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Cambió de género en la cárcel, violó a siete presas y ahora va a juicio

La detenida que llegó a la cárcel femenina tras su cambio de género, irá a juicio por violar a otras siete presas, con el agravante de que tenía sífilis.

La detenida llegó a la cárcel de mujeres de Bouwer tras pedir el cambio de género. Está acusada de haber abusado de siete presas y contagiarlas de sífilis.

La detenida llegó a la cárcel de mujeres de Bouwer tras pedir el cambio de género. Está acusada de haber abusado de siete presas y contagiarlas de sífilis.

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La Fiscalía de Instrucción de Delitos contra la Integridad Sexual de la provincia de Córdoba, a cargo de Juan Ávila Echenique, requirió la elevación a juicio de una detenida de 34 años que llegó a la cárcel de mujeres de Bouwer tras pedir el cambio de género. Está acusada de haber abusado de siete presas y contagiarlas de sífilis.

La causa generó repercusión a nivel nacional y puso en discusión los traslados penitenciarios vinculados a la identidad de género.

De acuerdo con la acusación, Gabriela Nahir Fernández habría sometido a distintas internas a episodios de violencia sexual, contagiándolas de sífilis, enfermedad de transmisión sexual que portaba en ese momento. Se le atribuye ser autora de abuso sexual simple reiterado, en concurso con abuso sexual gravemente ultrajante continuado, agravado por el conocimiento de ser portadora de una ETS grave.

En uno de los hechos, la Justicia también la señala como coautora de abuso sexual con acceso carnal mediante objetos, ya que habría actuado con otras dos internas: Ingrid Roxana Florindo (42) y Rocío Belén Montoya (26), imputadas como partícipes de un ataque a una de las víctimas. Otro episodio suma la agravante por el uso de un arma en grado de tentativa.

Actualmente, Fernández se encuentra alojada en un sector de aislamiento dentro del penal femenino, mientras avanza la preparación del juicio.

Cárcel y cambio de género

El caso tuvo impacto político meses atrás. La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se manifestó en contra de los traslados carcelarios motivados únicamente por la autopercepción de género. “Se le otorgó el cambio a una persona que ya había cometido un abuso sexual afuera de la cárcel, se la trasladó a un penal de mujeres y volvió a abusar dentro”, ejemplificó en referencia a Fernández.

En Córdoba, la situación abrió un debate institucional. La Provincia analiza adherir a la resolución nacional que impediría modificar el lugar de detención por cambios de identidad de género posteriores a la condena.

El criterio que se busca establecer es que, si la sentencia es como varón, el cumplimiento sea en una unidad masculina; y si es como mujer, en un penal femenino.