Elecciones presidenciales

De menor a mayor, Patricia Bullrich llega al final con la confianza de entrar al balotaje

El resultado de las PASO la dejó en una situación incómoda de la que le costó salir. Encontró su discurso contra Massa y Milei, destacó al equipo de Juntos por el Cambio y alineó a Macri y Larreta.

Gabriel Ziblat
Gabriel Ziblat sábado, 21 de octubre de 2023 · 19:24 hs
De menor a mayor, Patricia Bullrich llega al final con la confianza de entrar al balotaje
Patricia Bullrich tiene la expectativa de meterse en la segunda vuelta Foto: NA

Patricia Bullrich esperaba llegar a esta instancia de otra manera. Siempre se tuvo confianza de que iba a derrotar a Horacio Rodríguez Larreta en las PASO, pero suponía, como todos, que llegaría con un Juntos por el Cambio consolidado como el espacio más votado. El fenómeno Javier Milei la obligó a jugar en otro escenario, correr de atrás y replantearse varias veces la estrategia. Y por eso, tuvo una campaña hacia las elecciones de este domingo en la que terminó yendo de menor a mayor.

Recién después del segundo debate presidencial y las apariciones públicas de las últimas dos semanas comenzó a primar la idea en Juntos por el Cambio de que el partido estaba abierto. Así, cerca de Bullrich llegan con la confianza, por percepción y por algunos sondeos, de que la posibilidad de entrar a un balotaje está al alcance.

“Si le iba mal en el segundo debate era game over”, graficaba hace dos semanas sin medias tintas un candidato de JxC, que sabía que la militancia estaba desesperanzada y le faltaba un shock de confianza para salir a pelear votos en sus entornos. “Estamos en escenario de balotaje”, dice ahora ese mismo dirigente, que ve una consolidación de todo el voto de las PASO y la posibilidad de sumar más puntos de nuevos votantes.

En esta secuencia de menor a mayor que tuvo Bullrich, la mayor dificultad fue encontrar el discurso. Después de unas primeras semanas de reflexión, desde el equipo decidieron salir con un mensaje totalmente antikirchnerista, bajo la idea de que JxC y ella son los que siempre estuvieron en contra del poder de Cristina Kirchner y que son los que más certezas dan en un escenario de cambio. Llegó a hacer un spot de alto impacto presentando el proyecto de una cárcel que se llamaría "Dra. Cristina Fernández de Kirchner".

El spot de Bullrich sobre la cárcel "Dra. Cristina Fernández de Kirchner"

Para muchos en el espacio tenía sabor a poco. Argumentaban que el escenario había cambiado y que el sistema político ya no se dividía solamente en la lógica kirchnerismo-antikirchnerismo que monopolizó las últimas dos décadas. En el medio, Sergio Massa y Milei hacían esfuerzos (¿coordinados?) para polarizar entre si y dejar a Bullrich como una invitada de piedra.

La decisión de que Carlos Melconian sea presentado como eventual ministro de Economía surgió rápidamente, para tapar uno de los flancos débiles de la candidata. Fue una bala que le dio impulso en el momento más difícil de la campaña, pero que se notaba que no era suficiente para romper la inercia.

En el debate fue cuando la candidata de JxC empezó a atacar con más dureza a Javier Milei. Foto: Télam.

En las últimas semanas hubo un cambio sustancial y se decidió profundizar en los discursos también contra Milei. Se lo tildó como “un salto al vacío” y se apuntó directamente a sus ideas. En el debate salió a cruzar por igual a Massa y Milei, y en los últimos actos habló directamente de las ideas del conservador libertario, a las que tildó como “malas y peligrosas”.

En el medio, supo aprovechar que el candidato de La Libertad Avanza le comenzó a apuntar con dureza, al punto que la acusó de haber puesto bombas en jardines de infantes en los 70’. La falta de pruebas y la vehemencia en esa declaración le permitió a Bullrich dos cosas: primero, hacerle una denuncia penal, y segundo, marcar una nueva contradicción en Milei, quien hacía poco tiempo la elogiaba y ahora llegaba a decir barbaridades de ella.

