Justicia

A siete años de la muerte de Nisman, hay más dudas que certezas

La causa por la muerte del fiscal que causó conmoción está trabada entre los peritajes y los testimonios.

Lourdes Marchese
Lourdes Marchese martes, 18 de enero de 2022 · 13:30 hs
A siete años de la muerte de Nisman, hay más dudas que certezas

Mientras la causa por el asesinato del fiscal Alberto Nisman -según concluyó una pericia de Gendarmería Nacional- que fue duramente cuestionada por la defensa del único procesado como partícipe necesario, el técnico informático Diego Lagomarsino y es la hipótesis que sigue el juez Julian Ercolini a pesar de desconocer y tener indicio alguno de quién o quiénes pueden ser los autores materiales, el expediente continúa avanzando a paso cansino con medidas de prueba entre pericias y testimoniales. En tanto el fiscal Eduardo Taiano sigue enfocado en los vínculos entre espías y sus movimientos.

Pero pasaron siete años, cientos de testigos y aún permanece el enigma de lo que ocurrió en el piso 13 del edificio Le Parc de Puerto Madero. La certeza que tiene la Justicia es que se trató de un homicidio y que días antes el fiscal había presentado una denuncia contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y funcionarios de su Gobierno por la firma del Memorándum con Irán, y con ello el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA ( causa que está apelada por las querellas luego de que el Tribunal Federal 8 sobreseyera en 2021 a todos los imputados al considerar que no hubo delito). Al día siguiente de ser hallado sin vida iba a dar explicaciones en el congreso sobre el contenido de la misma.

Pero como suele suceder en nuestro país cuando se mezcla la política y la Justicia hay voces disímiles, quienes aún sostienen que Nisman se suicidó y se basan en la primera pericia de 2015 que indicaba que ninguna de las observaciones indican con certeza pericial médico legal que “se haya tratado de un hecho homicida”, por su parte están quienes afirman lo mismo que hoy tiene como hipótesis la Justicia y es que lo asesinaron por el cargo que ostentaba, al menos eso quedó consignado cuando la causa pasó a la justicia federal. En la pericia de Gendarmería de 2017 se consignó que a Nisman lo mataron al menos dos personas, y que no había rastros de pólvora en su mano.

Entre las personas que declararon en la Justicia a poco de la muerte, una fue Soledad Castro que trabajaba junto al fiscal. En una de sus tantas declaraciones, la del 25 de abril de 2018. Allí se le pregunto por la denuncia, si reconocía la documentación secuestrada en el departamento del fiscal y una nota encontrada en el cesto de basura. Habló de los pendrives que le entregaba a Nisman porque aseguró que la modalidad de trabajo en cuanto a la redacción de la denuncia era a través de un documento digital.

En dicha declaración fue consultada sobre la relación que tenía Nisman con Jaime Stiuso y aseguró conocer que existía una relación entre ellos pero también desconocer el alcance de dicha relación.

En relación a los custodios, hoy procesados algunos por incumplimiento y otros por encubrimiento, refirió que el 18 de enero de 2015 mantuvo conversaciones con Miño y con Niz, y no le pareció que estuvieran tranquilos pero refiere también que todos los que trabajaban alrededor del fiscal tenían cierta preocupación. A estos dichos se le sumó una pregunta para que precise uno de sus dichos sobre que 19:10 hs no le atendían el teléfono o le cortaban y que Sandra Arroyo Salgado le habría manifestado lo mismo, a lo que respondió afirmativamente que en algunas ocasiones llamaba y no le atendían el teléfono. 

Castro manifestó que el custodio Benítez el día lunes le dijo que el día sábado Nisman le había consultado por el tema de comprar un arma. También contó que ese mismo lunes recibió el llamado de Armando Antao Cortez que le dijo que había recibido un llamado Diego Lagomarsino asegurando haberle prestado el arma a Nisman.

Contó la secuencia de aquella noche fatídica y en esa misma declaración no recordó ver el ingreso de Sergio Berni al lugar de los hechos, pero sí recordó que hubo mucho movimiento de gente y autos. 

En definitiva a siete años de la muerte del fiscal Alberto Nisman hay más dudas que certezas, varias causas que circundan a la que investiga su muerte, entre ellas la de lavado que tiene en la mira a su madre Sara Gargunkel y su hermana entre otros, como así también la que investiga las irregularidades cometidas esa noche en el piso 13 y la que finalmente se conecta con esto que es la del Memorándum con Irán. A siete años aún las aguas se dividen y hay quienes aún bregan por el esclarecimiento de los hechos. Sin dudas en nuestro país hubo un antes y un después de la muerte de Alberto Nisman, el hombre al que le habían confiado una de las investigaciones más importantes de nuestro país que aún sigue impune.

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