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Hartazgo y enojo de los comerciantes de la Arístides Villanueva por la inseguridad y falta de protección en la zona

Los comerciantes de la convocante calle Arístides Villanueva están muy preocupados por la inseguridad y los permanentes hechos que viven mientras trabajan. Testimonios.

Ariel Cubells
Ariel Cubells domingo, 12 de marzo de 2023 · 07:10 hs
Hartazgo y enojo de los comerciantes de la Arístides Villanueva por la inseguridad y falta de protección en la zona
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ
Hartazgo y enojo de los comerciantes de la Arístides Villanueva por la inseguridad y falta de protección en la zona
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ
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No todo lo que brilla es oro en una de las zonas más coquetas y concurridas de la Ciudad de Mendoza. La popular calle Arístides Villanueva es una de las propuestas más elegidas por mendocinos y turistas a la hora de pasar un buen momento y de degustar comidas o algún trago, sin embargo, quienes día a día pasan allí largas jornadas de trabajo están preocupados por la creciente inseguridad y el accionar violento de sujetos que frecuentan los bares, restoranes y otros negocios. 

Los comerciantes afectados, de todos los rubros, están movilizados y esperan una reunión con autoridades de la Municipalidad de Capital para obtener soluciones, ya que se sienten desamparados por la Policía. "Nos cansamos de llamar al 911, pero la respuesta es siempre la misma: 'Tenemos un solo patrullero para la Quinta Sección y somos cinco policías, nada más'. Vienen con buena voluntad, con predisposición, aunque nos dicen que no pueden hacer nada con la gente de la calle", le contó a MDZ  Soledad Giménez, propietaria de Ferruccio Soppelsa. 

Es que no solo se producen robos y hurtos en las inmediaciones de este convocante polo gastronómico y comercial, sino que también los trabajadores y clientes sufren, en algunos casos, el hostigamiento de vendedores ambulantes muy insistentes o de personas que piden una ayuda económica y por momentos se tornan violentos. La Comisaría Quinta es la seccional de la jurisdicción. 

Más allá de la diversión y las luces que muestra noche tras noche la Arístides Villanueva, "en lo oscuro se esconden robos, amenazas y movimiento de droga", aseguraron los comerciantes. 

"Me indigna que no haya seguridad para que la gente trabaje con tranquilidad. Hace unos días fue el aniversario de la Arístides e hicieron una fiesta; todo muy lindo, pero acá a diario no podemos trabajar en paz", remarcó Soledad. 

Y agregó que los hechos delictivos son de todo tipo: robo de motos, hurtos de celulares de los mostradores o de las mesas aprovechando algún descuido o generando movimientos de distracción, sustracción de sillas y vajillas, el accionar de carteristas, amenazas y hasta circulación de billetes truchos. 

"Pasa de todo... por ejemplo, a nosotros se nos sientan clientes que toman. llegan al estado de ebriedad y nos dicen que no nos van a pagar. La situación está complicada; yo tengo seguridad privada y ocho cámaras en el local, pero no alcanza. La Policía nos dice que no pueden hacer nada", señaló Mauricio Cabrera, dueño del bar Maldito Perro. 

Foto: Maximiliano Ríos/MDZ 

"Sentimos miedo cuando cerramos, a la hora de hacer el stock de caja y en la salida. Tratamos de organizarnos para salir todos juntos", añadió el comerciante. 

En el caso de Eugenia Guzzo, responsable de Churrico, su situación es algo distinta ya que no tienen actividad por la noche, cuando se registra la fuerte convocatoria en la calle Arístides Villanueva. "Durante el día es menor el movimiento, pero igual nos han robado. En una oportunidad nos sacaron cuatro sillas, y en otra estaban a punto de llevarnos dos más pero mi marido lo vio y pudo evitarlo. También quisieron sacarnos un celular", recordó la mujer. 

Violentos 

Además de la sustracción de objetos de valor (teléfonos, carteras, sillas y vajilla, entre otros), en la zona hay cansancio y temor por la conducta de varios sujetos que circulan frecuentemente. 

"Se meten al local a pedir algo, y cuando los sacás se violentan. Yo tengo una empleada que es permanentemente amenazada", explicó Soledad. 

"Se generan situaciones incómodas para los clientes, turistas y para quienes estamos trabajando", apoyó Mauricio, en relación a vendedores ambulantes que en varias ocasiones no se comportan de manera respetuosa. 

A modo de cierre, y con frustración, los comerciantes fueron contundentes.  "Estamos hablando posiblemente de la arteria gastronómica más importante de la provincia, pero que no tiene la seguridad correspondiente. Los operativos no son acordes, o no se hacen sentir", finalizó Cabrera. 

"Parece todo muy lindo. Con extranjeros y mucha gente todos los días, aunque hay un lado de la Arístides que nadie ve", completó Giménez. 

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