La herencia ineludible que le deja Cornejo a Suarez

Rodolfo Suarez no se puede quejar por fidelidad política. Y Alfredo Cornejo no lo puede evitar por la realidad económica. El gobierno actual le dejará una herencia incómoda e ineludible al equipo que conducirá la Provincia desde el 9 de diciembre, que se suman a los condicionamientos que la realidad nacional le impone.

La más dura de esas herencias tiene que ver con las tarifas.Ya se detonaron los mecanismos de actualización de los precios de esos insumos y en los primeros días de la gestión de Rodolfo Suarez deberían ejecutarse.

El primero en la lista es el transporte, el más delicado por el impacto que tiene en la población. Tras la audiencia pública para evaluar los costos del transporte público, ahora el Ente Regulador, la Secretaría de Servicios Públicos y el Gobernador deben evaluar cómo se amortiguan las subas. Por un lado cuánto deciden aumentarle a las empresas concesionarias lo que cobran por el servicio y, luego, qué porción de esos costos se trasladan a la tarifa. Hasta ahora el Estado absorbió buena parte de las subas para mantener el precio del boleto en $18. Los empresarios pidieron un ajuste del 40%. A la vez, en enero vencen los plazos para que los concesionarios cumplan las exigencias de la licitación y cambia la ecuación para calcular lo que cobran.

También comenzó el proceso para actualizar la tarifa del agua y el saneamiento para la empresa Aguas Mendocinas (AySAM). A principios de año se renovó el plan de convergencia tarifaria que preveía tres etapas para, nuevamente, intentar el equilibrio en la empresa. La audiencia pública es el 20 de diciembre, ya con el nuevo gobernador en funciones. Será Suarez quien también deba decidir cuánto aumenta esa tarifa y cuánto pone el Estado. En ese caso hay otro dato de contexto ineludible.

La discusión por el aumento de esa tarifa se dará mientras la calidad del servicio está en crisis. Para diciembre se van a potenciar las dificultades de acceso al agua potable en algunas zonas del Gran Mendoza. No es una especulación: con los primeros calores primaverales, ya hubo zonas de Capital y Las Heras que estuvieron semanas sin agua o con baja presión. La crisis hídrica y de infraestructura no tendrá solución para esta temporada. Por eso el panorama es delicado en la prestación de ese servicio. En el expediente iniciado por Aguas Mendocinas la empresa busca avanzar en“la Primera Etapa de la Continuidad del Programa de Recomposición y Convergencia dispuesta por Decreto Nº 183/19 para la Empresa AYSAM SAPEM de la que se desprenderán las alternativas de propuestas para que el Poder Ejecutivo disponga adecuar los valores tarifarios y precios de los servicios que presta AYSAM SAPEM, con el objeto de intentar alcanzar el equilibrio presupuestario operativo  de  la  empresa”.

En cuanto al servicio eléctrico, la provincia tiene frenada la actualización por inflación que le corresponde a las distribuidoras. Esa situación podría cambiar para no generar una mora en el cumplimiento de los compromisos.

Presupuesto a ciegas

Mientras tanto, el equipo de gobierno que asumirá ya trabaja en el Presupuesto provincial. Pero en gran parte lo hace a ciegas. La falta de certezas a nivel nacional complica los cálculos, pues. La gestión de Mauricio Macri tomó medidas que afectaron las cuentas provinciales por el congelamiento del precio del petróleo, la quita del IVA a un grupo de productos y también devoluciones en Ganancias.

Todas esas medidas afectan los recursos de Mendoza y no se sabe si continuarán o no. Al mismo tiempo, se especula con otra reforma impositiva que podría tener repercusión en las cuentas provinciales. Cerca de la mitad de los recursos del Estado de Mendoza son de origen provincial y otros, como las regalías, dependen de decisiones federales. Por eso los condicionamientos del nuevo gobernador para armar el “plan de gobierno” que representa el Presupuesto.

Las paritarias serán el primer desafío político que tendrá Suarez y también tiene que ver con el cálculo de recursos. La cláusula gatillo no seguirá como hasta ahora. Y, en cambio, podría haber mejoras sujetas a mayor recaudación. Es decir, ponerle un condicionamiento. 

La "caja" de Mendoza, aseguran en Hacienda, es sólida pero finita. Los ahorros que tiene la provincia tienen un horizonte complicado porque las variables se cruzaron: gastos atados a la inflación, pero recursos anclados en la recesión. La caída del producto bruto geográfico, es decir la riqueza que genera la provincia, tiene repercusión en las cuentas. Y no hay perspectivas de un salto en el corto plazo.