Guzmán irá al Congreso a explicar el Presupuesto pero analizan cambios

Martín Guzmán irá al Congreso para dar detalles sobre el Presupuesto 2022, proyecto que envió el pasado miércoles, momentos después de que se desatara la ola de renuncias que dio inicio a la crisis política entre el presidente Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner que culminó en la noche del viernes con la designación de un nuevo gabinete. 

Si bien no está definido el día aún, se sabe que el martes habrá una reunión de Sergio Massa con los presidentes de los bloques de todas las fuerzas partidarias para acordar la agenda. Tras el encuentro, habrá visita del ministro de Economía al Congreso. 

Obviamente, el proyecto sufrirá modificaciones. Sobre todo, después de lo expresado por Cristina Fernández de Kirchner en la carta pública. Es por eso que se asegura que no hay margen para otra cosa. Resta dilucidar cuán profundas serán las modificaciones y cuál será la hoja de ruta de endeudamiento que se cambiará para financiar un mayor gasto, como pidió al vicepresidente.

Hasta acá, el 80% del financiamiento total lo preveía con emisión. Por lo tanto, surgen algunos interrogantes: Lo aumentará aún más, o ya tendrá líneas que presagien si habrá acuerdo con el FMI y qué podría eso incluir.

El sigiloso presidente de la Cámara de Diputados, estuvo almorzando el viernes con el ministro Transporte, Alexis Guerrera. Luego se vio con Gabriel Katopodis. Allí, según aseguran, reforzó y contribuyó siempre la idea de garantizar la unidad. Esto le dejó la sensación de que contribuyó a la gobernabilidad de la Argentina y la unidad del FdT. Él lo ve de ese modo.

En tanto, la sociedad procesa con claridad meridiana que ya no hay un Frente de Todos como hasta acá sino que surgirá otro. Es que, las heridas se curan. Los quiebres de confianza suturan en años, nunca en días o semanas. Eso ocurrió hacia adentro de la coalición, pero fundamentalmente hacia afuera. Esto se debe a que la sociedad vio pelear a la política por sus problemas particulares, por eso entiende que se desatendió por completo sus preocupaciones y sus problemas.

El divorcio de la dirigencia y el poder fue total. La costumbre hace que todo pase más rápido. Pero esta semana que se dejó atrás quedará grabada para siempre. Se trató de un periodo de cenas que terminan con renuncias que, finalmente, no fueron; cartas de reto y cuestionamientos explícitos entre socios. Hubo gritos de un presidente al que la voz y la lapicera se le devaluaron con la misma velocidad que todo ocurría. Hay nuevo gabinete de viejos conocidos. Viejos competidores y hasta adversarios.

¿Habrá mejor gobierno y reacción tras el resultado del domingo pasado?. En cualquier caso, será bueno que haya más acción y esperemos soluciones que espectáculos como el vivido.