Potasio Río Colorado ya es de Mendoza, pero los directores tienen domicilio en Buenos Aires

El Gobierno nacional publicó un edicto en el Boletín Oficial y ya es oficial el cambio de conducción en Potasio Río Colorado SA. Se trata de la sociedad que tiene los derechos mineros en el yacimiento de sales de potasio ubicado en Malargüe y también que es propietario de los activos que hay en la mina. 

De la misma manera, hay tres ministros que pasaron a ser directores de la empresa minera. Se trata de Enrique Vaquié, que es presidente de la compañia, Víctor Ibañez y Mario Isgró, que son directores. El traspaso formal se hizo el 19 de febrero pasado, día en que se hizo también la Asamblea Ordinaria de la empresa. Allí se aceptó la renuncia de los representantes de la empresa brasileña Vale, que tenía a cargo la mina, y se pasó a la Provincia. 

El Estado mendocino es dueño de Potasio Río Colorado, pero los directores tienen domicilio legal en Buenos Aires. "Todos los miembros del directorio y el síndico titular constituyeron domicilio especial en Lavalle 190, 2do. Piso, oficina C, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", dice la información oficial. Solo el síndico suplente tiene domicilio en Mendoza". 

"Se aprobó la renuncia de los Directores Eduardo Santana Correia, Carlos Adrian Abad y Claudio Gabriel Labruna y de los Síndicos Titular y Suplente, Jorge Araujo Müller y Miguel Ángel Marsili, respectivamente", dice el edicto. "Se designó en su remplazo al siguiente directorio: Director Titular y Presidente: Enrique Andres Vaquie; Director Titular y Vice-presidente: Victor Enrique Ibañez Rosaz y Director Titular: Mario Sebastian Isgro; y a los siguientes Síndicos: Sindico Titular: Marcelo Fabián Vieyra; y Sindico Suplente: Lucas Gabriel Llopart. Los Directores y Síndicos fueron designados por el término de 3 ejercicios", agrega.

El acuerdo

El Estado mendocino y la empresa Vale acordaron el traspaso de los activos y los derechos de la mina, luego de un largo y desgastante proceso iniciado cuando esa empresa abandonó el faraónico proyecto, en 2012. Vale intentó primero vender el emprendimiento, sin éxito. Luego se prorrogaron los plazos para buscar socios y hasta un proyecto alternativo. La ecuación económica hacía inviable el proyecto y finalmente se acordó el traspaso sin sanciones para Vale y con los derechos totales para Mendoza.

Allí hay acuerdos de confidencialidad que no han trascendido. Ahora el Estado tiene a cargo la gestión de la mina y buscan socios. El proyecto original fue descartado y buscan ejecutar uno a escala mucho menor.