A 40 años

Pedro Giachino, primer militar caído en Malvinas y los recuerdos que aún persisten

Se cumplen 40 años del conflicto bélico ocurrido en la guerra de Malvinas, donde un 2 de abril de 1982 fue un militar mendocino la primera víctima mortal durante la reconocida Operación Rosario. Aquí, las memorias de su hermano Luis.

Diego Gubinelli
Diego Gubinelli sábado, 2 de abril de 2022 · 07:00 hs
Pedro Giachino, primer militar caído en Malvinas y  los recuerdos que aún persisten
Pedro Giachino, primer caído en Malvinas Foto: Gentileza familia Giachino

"Esa mañana me levanto -tenía 16 años- y resulta que habíamos recuperado las Malvinas, pero no había mucha información. El pueblo salió a las calles de una manera maravillosa y recuerdo que mi mamá me puso una escarapela. Ese día me fui a comer a la casa de mi amigo Guillermo, no me voy a olvidar nunca de eso. Estábamos comiendo y viendo la vieja película de Tarzán y, de repente, comunican en la tele que hubo una baja en Malvinas. Al rato anuncian que 'es un alto oficial de la armada', y dije 'cagamos, este es mi hermano'. Mi amigo me decía que no, que no podía ser. Minutos después agregan que se trata de un infante de Marina y pensé 'chau, es él'. Después dieron el nombre de Pedro Giachino. Me acuerdo que la madre de mi amigo me decía que me quedara tranquilo. Inmediatamente decidí pasar por la casa de mi hermana y me atendió una señora que trabajaba ahí. Me dijo que no estaba y yo le pregunté '¿cómo la viste?' , 'triste' -me respondió-. Me fui directamente a mi casa sabiéndolo...", cuenta a MDZ Luis Giachino (56), hermano del Capitán de Fragata Pedro Giachino, el primer soldado caído en la Guerra de Malvinas, a 40 años de ese recordado 2 de abril de 1982.

Su fallecimiento no solo causó impacto a nivel nacional, sino también en Mendoza, provincia donde nació Giachino. "A la noche, el Gobierno de Mendoza nos puso un avión y nos llevó a Bahía Blanca porque había llegado el cuerpo de Pedro. Pasó así porque ocurrió cuando las Malvinas eran argentinas, antes de que todo se complicara con el conflicto bélico. Se hizo una ceremonia impresionante a la que fuimos todos. En el recorrido desde la base naval hasta el cementerio había adultos y niños tirando rosas a la carroza fúnebre, los militares tiraban balas de salva. Son cosas que no me olvido", comenta Luis, quien agrega que "estaba todo muy aturdido". Vi llorar a mi papá dos veces y una fue ahí", desliza.

Pedro Giachino junto a su familia. Foto: Gentileza familia Giachino

Quién fue Pedro Giachino 

Pedro Edgardo Giachino nació en Mendoza el 28 de mayo de 1947, hizo sus estudios en la Escuela Manuel Láinez y en el Colegio Nacional Agustín Álvarez. Después decidió inclinarse por una carrera militar, precisamente en el área que refiere a la Marina. Giachino, que en su familia no había antecedentes relacionados al militarismo, dejó Mendoza a los 16 años para ingresar a la Escuela Naval Militar de Río Santiago, en la provincia de Buenos Aires. Allí, buscó la especialización en Infantería de Marina y se recibió. Además, se convirtió en comando Anfibio, una unidad especial de la Armada Argentina.

 

"La particularidad es que para ser comando anfibio es necesario hacer el curso de reconocimiento anfibio, el curso de comando, de paracaidismo y, por último, de buzo. También, era tirador especializado", aporta Luis al hacer un repaso por la carrera militar de su difunto hermano.

"Era una persona con un muy buen humor, simpático y familiero".

Acerca de por qué Pedro es reconocido y recordado en esta fecha, Luis explica en diálogo con este diario: "A él le toco una misión específicamente de Comando: la Operación Rosario. La misma es reconocida a nivel global como única por cumplirse todos los objetivos militares sin causar ni una sola baja en el enemigo. Es distinguida en Institutos Militares por su precisión y su eficiencia. La parte más compleja le cayó a Pedro".

En un principio, su misión era bastante sencilla: incomunicar a los ingleses en la isla. Pero después le informaron que debía hacer que el gobernador de Malvinas se rindiera antes del desembarco de las tropas argentinas. Eran 16 hombres, pero con características tácticas y no específicamente de combate. Allí, le dieron la cláusula obligatoria de que no debía causar muertes. La idea era tomar Malvinas y comenzar las negociaciones de paz para que no se cumplieran los 150 años de ocupación inglesa.

