Revés para el populismo

El referéndum uruguayo que alegra a Macri y golpea a Alberto y Cristina Fernández de Kirchner

Finalmente el Frente Amplio y la izquierda sindical no lograron deslegitimar al Gobierno de Luis Lacalle Pou en el plebiscito. Mauricio Macri se involucró a favor del presidente del Uruguay, mientras que el Frente de Todos esperaba un revés del oficialismo oriental.

Beto Valdez
Beto Valdez lunes, 28 de marzo de 2022 · 07:04 hs
El referéndum uruguayo que alegra a Macri y golpea a Alberto y Cristina Fernández de Kirchner
Foto: EFE

Del otro lado del Río de la Plata también se puso en juego la grieta que divide a las sociedades de estos tiempos. El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, logró superar la encerrona que le plantearon la izquierda, desde la central obrera PIT-CNT, y el Frente Amplio, en un claro intento para deslegitimar su gestión de Gobierno con un plebiscito que buscaba modificar el paquete de leyes que el oficialismo había aprobado en el Congreso. Al mismo tiempo la sociedad del país vecino ha ratificado el viraje al centro derecha que le permitió llegar al poder luego de 15 años de administración frenteamplista.

Por eso, no es casual que Mauricio Macri se haya involucrado en la campaña del referéndum en su reciente visita a Montevideo. No sólo se jugó con un triunfo de su amigo Lacalle Pou, sino que además dijo que eso significaría un “espaldarazo político” del presidente, a quien elogió, entre otras cosas, por su manejo de la pandemia. Mientras que, desde el Frente de Todos, obviamente, esperaban con entusiasmo una victoria del Frente Amplio, espacio político con el que se sienten más cómodos.

Además, el presidente Alberto Fernández viene teniendo una relación muy mala con su colega uruguayo. Choques públicos por abrir negociaciones con la Unión Europea desde el Mercosur. El jefe de Estado argentino y Cristina Fernández de Kirchner nunca disimularon sus coincidencias con José Mujica y su esposa. Finalmente, este plebiscito se transformó en un banco de pruebas para las alternativas de derecha que empiezan a ser competitivas contra el populismo de izquierda en la región.

 

Los uruguayos acudieron ayer a las urnas para decidir si derogaban, o no, 137 artículos de una de las leyes centrales del Gobierno de Lacalle Pou, promulgada durante sus primeros meses de gestión, la columna vertebral de sus compromisos electorales. La Ley de Urgente Consideración, más conocida por sus siglas LUC, concentra artículos fuertemente cuestionados por sectores de la oposición, sindicatos y organizaciones sociales y de derechos humanos.

Reaccionaron juntando firmas para someter a un referéndum a 135 artículos de los 476 que contiene la norma. Varias leyes en una sola ley. La LUC aborda con medidas duras la inseguridad que tanto preocupa a la sociedad uruguaya dándole mayor respaldo las fuerzas policiales y al mismo tiempo les pone límites a los excesos del sindicalismo sobre el sector privado fomentados especialmente durante la gestión de José Mujica.

Por eso el presidente oriental ganó la batalla cultural contra el progresismo que además buscaba no sólo ocasionarle un daño con la nueva legislación, sino además golpearlo políticamente a dos años de mandato. Conviene recordar que en ese país no hay elecciones intermedias, los periodos presidenciales duran cinco años y los jefes de Estado no deben padecer dar ese examen en medio de la gestión.

La interpretación del oficialismo uruguayo es que el Frente Amplio buscaba infringirle una derrota política que lo debilitara y generar una crisis en la coalición de centro derecha que conforman los blancos (el partido de Lacalle Pou), los colorados y otras agrupaciones minoritarias. Una derrota hubiera herido seriamente al experimento alternativo al FA que impulsaron el jefe de Estado oriental y el expresidente colorado Julio María Sanguinetti.

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