El “halcón” mendocino que se convirtió en un eficiente armador de Horacio Rodríguez Larreta

“El mejor fichaje que hizo Horacio en estos últimos tiempos fue el de Omar De Marchi, tiene experiencia en la rosca política y se lleva bien con Mauricio Macri. Es el perfil ideal para armar una estructura nacional para un proyecto presidencial”, dice con entusiasmo a MDZ un vocero de la mesa chica del jefe de Gobierno porteño. 

Su manejo de la rosca y las adhesiones que tiene quedaron en evidencia hace dos años cuando se quedó con la vicepresidencia de la Cámara de Diputados que le corresponde a la oposición. Con el apoyo de los legisladores del interior y el monzoísmo le ganó la partida al larretista Álvaro González, quien aspiraba a quedarse en ese cargo por un período más. En ese momento su designación fue un duro revés para el mandatario metropolitano y fue festejado por los aliados de Patricia Bullrich.

El cambio del mendocino del ala dura del PRO por González generó inquietud en Sergio Massa ya que podía alterar las reglas de juego y convivencia con el interbloque de Juntos por el Cambio. Pero los líderes parlamentarios opositores lo tranquilizaron porque le dieron a De Marchi un curso de “moderación”.

Le explicaron que al asumir un cargo institucional tenía que abandonar el discurso “halcón”, además iba a tener que presidir sesiones en los momentos en los que no estaban las autoridades del oficialismo. Así fue que en alguna oportunidad tuvo que retar a sus viejos compañeros de ruta como Fernando Iglesias o Waldo Wolff.

De todas formas, su desembarco en el larretismo generó algún ruido al principio porque unas semanas después su mano derecha en el PRO mendocino se hizo presente en el acto de lanzamiento de Bullrich y sus equipos técnicos en el Yacht Club Olivos, donde también estuvo Macri pero hubo ausencia absoluta de quienes militan para el jefe metropolitano. Posteriormente se aclaró el entuerto que cayó mal en varios despachos de la sede gubernamental de Uspallata.

Luego, con mucho trabajo, el vicepresidente de Diputados comenzó a alinear a referentes territoriales y autoridades partidarias de casi todas las provincias, pese a que Patricia es la titular a nivel nacional de ese espacio. “Al fin mandaron a alguien que habla nuestro mismo idioma, entiende todo, ya estábamos cansados de porteños que venían con prepotencia”, comenta un diputado del interior en obvia alusión al antecesor de De Marchi, Eduardo Macchiavelli. Un grupo de dirigentes del interior pidieron su cabeza antes de fin de año pasado. Por eso momentáneamente había quedado a cargo Diego Santilli.

El fruto de la rosca del mendocino quedó exhibido en la foto que se sacó Larreta hace dos jueves con la amplia mayoría de los candidatos a gobernador del PRO y referentes partidarios. Dicen que juntaron a más del 80 por ciento del partido amarillo. También lograron agregar a la foto al cordobés Luis Juez y al tucumano Germán Alfaro que no pertenecen a ese espacio político.

El exintendente de Luján de Cuyo armó un equipo que recorre permanentemente el país. En las flamantes oficinas en Olazábal y Migueletes ya se instaló el equipo de campaña que está conformado por el subsecretario de Asuntos Públicos Estratégicos, Juan Pablo Limodio, armador todo terreno, y Augusto Rodríguez Larreta, el hermano que vuelca toda su experiencia en lobby y comunicación.

Además, De Marchi dividió el país por regiones de las que quedaron a cargo cinco operadores. El vicepresidente del Concejo de la Magistratura porteña, Francisco Quintana, el exviceministro de Desarrollo Social Carlos Pedrini, el exdiputado nacional Marcelo Wechsler y el subsecretario de Asuntos Interjurisdiccionales Maximiliano Corach y el legislador porteño Esteban Garrido.