Las pruebas contra "La gatita" de Martelli, el joven acusado de degollar y matar a su madre
Un chico de 19 años apodado de esa manera en el ambiente de la noche es el único sospechoso por el asesinato de María Imbrogiano . La víctima tenía cortes en la yugular.
Un estremecedor caso de matricidio sacudió al barrio de Villa Martelli, en el norte del Conurbano bonaerense. María Imbrogiano, de 50 años, fue hallada sin vida en su vivienda con una herida en el cuello. Su hijo de 19 años, Agustín "La gatita" Imbrogiano, fue detenido luego de que su relato sobre los hechos presentara numerosas contradicciones.
El caso se inició con una llamada al 911 realizada por el joven, quien reportó que su madre se había quitado la vida en su hogar, ubicado en la calle Laprida, cerca del cruce con Talcahuano. Sin embargo, cuando la Policía llegó al lugar, encontró varias inconsistencias en la versión del sospechoso. Además de esto, el acusado presentaba cortes en su mano derecha, lo que aumentó las dudas en su contra.
El trabajo de la Policía Científica confirmó que la víctima había sido degollada, descartando rápidamente la hipótesis de suicidio planteada por su hijo. Las investigaciones preliminares también indican que el presunto agresor habría intentado limpiar la escena del crimen para ocultar sus actos.
El llamado al SAME (Sistema de Atención Médica de Emergencia) lo hizo la pareja de Leandro: "Hola, sí, tengo un fallecido. Hubo una discusión muy fuerte acá en la casa entre mi novio, que era el hijo de ella, y se fue muy de las manos", se escucha en la comunicación.
La fiscal Lida Osores Soler, de la Unidad Funcional Temática de Violencia Familiar y de Género, tomó intervención inmediata en el caso. Según las primeras hipótesis, el asesinato podría haber sido el resultado de una disputa familiar que escaló de manera fatal. Además, se supo que el joven contaba con antecedentes por lesiones leves y desobediencia.
Relación conflictiva
Una vecina de la familia indicó a Crónica TV que "el chico le pegó muchas veces a su mamá" y que "tuvo restricciones dos veces, pero ella lo perdonaba y él volvía". La presunta falta de voluntad de Agustín para trabajar y su elección sexual profundizaban un vínculo violento: "Que feo y doloroso que tu propia madre no entienda que te sentís mal", publicó horas antes en sus redes.
Según allegados a la familia, el acusado no trabajaba pero le demandaba dinero a su madre ya que se lo veía habitualmente en un boliche porteño, a tal punto que tenía allí su apodo: "La gatita de Warhol". Esta versión cobra fuerza según algunas conversaciones de WhatsApp entre ambos: "Si no hacés esfuerzo para trabajar, te quedás afuera", se lee en un chat.

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