El equipo de Juntos por el Cambio

En el sendero entre las PASO y las generales, a Bullrich también le costó encontrar mensajes por la positiva para llamar a votarla. “La fuerza del cambio”, el mensaje de campaña para ganarle a Larreta, descubrieron rápidamente que ya no tenía sentido. El concepto de “fuerza” se lo había apropiado Milei. El “coraje” y la “valentía”, otros dos atributos que se utilizaron en las PASO, sí se mantuvieron pero no parecían suficientes.

El nuevo impulso lo consiguió con la idea de “equipo”. En eso fue clave que las tres elecciones provinciales que se desarrollaron entre agosto y octubre fueron triunfos contundentes de Juntos por el Cambio. Primero en Santa Fe, con la victoria arrolladora de Maxi Pullaro, después en Chaco, con la sorpresa de Leandro Zdero desbancando a Jorge Capitanich, y por último, Mendoza, con Alfredo Cornejo y un trabajoso regreso a la gobernación.

A partir de allí se consolidó la idea del apoyo político que significaba una fuerza con por lo menos 10 gobernadores, 500 intendentes y bloques legislativos cercanos a conseguir las mayorías. Todo, una vez más, en contraposición a lo que se presenta como la soledad de Milei, punto sobre el que machacaron junto a la noticia del acercamiento con Luis Barrionuevo. “La casta la tenés adentro”, espetó Bullrich en el quiebre de su estrategia política.

Mauricio Macri tuvo chispazos con Bullrich pero terminó pidiendo el voto por ella y participando del cierre. Foto: Télam.

El trío Bullrich-Macri-Larreta

De menor a mayor fue también el vínculo de Bullrich con dos actores clave para el armado opositor, como son Mauricio Macri y Rodríguez Larreta. Con los dos arrancó mal y terminó bien.

El expresidente dijo desde un principio que apoyaba a su exministra de Seguridad, pero cada vez que le preguntaban por Milei era contemplativo en sus expresiones. Eso le valió muchas críticas internas, por dar la sensación de que no estaría descontento con un triunfo del libertario. “Pareciera que habla más como expresidente que como militante político, como si no le importara demasiado”, expresaban en el entorno de Bullrich.

Desde el equipo de Macri nunca entendían las críticas y destacaban que desde un principio fue taxativo en su apoyo. No obstante, después de un par de charlas entre ellos, la relación se volvió a encaminar y el expresidente salió más fuerte a hacer campaña por Bullrich (repartiendo boletas en cada recorrida) y a criticar a Milei por su soledad y falta de experiencia. 

La última semana, Macri terminó difundiendo una carta pidiendo el “voto por Patricia” y la acompañó en el escenario en el acto de cierre en Lomas de Zamora.

Horacio Rodríguez Larreta, junto a Bullrich y Luis Petri, cuando se anunció que sería jefe de Gabinete. Foto: Twitter Bullrich.

Con Rodríguez Larreta el camino fue similar. Hubo una primera foto conjunta en el escenario del búnker de las PASO. A las pocas horas una foto de las dos fórmulas juntas y después nada más. Cerca de Bullrich incluso había algunos que planteaban que lo querían lo más lejos posible, pensando que la desperfilaba.

Finalmente, los rivales de las PASO terminaron acercándose por su cuenta, intercambiando llamados telefónicos cada vez más asiduamente. Bullrich le terminó contando a su equipo que tenía una decisión tomada: ofrecerle ser su jefe de Gabinete. Después de tomarse 24 horas para pensarlo, Larreta dio el sí. Para algunos, fue una decisión que llegó tarde. Bullrich justifica que era una cuestión de tiempos y así guardarse un golpe de efecto para el final de la campaña.

El equipo de Juntos por el Cambio, el apoyo de Macri y Larreta, y el discurso más claro de presentarse no solo como oposición al kirchnerismo y Massa sino también como una opción más confiable que la de Milei le terminaron dando oxígeno a la campaña de Bullrich. Al punto tal de que su entorno se muestran muy confiados con entrar al balotaje y prepararse para cuatro semanas más de campaña por la Presidencia.

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