La despedida del año de Patricia Bullrich: con amigos íntimos y en clave presidencial

En medio de un clima de distensión y rodeada de amigos, Patricia Bullrich despidió el 2022 y recibió un año que puede llegar a ser realmente decisivo en su futuro político. Nada más ni nada menos que llegar a la Casa Rosada o ser derrotada en las primarias por Horacio Rodríguez Larreta. Como solía repetir Carlos Bilardo: la gloria o Devoto.

El encuentro se realizó en un austero casco de estancia en la zona de Mercedes, propiedad de la actual pareja del diputado Fernando Iglesias. La broma inevitable de los presentes pasó por la cercanía del campo del ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, mientras esperaban que llegara al mejor punto befe cocción el asado que compartieron en la noche del 31 de diciembre.

Si bien los anfitriones fueron los Iglesias, lo cierto es que la figura estelar de la noche fue la precandidata presidencial. Obviamente, la amplia mayoría de los invitados además de mantener un vínculo de amistad con Bullrich, avalan con gran entusiasmo su proyecto para llegar a la Casa Rosada. La presencia del renombrado actor Luis Brandoni también es otro dato que ratifica el alineamiento del ala dura de Juntos por el Cambio detrás de la presidenta del PRO.

“La verdad que Beto Brandoni sería un excelente candidato a diputado nacional por CABA, que le traccionaría a Pato muchos votos radicales moderados que desconfían de Martín Lousteau”, comentó a MDZ uno de los invitados.

“Patricia está muy bien, con ganas de salir a la cancha a buscar votantes al mejor estilo Carlos Menem”, describe otro de los participantes de la velada. Si bien primero se tomará unos días de vacaciones con su pareja, el periodista Guillermo Janco, la exministra de Seguridad piensa hacer una campaña como el riojano yendo a buscar a la gente durante el verano. Sabe que tiene que la difícil misión de enfrentar al aceitado aparato que maneja Horacio Rodríguez Larreta, el Antonio Cafiero de esta apasionante competencia que para muchos se parece a la interna peronista del '88. Claro que el resultado sigue siendo una incógnita. La moneda está en el aire y Mauricio Macri tampoco da indicios de cómo piensa jugar, más allá de las cumbres en Cumelen, su nuevo lugar en el mundo.

Sea como fuere, la presidenta del PRO tiene agendado participar de todas las fiestas locales que se llevan a cabo a lo largo y a lo ancho del interior del país, sin olvidar la provincia de Buenos Aires donde se realizan sobre todo durante el verano y pasando carnaval todo tipo de celebraciones populares. Las fiestas de la Doma, festivales musicales como Cosquín o la celebración del Ternero en la localidad de Ayacucho. “Sin abandonar su presencia mediática, piensa estar en todos lados en contacto permanentemente con la gente porque es donde le saca a ventaja a Horacio”, opina un invitado.

La situación política de Rodríguez Larreta estuvo presente en las charlas, sobre todo lo que puede llegar a pasar con el ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro y los supuestos chats que le atribuyen desde sectores afines al kirchnerismo. “Es increíble que el enano haya sido tan poco profesional, es impunidad o le inventaron todo”, reflexionaba uno de los presentes. Cuentan que llamo la atención la mirada hipercrítica de la diputada nacional Sabrina Carlota Ajmechet, quien logró su banca en una lista que muchos creen fue armada por el larretismo. Aún varios radicales la siguen criticando porque “dejó colgado a Facundito (Suárez Lastra)” cuando se comprometió a que iba a postularse en la lista opositora al oficialismo de la UCR porteña. Su esposo Guillermo Palumbo, analista político y cítrico de cine, lo niega terminantemente a través de sus vínculos con él radicalismo.

Otro contertulio que pidió absoluta confidencialidad sobre su identidad también comentó que varios de los presentes fueron muy críticos con el diputado Gerardo Milman y el aval que siempre tuvo de Bullrich. “Jerry representa el dolor de cabeza que tenemos dentro de nuestro espacio, lastima que ella tardó tanto en despegarse”, agrega el enigmático invitado. 

Por último, para seguir la tradición campera todos se acercaron al fogón y también apareció el debate sobre la decisión de Waldo Wolff, amigo hasta ahora de varios de los presentes, de unirse al larretismo. Nadie termina de entender por qué pegó ese garrochazo que tanto enojo a la exministra de Seguridad, que impulsivamente lo llamó minutos antes del inicio de la final del Mundial de Fútbol y le recriminó en duros términos su incorporación al equipo de la sede gubernamental de la calle Uspallata.