Por el ojo de la cerradura

Los inquietantes movimientos de Sergio Massa, cantos de sirena en Mendoza y reparto electoral impúdico

Sergio Massa construye en las provincias y arma otro bloque en Mendoza. Juntos por el Cambio copó la Ganadería y hubo cantos de sirena. La demagogia electoral del Gobierno nacional

MDZ Política
MDZ Política domingo, 10 de octubre de 2021 · 00:52 hs
Los inquietantes movimientos de Sergio Massa, cantos de sirena en Mendoza y reparto electoral impúdico

El inquietante avance de Massa

El Frente de Todos tiene una crisis interna y no está claro el futuro. La parcelación del poder no tiene definidos los roles futuros, pero hay actores particulares que avivan su propio sector. Sergio Massa es uno de ellos. El presidente de la Cámara de Diputados reaviva el Frente Renovador en las provincias y en la propia Buenos Aires. Mendoza no escapa a ese armado, con una particularidad: Massa tiene arraigo en el Frente de Todos, pero también en el oficialismo. Algo similar ocurre en Jujuy. 

Massa tiene aliados en todos los frentes.

La semana pasada hubo un relanzamiento del Frente Renovador en Mendoza; al menos el sector ligado al peronismo. Y aunque no estuvo presente, hubo guiños del intendente de Maipú Matías Stevanato, quien no comulga con el kirchnerismo duro y se siente más cómodo cerca de Massa. "Son amigos", refieren los allegados. La productora vitivinícola Gabriela Lizana fue la anfitriona del encuentro, una dirigente que trabaja con Stevanato, y hubo varios candidatos cercanos al maupucino, como Juan Pablo Gulino. Stevanato se mantiene orgánico y de hecho fue anfitrión del primer acto de la "nueva campaña" hiperlocal de Anabel Fernández Sagasti. Pero en ese sector creen que el futuro del PJ está más lejos del kirchnerismo. 

El agite de Massa inquieta porque hay sectores de Cambia Mendoza ligados al presidente de la Cámara de Diputados. Es el caso de Jorge Difonso y José María Videla; ambos "massistas", pero de distinto pedigrí. 

Ganadería y cantos de sirena

La Fiesta de la Ganadería de las Zonas Áridas se transformó de manera casi obscena en un acto de Juntos por el Cambio. Toda la artillería electoral de ese frente estuvo rodeando los costillares tradicionales. Y también los mariscos: curiosamente en la aridez de Alvear los radicales tienen como tradición comer paella. Alfredo Cornejo dirigió la batuta, Patricia Bullrich fue la invitada de honor, y Rodolfo Suarez tuvo que llevar algunos cantos de sirena para contrarrestar críticas y pedidos. Por eso osó mencionar la obra del canal marginal del Atuel, cuando en realidad solo se llamó a posibles interesados en hacer el estudio de base cero ambiental. No es ni proyecto, pero hubo anuncio para contrarrestar el reclamo de los productores por la falta de agua y de obras. 

No hubo figuras relevantes de la Nación y un grupo de dirigentes del PJ se animó a ir a territorio "enemigo". Lucas Ilardo, Jorge Tanús y algunos más fueron a jugar de visitantes para al menos marcar presencia. 

El oficialismo local estaba en su zona de confort. Incluso cuando habló el presidente de la Cámara de Comercio Andrés Vavrik la mayoría "aprobaba" los reclamos que tenían como principal destinatario al Gobierno nacional. Y no se dieron por aludidos cuando los dardos también apuntaban a ellos. Vavrik pidió ajuste en la política, cuestionó los candidatos testimoniales (¿Dardo para Suarez?) y reclamó por la boleta única. 

Reparto electoral impúdico y obsceno

El sorpresivo y explosivo resultado electoral de las PASO, con una derrota abultada del frente gobernante, disparó una carrera alocada de reparto de toda clase de bienes, subsidios, dinero prebendas y ventajas, con el fin de dar vuelta lo sucedido.

El gobierno nacional, las provincias peronistas y kirchneristas derrotadas, los movimientos sociales oficialistas y numerosos municipios de la provincia de Buenos Aires (fundamentalmente del conurbano) están haciendo exhibición obscena de cómo tratar de continuar socavando la dignidad de cientos de miles de compatriotas.

