Economía

Crisis: la caída de "elefantes de Mendoza" y la búsqueda de unicornios

Las empresas grandes de Mendoza están en crisis y afecta al empleo. El Gobierno asegura que buscan ampliar la matriz productiva. Pero hay pocos sectores con potencial. La industria de la tecnología, la gran apuesta.

Pablo Icardi
Pablo Icardi miércoles, 7 de octubre de 2020 · 09:57 hs
Crisis: la caída de "elefantes de Mendoza" y la búsqueda de unicornios
Foto: ALF PONCE / MDZ

IMPSA, una de las empresas emblema de la Provincia durante más de 100 años, espera un rescate nacional. La constructora Cartellone también está en crisis y no puede dar pelea para participar de proyectos grandes. CEOSA, una constructora que creció de manera brutal durante los últimos 15 años atada a contratos con el Estado, debió ceder muchos de sus bienes a un banco para no quebrar. Green está concursada. Las petroleras que habían invertido comenzaron a retraerse y hasta YPF es "humilde" en cuanto a los proyectos de inversión en Mendoza La mayoría de las grandes firmas agroindustriales están en una crisis terminal. Es un símbolo de la decadencia económica.

Los "elefantes" de Mendoza se caen. No se trata de un comentario zoológico. De esa manera se denominan a las grandes empresas (de más de 500 trabajadores) que tienen el poder de generar riqueza y dinámica económica. En Mendoza la crisis que se arrastra desde hace años las desinfló. Y hay un panorama incierto: con las dificultades que tiene el país para generar riqueza, se complica también el despegue local. El gobernador Rodolfo Suarez asegura tener como obsesión ampliar la matriz productiva de Mendoza. Bajo esa consigna hay más entusiasmo que ideas. Se cayó el intento de reflote de la minería; la industria petrolera está en una crisis profunda y la agroindustria no genera los mismos recursos que antes.

En ese panorama hay un sector que sí tiene un crecimiento incipiente, pero requiere de un cambio generar que va desde el sistema educativo hasta la infraestructura y la logística: la industria del conocimiento. "No se trata de que todos sepan programar. Pero sí tener en cuenta a la tecnología como insumo básico y para buscar respuesta. Desde una desarrolladora de software,hasta una empresa que piensa sistemas de riego inteligentes. La tecnología resuelve problemas y se puede agregar valor desde ahí", explica a MDZ el gerente de una multinacional.

Unicornios por elefantes

La debacle de "los elefantes", de las empresas grandes, se nota en los datos también. En Mendoza el desempleo supera el 15%. La pandemia afectó sobre todo a las personas que tenían trabajos informales. Pero hay un problema estructural también. Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo de la Nación, cayó un 8% el empleo formal registrado en la Provincia comparando el 2019 con el 2020. Se trata de empleos estables, con todas las garantías.

La caída de IMPSA es una síntesis de los problemas. Esa empresa se expandió por todo el mundo con valor agregado generado en Mendoza.

Curiosamente ahora IMPSA, que no es controlada por Pescarmona, pidió un rescate al gobierno nacional conducido por el kirchnerismo. En paralelo los ex directivos de la empresa esperan que se inicie el juicio por los "cuadernos" de la corrupción donde dieron testimonio de cómo pagaron coimas y dádivas a funcionarios del kirchnerismo durante el gobierno de la actual vicepresidencia. En argentina la historia es cíclica; en espiral .

Cartellone es otra de las grandes empresas que entró en decadencia. Un dato simbólico es que la constructora no participó de la licitación para construir Portezuelo del Viento. Allí hay otro emblema: es el caso inédito de contratación de una empresa China para una obra que no requiere financiamiento. Las empresas locales no podían calificar para liderar la obra y tampoco las nacionales. Por eso Sinohydro es quien conduce el único consorcio que compite para hacer la represa, con dos constructoras locales e IMPSA secundándolas. Incluso las empresas medianas que buscaban ser parte del negocio, quedaron afuera. En el consorcio Malalwe dos de las tres empresas están en problemas. Una es IMPSA, que está en manos de los bancos y pidió un rescate. Y la otra es CEOSA, que debió ceder sus bienes al banco Supervielle.

En el plan que Suarez piensa ejecutar para mejorar la economía de Mendoza hay un sector que sí crece, aún a pesar de las dificultades. La industria tecnológica es el único sector donde no se han perdido trabajos, por el contrario. De hecho hubo inversión y llegaron algunas de los "unicornios", como Mercado Libre. Todo, sin poder esquivar obstáculos. La ley nacional de la industria del conocimiento quedó congelada a pesar del consenso previo y sigue en medio del barro legislativo. En Mendoza se promueven esas empresas, pero aún falta infraestructura. "No hay edificios preparados para oficinas de empresas tecnológicas. No es un problema grave, pero si se quiere promover la llegada de grandes empresas hay que tenerlo en cuenta", explican desde el sector. El Parque TIC es un lugar donde se gestan proyectos, pero aún tiene un crecimiento incipiente.

El tema tiene una impronta virtuosa en la Provincia: saltó la grieta y hay acuerdo político para avanzar en la promoción. "Es un sector que tiene licencia social sin discusión y no tiene techo, salvo algunas decisiones políticas que pueden perjudicar. En Mendoza hay mucho potencial", explicó Fabricio Cuaranta, del Polo TIC.

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