Energía

Petróleo maldito: del sueño de Vaca Muerta, a la pesadilla de la pandemia

La actividad petrolera sigue en crisis y parada. Trabajadores amenazan con paros y a ello se le suman reclamos legales.

Pablo Icardi
Pablo Icardi sábado, 13 de junio de 2020 · 15:03 hs
Petróleo maldito: del sueño de Vaca Muerta, a la pesadilla de la pandemia
Foto: Archivo MDZ

El cambio es tan brutal como se comunica oficialmente: hace un año los potenciales inversores recibían noticias de la "buena productividad" de los pozos petroleros en la lengua mendocina de la formación Vaca Muerta. Hoy, por la misma vía, se comunica el cierre de pozos, la suspensión de personal, la caída de las inversiones y el ajuste interno de las empresas. El petróleo pasó de ser una de las esperanzas para buscar un rebrote económico, a una pesadilla: las empresas medianas y chicas tienen la actividad menguada a casi cero, YPF está sobredimensionada en su logística (para la coyuntura de hoy) y hay puestos de trabajo en juego. 

La crisis generada por la pandemia generó un parate intempestivo, pero la industria petrolera ya tenía en Argentina sus propios problemas. Por eso la salida también será escalonada: la pandemia podrá terminar en el mediano plazo y con ello habrá al menos una mínima reactivación, pero otros problemas estructurales se mantendrán. Las cuentas públicas de Mendoza dependen cada vez menos de los recursos generados por el petróleo (son el 8% del Presupuesto) y este año la caída había sido brutal. Con el precio del barril regulado en 45 dólares la recaudación aumentará, aunque por ahora no la inversión. 

Hubo acuerdos entre el Estado, los gremios y las empresas para bajar salarios a cambio de mantener los puestos de trabajo. Incluso hay empresas en que redujeron a más de la mitad los sueldos. Sin embargo, no se cumpliría en todos los casos. Uno de los gremios petroleros anunció paros en los yacimientos.

Petroleras en crisis y un área maldita

Petrolera El Trébol era el emblema que usaba el Gobierno para mostrar actividad en Vaca Muerta. En el área Puesto Rojas se realizaron las pruebas piloto de fractura hidráulica y también se otorgó la primera concesión de petróleo no convencional por tres décadas. Hoy, todo está frenado.  "Si bien la Compañía se encuentra actualmente revisando su posición, no tiene otra opción que cerrar la producción de crudo en sus áreas operadas Puesto Rojas (petróleo no convencional), Atamisqui y Tupungato", había explicado la compañía, que tiene un duro plan de achique de inversiones, personal y gastos.

El petróleo no convencional es la "tierra prometida" para la industria petrolera, pero con un horizonte de corto y mediano plazo. Es que se cree que en un par de décadas la matriz energética mundial demandará menos petróleo y podrían hacer obsoletas o poco rentables las inversiones en extraer el crudo de las rocas.

 

Mientras tanto, Mendoza tiene sus karmas particulares. Uno de ellos es el área Chañares Herrados, que tiene a su cargo la empresa Medanito. Se trata de un área petrolera ubicada en Tupungato cuya concesión fue retirada a la empresa por falta de cumplimiento del plan de inversiones. El Gobierno, aún en la gestión de Cornejo, licitó nuevamente el área pero el proceso quedó suspendido por la pandemia. Sin embargo el litigio no terminó: además de una demanda en la Corte, Medanito pidió un arbitraje para evaluar los "daños y perjuicios" que, aseguran, tuvo la empresa por la quita de la concesión.

Es un mecanismo previsto en el contrato de concesión y el acuerdo posterior. La misma empresa sugiere que en caso de que no haya acuerdo podría recurrir a la Cámara de Comercio Internacional, un sitio donde no hay buenos antecedentes para el Estado argentino. La concesión de Chañares era un combo con el área Puesto Pozo Cercado, que explotaba la misma petrolera y fue caducado antes. Medanito insistía en sostener la concesión y se mantuvo explotando el área por pedido del Ejecutivo hasta que hubiera un nuevo concesionario. Claro, la realidad le pasó por encima: la suspensión que no se ejecutó vía administrativa, lo logró la crisis. Hoy, el área está sin producción y con la operación mínima por la falta de demanda. 

 

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