Los lugares donde puede haber batacazo liberal de Javier Milei el domingo
Javier Milei puede ganar pocas intendencias en Buenos Aires con candidatos outsider. El factor Insaurralde y las chances de Carolina Píparo.
Son distintos lugares, con distintas poblaciones y problemáticas, pero unidos por un factor común: el hartazgo, la bronca, el "que se vayan todos" contra el sistema. Javier Milei tiene chanes de hacerse de un puñado, muy menor, de intendencias que permitan tener algún leading case de lo que pasa en municipios sin alternancia de partido político en el poder. En el Conurbano y en el interior, en distintos lados apuntan "las fuerzas del cielo", como se auto denominan, al batacazo.
En la mitad de los municipios del Gran Buenos Aires el espacio que lidera Javier Milei superó los veinte puntos, en muchos por encima de Juntos por el Cambio y mirando de cerca al peronismo, ese que parecía invencible. Son pocos lugares donde el batacazo se puede cristalizar, pero en muchos habrá nuevos habitantes de los concejos deliberantes, y las mayorías automáticas se tornarán endebles: habrá entonces obligado juego de debate en distintos lugares no acosutmbrados.
Los casos más prometedores son dos: Merlo y Bahía Blanca, ambos distritos bonaerenses en los que el sistema político no vio venir dos players absolutamente desprovistos de aparato ni financiamiento que lograron una performance por encima de lo esperado. Desde diciembre de 1983 hasta hoy a la mañana, en Merlo gobierna el peronismo, hoy en manos de la familia Menéndez, donde "el Tano" delegó el poder en su hermana, Karina, al mando del Municipio.
Menéndez tiene una condena por corrupción y su hermana en 2021 hizo la peor elección de la historia con 30 puntos. Para peor, el estilo de vida a raíz de la filtración de la vida privada de Martín Insaurralde preocupa al peronismo de Merlo. Lo investigan por compra de propiedades y vehículos a la secretaria de Salud local. Encima Ezequiel Guazzora, denunciado por pedofilia, es amigo de Menéndez y cobró plata de la municipalidad.
Eduardo Varela es el candidato de Javier Milei. Quedó a menos de ocho puntos y recibió el espaldarazo menos esperado: el exintendente histórico del peronismo, Raúl Otacehé, trabaja sin pausa para que ganen los liberales en Merlo. Nunca perdonó la falta de lealtad de Gustavo Menéndez que logró desplazarlo y ahora hace el esfuerzo para que sus diez puntos militen la causa liberal. Es un escenario histórico: la peor elección del justicialismo local con 31 puntos y la mejor de la oposición que sumó 23.7% y superó la interna de Juntos por el Cambio, que con dos listas no logró llegar a 22%.
Bahía Blanca no lo vio venir a Oscar Libermann, economista, escritor, músico, liberal de antaño que puso primera pocos meses atrás y tiene chances de gobernar. Cree el economista que no hace falta aparato, que se puede gobernar con la intención y ganas de los ciudadanos. Le sacó más de diez mil votos al segundo de Unión por la Patria. Nadia Moirano y Andrés de Leo, dos senadores provinciales de Juntos por el Cambio se fusionaron. De Leo es ahora el jefe de campaña de Moirano, el pánico es total, el candidato liberal no sólo fue el más votado de las PASO, logró que se unan rivales y los números que manejan lo dan ganador nuevamente.
Javier Milei recorre la provincia de Buenos Aires, donde se bucean casi cuatro de diez votos nacionales. Estuvo el fin de semana en Mar del Plata y en Lomas de Zamora a raíz del escándalo de Martín Insaurralde, que pone en jaque a todo el sistema. De hecho en Florencio Varela la distancia entre Andrés Watson, actual intendente que busca reelección, y Andrés Scrocchi parece imposible de acercar, son casi 19 puntos de distancia, pero están confiados y en el búnker liberal están seguros que se puede ganar.
Agustín Romo y Marcela Pagano estuvieron pocos días atrás en Merlo, todos los días recorren el Conurbano y la frase es la misma: "estamos cerca, le podemos ganar a Axel Kicillof, hay que seguir militando, estamos a tres puntos", gritaron en la escuela de Merlo con presencia del candidato local, Eduardo Varela. La falta de balotaje hace la hazaña más compleja, pero los números privados les permiten soñar.