Plata en efectivo en La Rioja, Tucumán y otras provincias feudales se reparte en oficinas públicas y unidades básicas. Calefones, heladeras, bicicletas y demás se reparten junto a carteles de Cristina, Alberto, Kicillof y el intendente del lugar. Los movimientos sociales están recorriendo el conurbano, casa por casa, inquiriendo inquisitivamente a cada receptor de un plan acerca de su real o presunta ausencia a votar, con actitud de apriete claro y directo.

Alberto Rodríguez Saá para repetir lo que consiguió cuando fue derrotado por Poggi hace cuatro años y dar vuelta su derrota, ha desatado un festival de subsidios, créditos a tasa cero, pago a empresas privadas de sumas de dinero para que cada empleado cobre 70.000 pesos de bolsillo, entre otras delicias clientelar y populistas.

Kicillof acaba de anunciar el pago total del viaje de egresados para 220.000 alumnos de la provincia de Buenos Aires Busca el voto joven a cualquier precio, mientras el 60% de los menores no se alimentan mínimamente en la provincia que gobierna. Son pobres o indigentes.

Estos son sólo algunos ejemplos de lo que ocurre a lo largo y ancho del país administrado por el populismo derrotado y preocupado. Este festival del despilfarro y la sinrazón se da en el medio de una crisis económica grave y donde el índice inflacionario de setiembre va a traer la mala noticia de ser superior al del mes anterior.

Reparto de dinero a mansalva, con el correlato de futura mayor inflación y depreciación del peso, ya casi un bien descartable. Por otro lado, y lo que entristece y causa dolor, es la afrenta a la dignidad de quienes hace años, demasiados años, no tienen trabajo, estudios e incluso muchos tienen tradición familiar en ese estado de inanición e indignidad.

Las palabras de una parte del discurso de Máximo Kirchner en el acto de las organizaciones sociales fueron un claro reflejo de lo que arengaba e impulsaba” vayan rancho por rancho” a buscar el voto. Rancho por rancho. Sin disimulo, sin vergüenza, explícito.

Como Pérsico en el mismo acto: “repudio la alternancia democrática “. Directo, autoritario y populista. La democracia es justamente lo contrario, es la alternancia.

La República Democrática en peligro. Clasista, impúdico y cuasipornográfico.

La nueva "máquina de tirar billetes" 

El servicio en los restaurantes mendocinos

La pandemia obligó entre otras medidas, a cuarentenas en los países y cese de todo tipo de actividades. La gastronomía fue una de ellas, aunque en Mendoza hubo algo de menor impacto. Al principio con límites en cantidad de mesas disponibles, pero desde hace tiempo trabajando en forma completa y ahora, con la llegada de clima más benigno, con el pleno uso de los espacios al aire libre.

Sin embargo, el servicio a los comensales se ha resentido y esto es palpable claramente en varios aspectos. La crisis económica y la alta inflación constante impactan en forma general, pero también en algunos establecimientos donde los precios superan largamente el crecimiento general inflacionario.

También la provisión de amenities, pan y su variedad han disminuido en cantidad y calidad. Los aceites, acetos y vinagres que se ofrecen también son de marcas de menor prestigio, lo que también disminuye la prestación ofrecida.

Otro ítem que es fácilmente detectable es la cantidad de mozos que atienden a los comensales. En muchos locales gastronómicos y con habitualidad la espera de la atención es excesiva en demasía por la falta de mozos. También muchos de ellos carecen de la habilidad y experiencia necesaria, lo que agrava la poca cantidad disponible. Las porciones de los diversos platos se han visto reducidas y la variedad y calidad de ensaladas, postres e infusiones se han visto también acotadas.

Para quienes hacen uso de los restaurantes con habitualidad, estas carencias se han hecho notar con nitidez. Los mendocinos y los miles de turistas que a la brevedad van a volver a la provincia, deben recibir el mejor servicio posible y no lo que ocurre hoy.

Esto sin adentrarnos en la abismal diferencia de precios que ofrecen por ejemplo las bodegas premium de Salta en sus espacios de comida a los visitantes extranjeros o de diversas provincias del país. Es hora de volver a cautivar a los clientes con calidad, servicio completo y precios que aseguren buena rentabilidad a los propietarios, pero que no sean excesivos sin razón y prohibitivos para muchos ciudadanos.

Lo merecen los mendocinos y los turistas que eligen a nuestra provincia.

Archivado en