Pelea por la sucesión

La muerte de un sindicalista abre otro frente para la interna del Frente de Todos

En los últimos meses, los conflictos gremiales abren grietas en el peronismo kirchnerista. Al ser los gremios los últimos ámbitos donde subsisten los peronistas clásicos, cada sucesión genera tensiones y pujas que resuelve la Justicia.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare miércoles, 13 de julio de 2022 · 22:13 hs
La muerte de un sindicalista abre otro frente para la interna del Frente de Todos

Si bien todos esperaban la noticia, el fallecimiento de Carlos Quintana, el secretario general desde hace cuatro décadas de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) seccional Buenos Aires provocará una nueva discusión interna donde cada uno de los sectores que componen el Frente de Todos pretenderán incidir con sus candidatos o a través de una negociación que aparece bastante apretada para colocar el sucesor.

Quintana, quien además secundaba al "centauro" Andrés Rodríguez al frente del gremio nacional, fue uno de los emblemáticos gremialistas que solían consensuar más que combatir con sus jefes, en este caso, los gobernadores de la Provincia de Buenos Aires. De gran relación con Daniel Scioli, también tuvo un buen trato personal con María Eugenia Vidal, a quien la ayudó a destrabar, en más de una oportunidad, la paritaria provincial donde participan, además, ATE y otros miembros estatales. 

Desde que fue internado por última vez producto del cáncer que lo afectaba, la sucesión de Quintana ya fue analizada formalmente a nivel nacional y en la seccional bonaerense por sus posibles sucesores "naturales": su adjunta, Fabiola Mosquera Lires; Diego Rétola y Héctor Nieves,

En el gremio todo era rigurosamente gestionado por su familia y sus hijos, representados por el "mellizo" David, que no tiene los requisitos mínimos que establecen los estatutos. Como diría Vito a Michael en "El Padrino", "el tiempo no nos alcanzó". Es que la conducción actual comandada por Quintana padre había sido electa, por enésima vez, en junio de 2022.  

La primera gran sorpresa que provocó la discusión interna gremial nacional fue en la UOM, en la que Abel Furlán le ganó al veterano Antonio Caló de la mano de La Cámpora y las seccionales más combativas de los sindicatos metalúrgicos. Este inesperado giro también hizo que Francisco "Barba" Gutiérrez perdiera en su histórica seccional de Quilmes, localidad en la que fue intendente hace más de una década.

Acerca de la UOM, en la Seccional Morón se dirimió una no resuelta interna local entre el ex intendente Martín Sabbatella, y su ex amigo y aliado, el diputado provincial Adrián Grana. Es que tras cuatro meses de dimes y diretes judiciales hubo una resolución de la Justicia. Ahí se impusieron los "amigos de Grana", Rubén Andrada, ya que el oficialista Sergio Souto quien además es funcionario municipal del oficialismo de Morón, fue impugnado porque su lista quedó invalidada por la renuncia de varios de sus candidatos a conformar el secretariado. El 8 de agosto será la asunción formal de Andrada.

Otros dos sindicatos conducidos por tradicionales dirigentes sindicales son los de Comercio, a cargo de Armando Cavallieri, y el Gastronómico, que conduce Luis Barrionuevo, el autor del "previaje".  

Desde hace dos años, la interna gastronómica empezó a tensionarse tras el divorcio de Luis Barrionuevo con Graciela Camaño y el hermano de la diputada nacional, Dante, se posicionó en una interna en la Ciudad de Buenos Aires contra los allegados del líder de los mozos a nivel nacional. 

En cuanto a Cavallieri, tuvo que elegir los miembros de la Junta Electoral, donde se ganan las elecciones sindicales porque son las encargadas de autorizar las listas que participarán en la elección, con una fortísima custodia policial en su predio de Parque Norte. 

Lo que era la tradicional "columna vertebral" del peronismo, como todo el movimiento creado por Juan Perón, está también en crisis, no por la presidencia de Alberto Fernández solamente, sino por la pérdida de representatividad en la mayor parte de los sindicatos a través de la inestabilidad y descontento de sus bases intermedias. 

Esta semana la CGT anunció la convocatoria a una movilización que baje la presión de sus referentes más combativos que no quieren aparecer inermes ante la grave crisis económica que afecta directamente el sustento de sus afiliados cuyos ingresos son corroídos por la inflación mensual. 

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