Energía

La traba que demora la explotación de Vaca Muerta en Mendoza

El Gobierno y la petrolera YPF anunciaron un plan piloto para explorar un área en la formación Vaca Muerta, usando fractura hidráulica. Pero antes de iniciar los trabajos, la petrolera espera que extiendan la concesión de tres áreas petroleras vinculadas.

Pablo Icardi
Pablo Icardi viernes, 4 de noviembre de 2022 · 12:00 hs
La traba que demora la explotación de Vaca Muerta en Mendoza
Suarez y el CEO de YPF, Pablo Lualiano. Foto: gentileza

El Gobierno tiene ansiedad por ejecutar algo que tendrá un valor altamente simbólico, y relativamente importante para la economía. Se trata del inicio de la exploración no convencional por parte de YPF en Mendoza. Pero hay un trámite clave que aún no se resuelve y por ahora pone en duda el inicio de los trabajos. Para poder avanzar, es necesaria la prórroga de la concesión que tiene la petrolera estatal sobre el área donde se hará la fractura hidráulica para explorar la lengua mendocina de la formación Vaca Muerta

El Gobierno e YPF negocian el tema desde el 2017, año en el que se pidió extender la concesión por una década. Pero no está resuelto y ha sido motivo de fuertes tensiones entre los equipos técnicos de los dos lados. Esa prórroga fue uno de los temas de conversación principal en la reunión que tuvieron el gobernador Rodolfo Suarez y el CEO de YPF, Pablo Luliano.

La situación llegó a un grado de complejidad curioso, pues la concesión se venció y el Ejecutivo local la prorrogó dos veces de manera provisoria para mantenerla operativa. Primero fue por 6 meses y ahora por otros 90 días. En enero del 2023 YPF no sería más dueña del área Chihuido de la Salina, donde en realidad tiene un proyecto para explorar con dos pozos y una inversión de 17 millones de dólares. Si la prórroga no está, difícilmente los equipos entren.

Desde el Gobierno aseguraron que la extensión de la concesión se hará, que la decisión política está tomada y quieren promover esa actividad. Y atribuyen al complejo entramado burocrático la demora. El expediente está en Asesoría de Gobierno. Buscarán el visado de Fiscalía de Estado y la intención es que antes de la última semana de diciembre esté firmado el Decreto para extender por 10 años el permiso de explotación en tres áreas que solicitó la petrolera estatal.

Áreas en disputa

El área de la polémica es Chihuido de la Salinas, pero  está vinculado directamente a los pozos no convencionales a explorar en Paso de las Bardas Norte, todo en el extremo sur de Malargüe. La prórroga por 10 años incluye tres áreas cuyo plan está concatenado: Chihuido de las Salinas, Chihuido de las Salinas Sur y Paso de las Bardas Norte. El plan de inversiones es de 25 millones de dólares, de los cuales 17 millones son para la prueba piloto de fractura hidráulica en dos pozos. 

La empresa pidió, entre otras cosas, ser eximida del canon de prórroga y ese es uno de los temas de negociación. Antes, hubo un paso previo que llevó algo de paz a la relación. YPF y el Estado firmaron un compromiso donde saldan cuestiones pendientes mutuas. En el acta compromiso firmado el año pasado estaba previsto iniciar los trabajos a finales del 2022. Hoy se están realizando los trabajos previos, pero la petrolera espera que la extensión de la concesión esté ratificada antes de que ingresen los equipos de perforación.

El plan es hacerlo en diciembre. En el acta acuerdo firmada el año pasado la Provincia expresó que busca extender la vida de las áreas petroleras en cuestión y se comprometió a "agilizar los procedimientos administrativos" para extender las concesiones. 

El volumen de inversión para ese plan es importante, pero no tan relevante en el contexto de esa industria. Para Mendoza sí sería un hito, pues volvería a intentar prenderse al boom por la actividad no convencional, cuyo epicentro está del otro lado del Río Grande. La prueba es para realizar dos pozos para evaluar el potencial que tienen. Para ello se perforará a 1500 metros de profundidad y luego 1000 metros horizontales. El segundo paso es el ingreso de los equipos de fractura hidráulica. Luego de ese trabajo de campo se evalúa el potencial que tiene y si es económicamente viable la explotación. 

Mendoza ha tenido con la formación y el potencial de Vaca Muerta más una ilusión que una realidad. La industria petrolera local está en decadencia por la madurez de los yacimiento y el decaimiento de la producción. La explotación no convencional que generó un boom en Neuquén, no se ha trasladado a Mendoza. El otro problema es la dependencia que la provincia tiene de YPF, pues es la única de las grandes petroleras que tiene intereses en Mendoza (Pluspetrol también podría entrar en esa categoría). Por eso la relación entre ambos es de tensión entre la exigencia y la necesidad. YPF lo sabe y lo usa a su favor. 

La otra petrolera que intentó explotar el sector mendocino de Vaca Muerta es El Trébol. La empresa exploró, en base a su experiencia se hizo la reglamentación del fracking en Mendoza y consiguió la concesión para la explotación. Pero los resultados no fueron los esperados y el proyecto se canceló. Por eso la prueba piloto de YPF adquiere más relevancia de la que tendría en otro contexto. 

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