobernador. Es una cuestión de supervivencia”.
Cambio de signo político nacional
Una respuesta similar nos dio una alta fuente del Frente Gremial Docente bonaerense, marcando una diferencia: “Si cambia el signo político nacional, los docentes vamos a salir a la calle desde el primer día, en defensa de la educación. No te olvides que las políticas educativas las marca la Nación y si lo que se viene es un Gobierno de derecha vamos a estar complicados, ya avisaron en la campaña que se viene un ajuste y qué es lo que quieren hacer con la educación, por lo que si la derecha fascista gana el balotaje vamos a estar en la calle defendiendo los derechos de los trabajadores”.
Aunque todo dependerá del resultado del balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, lo cierto es que con Kicillof gobernando la provincia de Buenos Aires, si hay otro signo político en la Casa Rosada es altamente probable que desde el 10 de diciembre se produzcan diferencias y tensiones entre ambos gobiernos.
Las discrepancias más fuertes se darían en cuanto a las políticas económicas y fiscales si el Gobierno nacional, de otro signo político, implementa desde el primer día medidas de ajuste para reducir el gasto público cortando la asistencia al Gobierno bonaerense. Esto podría afectar directamente la relación de Kicillof con los gremios estatales, que ante la falta de financiamiento ya no contaría con los fondos para contener las demandas pro aumentos salariales, lo que derivaría en conflictos laborales y protestas por parte de los gremios.
Recordemos que los cuatro años del primer mandato de Kicillof estuvieron marcados por la fuerte presencia de los gremios en las decisiones de políticas educativas, algo que chocaría de frente si desde el Gobierno nacional se implementa otro sistema educativo. Esto generaría roces y tensiones entre ambas administraciones y los gremios docentes que no van a querer perder el poder logrado en el primer Gobierno de Kicillof.
Ante este panorama la euforia de Kicillof por haber conseguido su reelección queda condicionada ante una creciente preocupación del escenario de conflictividad que se avizora para después del 10 de diciembre en caso de que el oficialismo caiga en la segunda vuelta ante Milei.