Otra Manera

Un Plan V, pero no precisamente por "Vidal"

La columna de Gabriel Conte en el programa "Otra Manera", por <i><a href=" https://mdzradio.mdzol.com/#/" target="_blank">MDZ Radio</a></i>, conducido por Santiago Montiveros y equipo. La temeraria y horrible posibilidad de que haya un Plan con V de "venganza" en la oposición, hasta ahora solo avalado por fanáticos desquiciados, pero con muchos guiños dirigenciales.

jueves, 2 de mayo de 2019 · 16:04 hs

Se habló mucho del Plan V de Cambiemos, que terminó de derribar el tándem que conforman -en este orden- Peña, Durán Barba y Macri. Buscaba poner de candidata a la presidencia a María Eugenia Vidal, con más chances en el criterio de algunos integrantes del oficialismo que las del propio presidente de volver al poder.

Pero hay otro Plan V del que también se habló. Ante la exageración de su momento, no le dimos mayor entidad. Pero frente a la evidencia de los hechos, merece que se le preste atención, para frenarlo a tiempo y dentro de marcos más racionales que los que pueden avizorarse si consigue tomar cuerpo.

Esta otra V no es de Cambiemos sino del peronismo, y no es por "Vidal" sino por "Venganza", en una irónica alegoría marketinera con los dedos en V que le sirviera al peronismo para hablar a la vez de triunfo y vuelta de un Juan Perón exiliado y al que se le pedía que retornara.

(Como paréntesis, valga agregar a esto que la señal en V con los dedos que todos conocemos y hasta usamos en señal de triunfo, tiene significados muy diversos en otros lugares del mundo. Es un insulto en Australia, Irlanda, Nueva Zelanda, el Reino Unido y Sudáfrica parecido al "fuck you" estadounidense. Es una señal de desprecio. También en algunos lugares del mundo, como Japón, significa "paz". Lo popularizó Churchill, es verdad, pero también lo usaron los presidentes estadounidenses Dwight Eisenhower y Richard Nixon. Pero si recurrimos a la bibliografía hay mucho más sobre su historia: se encuentra en Macclesfield Psalter hacia 1330 en el Museo Fitzwilliam, Cambridge. Otra referencia histórica se encuentra en un "Mosaico Redentor" entre la Virgen y San Miniato, de 1297, de la Basílica de San Miniato al Monte, en que se puede apreciar a Jesús realizando el gesto. Una leyenda sostiene que el saludo a dos dedos o "V de la Victori"a deriva de los gestos manuales de los arqueros que lucharon con Inglaterra en la Batalla de Agincourt en 1415, durante la Guerra de los Cien Años.En tanto, otras versiones dan cuenta de que el pueblo francés declaraba que les cortarían los dos dedos que usaban para disparar a todos los arqueros ingleses después de ganar la batalla de Agincourt, pero los ingleses salieron victoriosos y mostraron sus dedos intactos. Los historiadores abundan en muchos más casos: Juliet Barker cita a Jean Le Fevre, quien peleó en la batalla del lado inglés, diciendo que Enrique V incluyó una referencia a la amputación de los dedos de los arqueros en su discurso anterior a la batalla. Mientras que la primera referencia concisa que se tiene de la señal V se encuentra en el trabajo de François Rabelais, escritor satírico del siglo XVI. Sin embargo, la evidencia clara del uso de la V insultante en Inglaterra no llega hasta comienzos del siglo XX, cuando en 1901 un trabajador de en Rotherham Parkgate utilizó el gesto —capturado en una película— para demostrar su disconformidad con el hecho de ser filmado. Peter Opie interrogó a algunos niños en los años cincuenta y observó que en 'La tradición del lenguaje de los escolares' el viejo gesto del pulgar en la nariz había sido remplazado por la V como un insulto común en el patio del recreo. Desmond Morris discutió varios posibles orígenes de la señal V "Gestos: Su origen y distribución", de 1979, discusión que no obtuvo resultados determinantes. Debido al fuerte tabú asociado con el gesto -su uso público ha sido severamente condenado- como resultado hay una tendencia a evitar el tratar sobre ello en detalle).

Venganza & Venezuela

Pero volviendo al Plan Venganza: esa exageración antikirchnerista mete miedo por sí sola cuando se ve a militantes y hasta dirigentes del justicialismo, en muchos casos vinculados directamente al sector de la expresidenta Fernández de Kirchner, pero en otros casos no, ubicados en el peronismo clásico que fluye por todas las ideologías, y también en sectores trotskistas que en algunos lugares hasta convergen en las mismas listas de candidatos del peronismo, respaldar la gestión, las formas y los métodos de Nicolás Maduro.

Los hechos que alertan son los que pasaron en la marcha de respaldo a Maduro en la Embajada de Venezuela en Buenos Aires, cuando agredieron violentamente a inmigrantes venezolanos que se tuvieron que ir de su hogar en Venezuela, para trabajar aqui como repartidores de comida en bicicleta o en moto. A uno de ellos, hasta le robaron el celular.

Hablamos en este caso de un rechazo al que ni siquiera saben si piensa diferente, sino que lo presumen. ¿Un castigo hacia quienes no se quedaron a respaldar a Maduro? Toda su locura que aplica la Doctrina de la Seguridad Nacional, tan repudiable como la que rigió el funesto Plan Cóndor en el Cono Sur en los años '70. Un absurdo.

Entonces, ante hechos como éstos, retorna la idea de "Venganza" con otro formato, tal vez como posibilidad horrible, lo que alguna vez pareció una exageración de los extremistas anti K: aquella promesa de Luis D' Elía de fusilar a Macri en la Plaza de Mayo, un plan para cambiar de lleno la Constitución "para copar todas las instancias de poder", o las consignas que podemos leer en muchos posteos en las redes advirtiendo que "volveremos", la convocatoria pública del ex todopoderoso Aníbal Fernández de darle un "correctivo" a quien critica a Cristina Kirchner o al kirchnerismo, por la sola libertad de pensar (en un pedido de dimensiones inimaginables en poder de algún fanático desquiciado de sus huestes).

Ni hablar entonces de la cotidiana micromilitancia del "te vamos a echar", "vas a ir en cana", o "ya vamos a tener poder" que a diario reciben periodistas, dirigentes, empleados públicos, funcionarios y hasta personas comunes ante enceguecidos enfervorizados que quieren el poder por el poder mismo, no para gestionar la cosa pública ni cambiar la realidad social.

Este Plan V nefasto -si es que es tal y no solo un exabrupto más- , que no cabe en el sistema regido por una democracia representativa, republicana y federal -que es la que rige mientras no sea modificada la Constitución Nacional- debe ser cambiado por la propia Cristina Fernández de Kirchner: desautorizarlo completamente, ofrecer garantías concretas, expulsar a los promotores de esa venganza que solo nos conduciría a la triste realidad actual de una Venezuela intolerante, excluyente y dividida hasta límites impensados, siquiera, en tiempos de Hugo Chávez.

Mientras ello no ocurra, la grieta seguirá tragándose a los argentinos de buena voluntad que solo quieren ser libres y pensar como se les cante la gana.

Escuchá la columna y la opinión de la audiencia:

Otras columnas de Conte: