Juego de poder

Los tres mendocinos que marcan la agenda nacional

En lo que va del año, tres legisladores nacionales por Mendoza se han convertido en protagonistas de la política argentina. Con diferentes miradas y posturas antagónicas, se destacan en roles claves.

Mariano Bustos
Mariano Bustos miércoles, 26 de agosto de 2020 · 19:16 hs
Los tres mendocinos que marcan la agenda nacional
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Anabel Fernández Sagasti, Alfredo Cornejo y José Luis Ramón han adquirido vuelo nacional en el 2020 hasta convertirse en protagonistas de la política nacional. Por caminos diferentes y con visiones muchas veces enfrentadas, ocupan lugares sensibles y marcan la agenda política a nivel nacional. Un claro ejemplo es lo que ocurre con la reforma judicial.

Anabel Fernández Sagasti es la escudera de la vicepresidenta Cristina Kirchner en el Senado y en más de una ocasión la ha elegido como su vocera. Este lunes estuvo reunida con Alberto Fernández y es una de las abanderadas de la reforma de la Justicia que este jueves se tratará en el Senado.

Fue una de las caras visibles en la frustrada intervención del grupo Vicentin y es alfil de la vicepresidenta, quien le delega su confianza tanto para salir a hablar públicamente ante los medios como también para mantener reuniones internas en su nombre.

Mientras tanto, Alfredo Cornejo además de ser diputado nacional es presidente de la UCR a nivel nacional y uno de los referentes de Juntos por el Cambio. A fuerza de exposición mediática busca convertirse en el principal detractor de la reforma judicial y -junto con Patricia Bullrich- uno de los opositores más combativos con el gobierno nacional.

Desde que dejó el gobierno, Cornejo ha procurado evitar interceder públicamente en la gestión de Rodolfo Suarez y se ha volcado principalmente a ocupar un papel importante en el plano nacional. Pero siempre manteniendo, aunque sea en reserva y sin figurar, control sobre distintos resortes de la provincia.

Pero en los últimos meses la figura de otro mendocino ha crecido por ser considerado un factor de desequilibrio en la balanza de poder dentro de la Cámara de Diputados. Se trata de José Luis Ramón, quien como presidente del Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo ha conseguido convertirse en una pieza clave para la discusión de todo proyecto de ley. En el caso de la reforma judicial, el voto de ese bloque podría servir para que el oficialismo consiga quórum y logre sancionar una reforma que cada vez genera más polémica.

En los últimos meses Ramón ha ido ganando protagonismo y poder de negociación. Su rol fue clave para que avanzara en diputados la moratoria impositiva que desde Juntos por el Cambio aseguraban estaba hecha a medida para beneficiar a Cristobal López. A diferencia de lo que ocurre en la Cámara de Senadores, donde el oficialismo cuenta con holgada mayoría, en Diputados los números están reñidos. 

Eso no solo le da a Ramón poder de negociación de cara a las votaciones en el recinto sino también en el trabajo de comisión de los proyectos. Gracias a ello, ha logrado que tengan en cuenta sus sugerencias para realizar modificaciones a distintos proyectos pero también ha recibido críticas de la oposición, que lo acusa de ser funcional al peronismo.

Tanto Ramón como Fernández Sagasti y el propio Cornejo han sido caras visibles de la puja que existe a nivel nacional entre el oficialismo y la oposición. Sin embargo, es probable que el año que viene en el marco de las elecciones legislativas los tres vuelvan a volcarse al plano local al que nunca han dejado de seguir de cerca.

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