El 2021 parece un horizonte de páramo o desierto económico para Argentina

Desde el sector telecomunicaciones con el último anuncio, la medicina prepaga, las tarifas de gas, luz y agua, los Precios Máximos, a la inflación que se estima, todos y cada uno de esos factores son para el analista Pablo Wende, una bomba de tiempo que el Gobierno nacional viene desaprovechando oportunidades para desactivarlas. "La política del garrote se vuelve a imponer ante la ausencia de medidas de fondo y convincentes para dominar la inflación", dice en su nota para Infobae. 

Hay puntos de la economía que para algún sentido común pueden sonar bien, pero Wende alerta sobre la doble cara del asunto. "El contraste con el resto del mundo es cada vez mayor. La inflación de 3,2% de noviembre fue vista como un “alivio” porque bajó respecto a octubre. El mismo mes todas las economías sudamericanas, excepto Venezuela, tuvieron índices muy por debajo del 1%", asegura el analista.

Una vez más, el problema de fondo parece no tener propuestas gubernamentales como para resolverse. Por el contrario, las medidas "parche" afloran por todos lado. Sin ir más lejos, el jefe de Gabinete se reunió la semana pasada con intendentes del Gran Buenos Aires para acordar arreglo de precios. Pero eso, ¿arregla el tema inflacionario? se pregunta Wende. "No aparecen medidas serias para combatir el fuerte salto inflacionario que se avecina. Sólo más controles, más férreos y sobre una mayor cantidad de sectores. El costo será una caída en la calidad de los servicios y peligro creciente de desabastecimiento".

Distintas consultoras "coinciden en que la inflación del 2021 podría saltar al 50%, aunque algunos cálculos también estiman entre 55 y 60%", por eso, medidas paliativas pero que no resuelven el problema que a la Argentina la atraviesa desde hace décadas, parece un eslabón más para la cadena infinita de la irresolución de problemas.

"Seguir pisando tarifas, meterse a regular otros precios de servicios, mantener congelados los valores de los alimentos y evitar un salto cambiario son las maneras que tiene el Gobierno para tratar de contrarrestarla", dice Wende en todo preocupado. Sin embargo, sostiene que la forma "para calmar la inflación sería avanzar con un plan fiscal coherente. Por eso, "el Gobierno juega con fuego al no plantear seriamente un programa con mayor equilibrio fiscal".

Para el 2021, el panorama parece más complicado: el Presupuesto 2021 no incluye fondos para atender a empresas con ayuda para salarios a sus empleados frente a lo que puede persistir como la pandemia, desaparecieron el ATP y el IFE, sin embargo, un rebrote de Covid-19 está latente.

Mientras tanto, dice Wende, el Gobierno nacional comunica un discurso de esperanzas, pero "según una encuesta publicada por Synopsis, la imagen negativa del Gobierno pasó en un mes del 51% al 55%, mientras que la positiva se ubica en sólo 32,7%, la peor desde que arrancó la gestión de Alberto Fernández".