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Días de furia y presiones que encienden las alarmas en Cambia Mendoza

Finalmente, hay acuerdo entre los jueces supremos y, como quería el Gobierno, se terminará con el forum shopping. Pero el vínculo entre el radicalismo y el referente del PRO local, Omar De Marchi, quedó muy dañado. Lo acusan de querer sacar ventaja política por su precandidatura a gobernador.

Laura Fiochetta
Laura Fiochetta jueves, 29 de septiembre de 2022 · 08:34 hs
Días de furia y presiones que encienden las alarmas en Cambia Mendoza
Cornejo y De Marchi. Foto: Gentileza

Un legislador tiene su rostro colorado de los nervios. Está el presidente de su partido sentado a unos metros de él, observando cada paso que da. Están sus pares de la coalición que integra pidiéndole que no atienda más llamados. Las horas, que en realidad fueron días, que marcaron los momentos de discusión de la reforma del funcionamiento de la Corte concluyeron con reacomodamientos partidarios; peleas entre dirigentes y finalmente el Gobierno, que cedió en el proyecto original, tendrá lo que quería: terminar con el fórum shopping, es decir, que a partir de la aprobación de la ley, para las causas administrativas que lleguen a la Corte, los jueces intervinientes se elegirán por sorteo. Sin embargo, la relación entre Omar De Marchi y los líderes radicales quedó muy dañada y esta situación hace tambalear a Cambia Mendoza, que es la alianza que integran desde el 2015.

“La Mendoza institucional está vigente”, tuiteó con letras mayúsculas minutos antes de que terminara el lunes, el diputado nacional y referente del PRO mendocino, Omar De Marchi. El legislador, quien está en campaña como precandidato a gobernador. anunció que la Corte había llegado a un acuerdo con un texto alternativo al del Gobierno y aplaudió “que la Justicia siga estando al servicio de la gente y no de la política”. Al consenso se llegó 24 horas después y al oficialismo, de quien sigue siendo socio político dentro de Cambia Mendoza, su tuit y sus declaraciones sobre la iniciativa original le cayeron muy mal.

De Marchi, quien además es el coordinador de la campaña presidencial del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, criticó públicamente el proyecto del Gobierno desde un comienzo. Por su posición tan férrea, ahora no sólo su vínculo es tenso con el senador nacional y referente radical Alfredo Cornejo sino que se resintió la relación con el gobernador Rodolfo Suarez con quien tenía diálogo político.

Los radicales le reclaman a De Marchi “intentar sacar ventaja política” con las críticas “durísimas” a la iniciativa oficial. Pero además, la disputa entre la UCR y De Marchi no se intensificó por las declaraciones mediáticas solamente sino también por los tironeos por el voto de un legislador clave: Gustavo Cairo. Se trata de un integrante del PRO que está más cercano al radicalismo porque apoya la precandidatura presidencial de Patricia Bullrich- al igual que Cornejo- y por lo tanto es el hombre con el que el oficialismo contó desde que presentó la iniciativa. 

Sin embargo, desde el minuto cero, Cairo sufrió la incomodidad de tener que optar entre dos caminos: apoyar al oficialismo o a las directivas del PRO. Los comentarios de los legisladores de todos los partidos fueron similares. Que estuvo nervioso, siempre inquieto. Los radicales aseguran que desde un comienzo contaron con el voto de Cairo y que eso no estuvo nunca en duda. El presidente del PRO, el diputado nacional Álvaro Martínez, asistió sorpresivamente ayer por la tarde a la reunión de la comisión de Legislación de Asuntos Constitucionales – que preside otro integrante de Cambia Mendoza, el diputado por Unión Popular Jorge Difonso, quien propició que la Corte hiciera su propio proyecto como solución al conflicto-. La lectura de varios de los presentes es que Martínez intentó persuadir a Cairo para que votara con el PRO mientras que legisladores del radicalismo intentaban insistentemente alentarlo a que se inclinara por la postura oficialista. A eso hay que sumarle que De Marchi propuso ayer una futura reforma: una enmienda al artículo 152 de la Constitución provincial para evitar la pertenencia partidaria de los jueces. 

El proyecto de consenso de los jueces supremos destrabó el conflicto y habrá un funcionamiento diferente de la Corte, como el gobierno de Suarez pretendía. Sin embargo, se abrió una grieta de mayores dimensiones de la que ya existía: no sólo la que hay entre Cambia Mendoza y el Frente de Todos (y que se está evidenciando en los distintos departamentos mendocinos) sino la existente entre los líderes radicales y De Marchi, mientras corre el reloj y las elecciones generales del año que vienen parecen estar cada vez más cerca.

 

 

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