"Ya no se puede confiar en nadie"

Fue a comprar marihuana y le dieron una sustancia infumable

El hecho ocurrió en Brasil, cuando efectivos policiales detectaron que un conductor manejaba de forma sospechosa. Al requisar el vehículo, destaparon una extraña historia de consumo, dealers y picardía.

MDZ Policiales
MDZ Policiales jueves, 7 de octubre de 2021 · 20:22 hs
Fue a comprar marihuana y le dieron una sustancia infumable
El magro botín que consiguió el comprador

El hecho tuvo lugar en Brasil pero le podría haber ocurrido a casi cualquier habitante de Sudamérica. Y se resume así: un hombre fue a comprar marihuana y cuando revisó lo que le habían dado descubrió que eran ladrillos

La trama se destapó esta semana, cuando efectivos policiales detuvieron a un conductor en Naviraí (Matto Grosso del Sur) porque intuyeron cierta actitud sospechosa. El sujeto, visiblemente nervioso, no tuvo otra que acceder a que revisaran su coche. Ahí se descubrió que el hombre había cruzado a Paraguay para adquirir los estupefacientes, sin darse cuenta de que le habían dado ese infumable sustituto. 

"Ya no se puede confiar en nadie", comentó, cabizbajo, el narco a los efectivos. Luego relató que había hecho la compra en la localidad de Capitán Bado (Paraguay) y pretendía llegar a Porto Alegre. "Me engañaron. Pusieron ladrillos para aumentar el peso", añadió el estafado. 

Las autoridades hallaron dentro del vehículo, en consecuencia, un poco de marihuana pero más que nada elementos para la construcción. Este tipo de sustituciones no es infrecuente: un rápido ejercicio de memoria trae a colación reemplazos de cannabis por hojas de pino y de cocaína por harina de trigo o talco. Son trampas comunes.

Por otra parte, los cronistas brasileños añaden una observación interesante: es probable que la detención le haya salvado la vida al hombre, ya que si llegaba a su destino y les confesaba a los compradores que había sido engañado, las represalias podrían haber sido brutales. 

Como suele decirse, no hay mal que por bien no venga. Quien sabe, a lo mejor el protagonista de esta historia -cuyo nombre no trascendió- hasta puede armarse una piecita cuando salga de prisión. Ya tiene parte del material. 

Archivado en