Patricia Bullrich y Alfredo Cornejo suman fuerza pero cada vez más aislados
Esta semana la presidenta del PRO y el senador nacional UCR volvieron a mostrarse juntos en Rosario en el Encuentro Federal de Equipos de Gobierno. El cornejismo desembarcó con sus legisladores nacionales pero no hubo otras figuras de renombre.
Patricia Bullrich se ilusiona con ser candidata a presidenta y las encuestas alimentan esa posibilidad. La presidenta del PRO construye en base a ello y apuesta a recibir el apoyo del expresidente Mauricio Macri en la carrera contra Horacio Rodríguez Larreta. Esta semana encabezó un acto en Rosario y lo hizo acompañada por el senador Alfredo Cornejo y legisladores que responden al mendocino. Si bien esa sociedad parece consolidarse, cada vez se los ve más aislados del resto de la estructura de Juntos por el Cambio.
El acto se realizó en Rosario y el escenario no fue casual. Una de las banderas de Patricia Bullrich y Alfredo Cornejo es la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico. Allí estuvieron presentes los diputados nacionales Lisandro Nieri, Pamela Verasay y Jimena Latorre, además del exministro de Trabajo Dante Sica, el intendente Javier Iguacel y el exministro de Defensa Oscar Aguad. Pero para ser candidata Bullrich tiene el desafío de ampliar la base de apoyo y mostrar un abanico más extenso al que se pudo observar en su Encuentro Federal de Equipos de Gobierno.
Luego del desayuno con el expresidente Mauricio Macri, se acordó una tregua para evitar desgaste en la interna presidencial del PRO. Pero el contraste entre la estrategia de Rodríguez Larreta y la de Bullrich es evidente. "Hace falta más coraje para buscar el acuerdo que para ponerte en el extremo de la grieta", manifestó el jefe de Gobierno porteño ante empresarios de la Unión Industrial Argentina dejando claro que considera el consenso como el único camino posible para que en el país se de "un cambio perdurable y permanente".
Ese pensamiento ha llevado a Rodríguez Larreta a articular una serie de acuerdos políticos que le dan respaldo a sus ilusiones de gobernar el país. Mientras Bullrich se apalanca en encuestas y extrema su posición a la derecha, el jefe de gobierno porteño construye alianzas y se acerca al radicalismo.
"Lo que viene debe sostenerse en un buen plan, buenos equipos y grandes consensos", destacan desde el larretismo y marcan un contraste con aquellos que apuestan a extremar la grieta de cara al 2023. En ese segundo grupo aparece Bullrich con discursos similares al del libertario Javier Milei.
Dentro del radicalismo cada vez existen más vínculos con Horacio Rodríguez Larreta y es prácticamente un hecho que se vienen épocas de fórmulas cruzadas entre el PRO y la UCR. En ese sentido el binomio Bullrich-Cornejo se viene posicionando desde hace tiempo pero por el momento no parecen contar con el respaldo del grueso de Juntos por el Cambio.
Pero a eso se suma otro factor que puede llegar a alterar el escenario y el futuro de la aventura electoral de Bullrich y Cornejo. Este último aún no descarta volver a competir por la gobernación de Mendoza. Y existen motivos por los cuales el senador nacional podría ser candidato en la provincia.
No hay dudas de que la ambición de Cornejo es nacional. Pero sus planes de elegir al sucesor de Rodolfo Suarez han encontrado resistencia interna y su candidato, el intendente de Godoy Cruz Tadeo García Zalazar, no termina de levantar en las encuestas. Por si eso fuese poco, el PRO amenaza con pintar la provincia de amarillo con la candidatura de Omar De Marchi.
En ese escenario, en el que también toma fuerza la posibilidad de que Ulpiano Suarez, sobrino del gobernador Rodolfo Suarez, pelee por la gobernación, Cornejo podría bajar a ser candidato provincial para ordenar la tropa.
Todo eso condiciona las perspectivas presidenciales de Patricia Bullrich que parece depender casi exclusivamente del apoyo de Mauricio Macri. Pero si bien el expresidente conserva un núcleo de respaldo importante, también carga sobre su espalda una imagen negativa cercana al 65%. Por eso Horacio Rodríguez Larreta hace equilibrio para ganar el favor del líder del PRO pero siempre procurando mostrarse como algo diferente.