"Contó el exalmirante Carlos Büsser que Pedro lo miró con lágrimas en los ojos, sabiendo que no había otra alternativa. Era muy probable que le costara la vida", aporta Luis.

Fotografía de Pedro Giachino en la que se encuentra primero de izquierda a derecha.

"Le dieron esa misión y el grueso de los comandos fue a buscar el cuartel de los Royal Marines. Pero los ingleses -previendo esto- mandaron todo el equipo militar a la casa del gobernador. Pedro y el resto de los integrantes desembarcaron en barcos de goma y con trajes de combate nocturno. Atravesaron toda la ciudad de noche con brújula y sin ser detectados", añade.

"Llegaron a la casa del gobernador y le pidieron la rendición a los ingleses. Ahí es cuando respondieron con fuego. Los argentinos se dieron cuenta del volumen de fuego y la cantidad de gente que enfrentaban. Mi hermano volvió a pedir la rendición, aunque sin resultado. Luego le ordenó a sus hombres que dispararan sobre los dinteles, lo cual hace ruido, pero sin muertes. Hizo que sus hombres cambiaran de posición para que pareciera que eran una multitud, pero en realidad eran 16", relata.

Posteriormente, ingresaron a la casa y ahí es cuando Pedro cae herido de gravedad, bajo una combinación de frío, miedo e incertidumbre por lo que pudiese llegar a ocurrir. El médico argentino intentó socorrerlo, pero también fue baleado en el intento. El panorama no era el mejor. Es por ello que los ingleses mandaron a su propio médico. "Ahí es cuando, para mí, nace el Capitán Giachino. Tomó la decisión de sacar una granada y amenazar con estallar todo si lo tomaban como prisionero. El gobernador sufrió la ruptura de su espíritu de combate y pidió parlamentar, pese a que los Royal Marine no querían porque estaban seguros de que superaban en número a los argentinos", dice Luis para agregar detalles a la historia.

Posteriormente, Giachino no resiste y muere desangrado. "Mi madre (María Delicia Rearte de Giachino) me dijo que una vez tomó contacto con quien le disparó. Se ve que es un peso que lo tenía consternado", contribuye.

"Era una operación secreta, nosotros no sabíamos absolutamente nada. Ni su esposa. Se fue de campaña y no hubo despedida final. Hasta el día de hoy siguen apareciendo detalles que se me habían escapado".

La histórica foto del comando anfibio Jacinto Batista durante la rendición de los ingleses.

Respecto a los que fue la posterioridad del fallecimiento de Pedro, Luis considera que existió una "desmalvinización" y que hasta sus sobrinas debieron transitar. "La desmalvinización fue muy dura. Sus hijas sufrieron mucho y alguna vez me dijeron 'que mi papá haya dado la vida por este país...'. Y la verdad es que entiendo su posición porque cuando vos ves que este país es una trampa permanente donde los corruptos triunfan y ves a tipos que se la juegan en serio -como Pedro- y decís: 'Pucha, ¿valió la pena? Pero sí vale la pena, aunque tal vez no lo veamos hoy. Pero ellas como hijas crecieron sin padre, por eso el dolor. Son chicas maravillosas y que han sabido sobrellevar esto".

Y concluye: "Hubo un proceso tremendo de desmalvinización. Todo lo que tuviera que ver con lo militar estaba mal visto porque no fue durante la democracia, que volvió en 1983. Va pasando el tiempo y se empiezan a saber más historias. Malvinas fue una guerra y la guerra es un espanto. Es un flagelo donde vas a encontrar cobardes y también heroísmo. ¿Qué queremos ver nosotros? ¿Reivindicamos Malvinas por los derechos reales que tenemos sobre las islas o nos enroscamos en si fueron los militares o no? Cuando salís de eso, el tiempo lo va limpiando. La sociedad se empezó a amigar con Malvinas al conocer la bravura, el temperamento y la justicia por la cual lucharon los veteranos".

 

Pedro Giachino fue ascendido a Capitán de Fragata post mortem y condecorado con la Cruz al Heroico Valor en Combate, la máxima distinción que la República Argentina otorga en estos casos, tras su deceso durante el conflicto por la recuperación de las Islas Malvinas, Georgia, Sándwich e islas del Atlántico Sur un 2 de abril de 1982.

Archivado en