Tires y aflojes, dimes y diretes: Cristina y Alberto un solo corazón (con marcapaso)
El periodista y politólogo Fernando Laborda publicó una columna de opinión a la que tituló "El cristinismo busca votos para una amnistía general".
El periodista y politólogo Fernando Laborda publicó una columna de opinión en el diario La Nación, donde además se desempeña como Jefe de Editoriales, en la que analiza el desempeño de Cristina y Alberto durante este año, la relación que han mantenido y las dudas previas y actuales que se suscitaron en torno a quién de ellos dos en verdad manejaría el poder.
El análisis de Laborda repasa las cartas de Cristina, que han sido varias, las declaraciones que ella hizo recientemente y que apuntó hacia la misma dirección a las que había apuntado las misivas: el gabinete de Alberto Fernández; y la reacción que ha tenido el presidente frente a estos actos de la vicepresidenta.
"(...) el Presidente pareció ponerle por primera vez un límite a Cristina Kirchner tras el ultimátum vicepresidencial que exigía cambios en el gabinete", considera Laborda. Se refiere con ello a la respuesta que el presidente dio tras las declaraciones de la vicepresidenta en el Estadio Único de La Plata cuando, en un acto "que había sido pensado para transmitir unidad en la coalición oficialista", ella "volvió a desgastar al Presidente". A ese hecho se le sumaron el "de Alicia Castro acusando al vocero presidencial de no aplaudir a la expresidenta o la del diputado Nicolás Rodríguez Saá fustigando a Felipe Solá por 'reírse' de Cristina.
Estos actos, dice Laborda, acentuaron la tensión. Al respecto, "Alberto Fernández reaccionó con mayor rapidez que otras veces. Pero no se animó a ratificar a su gabinete en el mismo acto de La Plata", sino que espero unos días. Sobre esto, el politólogo se pregunta "cuánto hubiese durado, con Néstor o Cristina Kirchner al frente del Poder Ejecutivo Nacional, un vicepresidente que se plantara con un discurso tan voraz como el que la expresidenta le hizo escuchar en La Plata al jefe del Estado".
Entre otros gestos que apuntarían contra la gestión de Alberto, el periodista considera además que el "reciente elogio (de la vicepresidenta) a la pasada gestión en el Ministerio de Economía de Axel Kicillof fue un claro mensaje a Alberto Fernández y a Martín Guzmán". En este sentido, asegura que, a raíz de esos dichos, la esperanza que había generado el ministro de Economía "entre empresarios y el staff técnico del FMI que evalúa la posibilidad de una renegociación de la abultada deuda argentina con el organismo se diluyó en menos tiempo que canta un gallo".
Continúa sumando hechos y señala el de que la "vicepresidenta ha sugerido que la inflación no baja porque no se están controlando debidamente los precios". En este sentido, Laborda reflexiona y asegura que Cristina debería "recordar que durante su primer gobierno, entre 2007 y 2011, la Argentina perdió alrededor de 11 millones de cabezas de ganado por los controles sobre el comercio exterior justificados por la fracasada idea de "cuidar la mesa de los argentinos".
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