Otro gesto de Rodríguez Larreta a Mauricio Macri, la turbulencia que azota a la Legislatura porteña y una feroz pelea gremial

Momentos de tensión en la Legislatura porteña en los últimos diez días. Luego de una compleja sesión la semana pasada, se le sumó el hackeo masivo al sistema interno de la “casa”, lo que complejizó el trabajo parlamentario.

La turbulencia interna comenzó el jueves anterior cuando, casi al final de la sesión, el legislador  “lilito” Hernán Reyes casi termina a las piñas con Javier Andrade, de La Cámpora. Los ánimos vienen caldeados de manera casi sistemática en las discusiones legislativas que modera el vicepresidente, Emmanuel Ferrario.

Tras un viernes tranquilo, esas pocas horas de paz luego se terminaron el domingo pasado cuando un hackeo complicó el uso de los sistemas que sostienen todo el trabajo parlamentario. En ese momento, la secretaria de Administración, Florencia Romano armó un equipo de crisis de emergencia para empezar a intentar reestablecer el daño causado por los hackers.

Aunque la Legislatura porteña puede funcionar con métodos alternativos, el miércoles Ferrario reunió a todos los presidentes de bloque para contarles el estado de situación. Allí les transmitió que, aunque había un equipo especialmente dedicado al tema, no había fecha aún de resolución del problema.

Con todo, los conflictos también llegan al sindicalismo porteño. Una guerra fría viene desatándose en Sutecba, el principal gremio de empleados municipales que conduce el eterno Amadeo Genta. En concreto: la obra social, la OBSBA, está con serios problemas que llegaron hasta Uspallata.

Es que el vicepresidente de la obra social, que pone el Ejecutivo porteño, cambió tres veces en cinco meses. Tras más de un año en su cargo, Walter Correa – quien responde al oscuro operador Néstor “el turco” Abbas – renunció en medio de acusaciones por presuntas irregularidades en consonancia con la mayoría que tiene Sutecba en el directorio.

Luego tuvo un muy breve paso por allí Agustina “la turquita” Majdalani – hija de las ex número dos de la AFI – pero terminó renunciando para que recién hace un mes desembarque Diego Carusoni, quien conoce el sistema médico y de obras sociales.

Sin embargo el problema mayor tiene que ver con el gremio. Genta aún no encontró un sucesor y eso generó vacíos de poder en varias áreas del sindicato. Esto lo divisó el legislador peronista del Frente de Todos, Alejandro Amor, quien también pertenece a Sutecba, y comenzó a ejercer su poder dentro de la obra social.

Esto llevó a una interna muy caliente que se trasluce en fuertes deudas con proveedores, algunas arrastradas de la pandemia, y problemas con insumos, que no terminan de encarrilarse. Las cifras varían según la fuente pero todos coinciden en los conflictos de la OBSBA atravesados por la pelea gremial.

Mientras tanto, Horacio Rodríguez Larreta decidió concederle un lugar estratégico a Mauricio Macri. Se trata de una silla en el Banco Ciudad, en particular la que dejó Nicolás Massot, quien fue eyectado de su cargo por estar trabajando con Patricia Bullrich, lejos del larretismo.

Para ese lugar llegará Pablo Videla, un bróker financiero que ya fue director del banco porteño en el primer mandato de Larreta cuando lo comandaba Javier Ortiz Batalla.

El expresidente es amigo de Videla y hasta se los ha visto juntos en campaña. Y hoy llegará al organismo porteño antes de fin de año.

Su tema por excelencia fue – y es- la inclusión financiera. Incluso ad honorém, bajo la tutela de la Fundación del banco. Y fue uno de los que alentó en el directorio a que el Banco Ciudad se expanda a otras provincias, como Mendoza y Córdoba.

El regreso de Videla comenzó a tratarse en la Legislatura porteña, donde se trata su pliego de nombramiento. La audiencia pública para que se presente en Perú 160 será el 14 de octubre. Tras esa reunión, antes de fin de ese mes estará nombrado y quedará bajo las órdenes de Guillermo Laje, presidente del banco y primo de Martín Lousteau.

Bonus track. Otro lugar que sigue con conflictos es el mega ministerio de Desarrollo Económico que controla el radical José Luis Giusti. Con récord de secretarias (siete a su cargo), hace pocas semanas decidió armar una nueva estructura para un funcionario que colaboró de manera informal con los aportes de campaña para el radicalismo porteño. El mismo que armó un polémico contrato con la empresa Samsung, cuyo escándalo reveló el sitio La Politica Online. Ante sus superiores, el funcionario en cuestión culpó al jefe de Gabinete, Felipe Miguel por ese contrato. Nadie le creyó.