Se define la pelea petrolera: soberanía o coloniaje
Parece una discusión de siglos atrás, pero la verdad es que las palabras se ajustan bastante a las opciones que los gobernadores petroleros tendrán hoy ante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner: soberanía federal, o coloniaje. Decisión en manos de los dueños del recurso, o rodilleras. La última disyuntiva es tan grosera como gráfica y sirve para entender el fondo de la pelea por riquezas como la de Vaca Muerta. Los diez gobernadores de las provincias petroleras entre ellos el mendocino Francisco Pérez, se reunirán hoy desde las 18:30 con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Antes, a las diez de la mañana, los mandatarios van a anticipar posiciones en el marco de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI), que preside el peronista chubutense Martín Buzzi. En ese cónclave estará el ministro Julio De Vido. Entre un evento y otro el juego de presiones será enorme.
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La pelea de fondo es por quién maneja el petróleo no convencional, una fuente de riqueza tal que podría asegurar 300 años de progreso a aquella región que lograse los recursos para explotar este tipo de hidrocarburo, metido en la piedra y la arcilla a más de 3.000 metros de profundidad.
El desarrollo del shale oil y gas en la Argentina podría requerir más de 25.000 millones de dólares en menos de diez años, cantidades de dinero siderales que ni las provincias, ni YPF ni el gobierno nacional disponen. Y por eso comenzó una pelea de poder porque el CEO de YPF Miguel Galuccio no quiere que las empresas provinciales de energía participen “gratis” del negocio, como “carry” de los que sí invierten. Ni que haya diez modelos distintos de licitación que terminen ahuyentando a los inversores. Además, el ejecutivo de la petrolera estatal –con el apoyo de la presidenta- quiere que las provincias rebajen impuestos a las petroleras y cobren menos regalías por el petróleo no convencional, a modo de promoción industrial, para que con el dinero de los impuestos vayan amortizando capital.
Los gobernadores, en general, acuerdan que el modelo de negocio del shale no cierra, pero no quieren cederle a Galuccio ni al gobierno nacional la potestad de dónde se explota y dónde no, con quiénes, y cuánto deben ganar las provincias. La razón es simple: para Galuccio, el país es un “yacimiento único” petrolero donde puede decidir en base a argumentos técnicos dónde explorar y dónde no. Pero los jefes provinciales quieren ser ellos los dueños de las decisiones. “Es una pelea de poder… después, podemos acordar los temas específicos… pero en principio es eso…” dijo uno de los gobernadores consultados. El primer efecto colateral de esta pelea fue que YPF no se presentó a la licitación de tercera ronda de áreas petroleras en Mendoza, descolocando por completo al gobierno de Pérez, que no obstante siguió adelante.
¿Qué esperar de las reuniones de hoy? No habrá aún definiciones concretas. El gobierno nacional suspendió la circulación de papeles y el flujo de información hacia los gobernadores, luego de que MDZ ventilase la semana pasada un borrador como base del acuerdo federal que el gobierno nacional quiere hacer, para imponer sus condiciones a los gobernadores. Ese “paper” contenía el marco general para medidas que los mandatarios no aceptan, como correr a las empresas de energía de la participación del negocio si no es en “condiciones competitivas”, o bajar las regalías para el shale. “Mañana no habrá definiciones. Es un primer acercamiento. La verdad es que hoy no hay ninguna posibilidad política de hacer una ley que nos reste poder. Y si la imponen, ellos saben que habrá quilombo. Uno bien grande. Todos vamos a tener quilombo… Las advertencias ya están todas hechas…” dice uno de los mandatarios poderosos de la OFEPHI que dialoga con este medio. Cuando se le pide ampliar el concepto “quilombo” habla de graves rupturas institucionales.
Otro de los gobernadores lo explica en clave política: “Durante dos siglos, las provincias fuimos las colonias internas del gobierno nacional. La mayor renta y el poder de decisión de todos los recursos de extracción: petróleo, gas, oro, el mar, subsuelo, los bosques… todo era nacional. Eso se acabó con la Constitución de 1994 y con la Ley Corta, y un señor que se llamó Néstor Kirchner. No vamos a retroceder ni un paso. Nosotros tenemos nuestra propia soja” advierte.
Hay quienes comprenden el planteo de YPF. Los mandatarios más poderosos, Sapag, Buzzi y Pérez según un “orden petrolero”, saben que el negocio del shale no cierra y que Nación tiene potestad de dictar las políticas. Pero no quieren retroceder. Pueden ceder Ingresos Brutos o tener un esquema de regalías diferenciadas para el petróleo no convencional metido en la arcilla, que es mucho más trabajoso de obtener. Pero no piensan de ninguna manera en bajarse del “acarreo”, es decir, insisten en ser socios privilegiados de las explotaciones para obtener la mayor renta posible.
Los gobernadores intentarán un bloque común, pero dentro de los petroleros hay “ricos” y “pobres”. Neuquén, Chubut, Mendoza, y Santa Cruz son “ricos”, y Salta, Jujuy, Tierra del Fuego, La Pampa, Río Negro y Formosa son “pobres”. Sapag avanza con una polémica ley, la que generó la pelea con YPF de la que Mendoza paga consecuencias. Buzzi tiene en Chubut sus propios intereses producto de una gran riqueza y de un yacimiento equivalente al 40 % de Vaca Muerta en No Convencional. Y “Paco” Pérez, según planteó ayer el periodista Marcelo Arce en MDZ, busca un negocio alternativo con Galuccio: “…el mandatario mendocino llevará una propuesta de negociación: le dirá a YPF que está dispuesto a resignar su participación en el negocio, a cambio de que YPF ceda de manera total o parcial áreas en las que prácticamente hoy no invierte y tiene concesionadas para que la provincia pueda re licitarlas, bajo el sistema actual de participación de EMESA, a otras empresas privadas…” dice Arce. Y cuenta que Galuccio le prometió a Pérez que no avanzará sobre las regalías ni sobre la potestad de las provincias sobre el petróleo.
Pero poco o nada se sabe de las estrategias de los gobernadores petroleros “pobres”. Para evitar sorpresas, trascendió ayer que el chubutense Buzzi organizó un encuentro sin funcionarios nacionales, almuerzo incluido, en la Casa del Chubut, desde la una de la tarde. La idea es evitar que haya gobernadores dispersos por la Casa Rosada dispuestos a escuchar el canto de sirena del gobierno nacional. La mayoría de los mandatarios necesitan recursos urgentes, más que el agua o el aire.
Anoche, una versión de última hora decía que el gobierno nacional habría desistido de impulsar una ley que fije las condiciones de explotación del petróleo y el gas no convencional, a cambio de un compromiso público tipo “Pacto fiscal” pero sin ratificación en el Congreso, ya que una discusión política donde todas parecen “malas” para las provincias sería insostenible para los gobernadores. Ninguno de ellos quiere aparecer como el mandatario que le entregó el petróleo a Cristina. Hoy empieza la pulseada en serio…
Pero nadie sabe cómo termina.

