Entrevista

Garay: "No hemos sabido manejar la tensión de la política"

El nuevo presidente de la Corte, Dalmiro Garay, anhela que el alto tribunal se serene después de que haya una definición de la causa de María Teresa Day y dice que va a tratar de comprometer en la gestión al resto de los ministros, independientemente de la grieta. Qué piensa de sus colegas.

Juan Carlos Albornoz
Juan Carlos Albornoz domingo, 5 de julio de 2020 · 06:56 hs
Garay: "No hemos sabido manejar la tensión de la política"
Dalmiro Garay, nuevo presidente de la Corte. Foto: ALF PONCE / MDZ

Sigue sosteniendo que se quiere ir en un tiempo no muy lejano de la Corte. Pero hoy es nada menos que su presidente. Se trata de Dalmiro Garay, el ex ministro cornejista que llegó a la cúspide del Poder Judicial, en momentos de traumáticas divisiones en la cúpula.

-Hay jueces que dicen que no tienen ganas de ir a trabajar a tribunales por el mal clima que se vive ¿Cómo piensa solucionar esto?

-Yo espero que, pasando lo de Teresa Day, esto se solucione. Mientras tanto creo que voy a meterle gestión, y en la gestión todos los ministros van a tener que comprometerse, sin distinción de supuestos bandos. Lo que hay que entender es que esto genera descrédito en toda la Corte y si alguien piensa lo contrario, se está equivocando.

-¿Pero usted no cree que este conflicto contagia a todo el mundo de tribunales?  

-Mi diagnóstico es que son momentos turbulentos de la Corte, pero no del Poder Judicial. Los jueces necesitan tener tranquilidad en la cabeza. Pero ellos no tienen momentos turbulentos, el problema lo tenemos nosotros. No hemos sabido manejar la tensión de la política. Es así de sencillo. No hemos podido fijar reglas internamente que nos permitan sobrellevar las tensiones.

-Da la impresión de que la corporación judicial nunca fue perforada como ahora por la política.

-Yo prefiero que se perfore para bien, para que sea más transparente. El Poder Judicial es transparente en materia de como imparte Justicia, porque el expediente está a la vista. El área de administración del poder es lo que hay que transparentar.

-¿Por qué no suspendieron esta elección para presidente de la Corte que venía tan mal?

-No se podía ¿Cómo se incorporaba Teresa Day al Poder Judicial? ¿Como presidente? El problema era que la vacante era del presidente de la Corte y había que resolverlo.

-¿Y no podía seguir Gómez como presidente?

-¿Dónde iba Teresa en ese caso? Porque Gómez era presidente y vocal de la Sala 1. No había vacante. O había que ponerla (a Day) de presidenta. Por eso Julio (Gómez), en la resolución que convoca al plenario dice que era urgente arreglar esto. Si no, yo lo hubiese suspendido, más vale.

-Iban al precipicio y nadie quería frenar...

-Yo siempre quise acordar, pero en esto no había otra manera.

-¿Y cómo se resuelve ahora lo de Day? ¿Con un plenario en el que ella va a participar?

-Formalmente es así, no se si ella se va a excusar. Yo no sé si los miembros de la Corte tenemos que quedarnos con esta causa. No lo tengo decidido, pero creo que hay un interés directo o indirecto nuestro en saber quién entra a la Corte. Y no somos el Jockey Club.

-¿Con un año y medio de gestión se puede salir de esta situación?

-Si empezamos a reconstruir ciertos lazos de razonabilidad en el funcionamiento interno, vamos a empezar a cambiar esto. Obviamente, el tema puntual no sé si lo vamos a resolver. Pero sí podemos hacer un impasse, encapsular el tema. Por otro lado, hay un colapso en la Justicia de Familia y hemos ido al sistema digital con fierros de hace 10 años. Nos tenemos que sentar a solucionar un montón de temas. 

- ¿Considera que hay que hacer algún ajuste de los códigos de procedimiento?

-Hay que ajustar más, pero donde tenemos problemas en la Justicia de Familia, porque ha crecido mucho la conflictividad. No tenemos recurso humano para que cada conflicto sea una audiencia. En lo laboral hemos logrado bajar la litigiosidad. Y el fuero civil es uno de los mejores del país.

-Va a tener que pedirle recursos al Poder Ejecutivo, que es una eterna pelea...

-En lugar de pedir y pedir, hay que hacer un buen diagnóstico y plantear las carencias a los legisladores y al Poder Ejecutivo. Es un mal año para hacerlo, pero vamos a ver. La ley de depósitos judiciales nos permite tener fondos para tecnología.

-¿Ya habló con los ministros que no fueron a la elección?

-Sí, hablé antes de a reunión. Me pidieron que los entienda. Yo les dije que no los entendía. Yo quería que fueran y votaran en contra, total los titulares iban a ser más o menos los mismos. Lo importante es que institucionalmente Gómez convocó él a la reunión. Esto no fue la reunión de cuatro autoconvocados locos. Por resolución fundada nos notificó a todos y después dijo que no podía ir. 

-¿Qué ambición tiene a futuro como presidente de la Corte?

-Me ha costado salir de zonas de confort. Hasta ahora estaba en una sala tranquila en la que me dedicaba a sacar sentencias. Las decisiones que más me han costado en la vida son irme a la Corte y esta. Cuando tomé dimensión de que la Corte era por mucho tiempo me sentí muy mal. No es que me deprima, pero los contextos no son los mejores y el desafío es doble.

-¿Valerio también quería ser presidente?

-Pepe siempre estuvo disponible, pero él entendió que hay momentos y momentos. Quizás el momento de él era el año pasado. Es más frontal que yo y le cuesta más buscar los consensos. El fuero penal se lo ha cargado al hombro y le ha metido gestión. Ahora hay un fuero penal moderno y que funciona. Gómez es muy razonable y es un buen juez. 

-¿Cuesta mucho ser impermeable a las presiones en los fallos?

-No. En varios casos del gobierno de Cornejo hemos estado en contra y nadie nos ha llamado. No conozco esa presión. En mi sala hasta tachamos el nombre de las partes y de los abogados para resolverlas. La duda del justiciable está a salvo. 

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