Conectividad

Mendoza, a velocidad picapiedra en la era de la Internet de las Cosas

Las últimas estadísticas la ubican como hiperconectada, con 8 de cada 10 hogares en línea en el área metropolitana. Sin embargo las velocidades se mantienen mezquinas y en los mismos niveles de hace 5 años por redes obsoletas e inversiones paralizadas.

miércoles, 15 de mayo de 2019 · 12:42 hs

Ocho de cada 10 hogares en el área metropolitana de Mendoza acceden hoy a internet, lo cual va en sintonía con la tendencia global a la hiperconectividad. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en Buenos Aires, la velocidad de conexión en la provincia permanece estancada desde hace 5 años en velocidades hasta 10 veces menores que en la “gran ciudad”.

Las últimas estadísticas del Indec señalan que en el último trimestre de 2018 el 63% de las familias mendocinas tienen una computadora en casa y que los smartphones están presentes en el 81% de ellos. El dato indica que ha habido un crecimiento exponencial en la cantidad de teléfonos móviles pero no así en la conectividad que requieren para un aprovechamiento óptimo de las posibilidades que brinda internet.

Fuera del restringido uso de los paquetes de datos 4G, la mayor parte de las conexiones se basan en tecnologías fijas. Sin embargo Mendoza corre en desventaja con otras regiones ya que su velocidad se mantiene estancada desde hace más de 5 años. Del total de conexiones, más del 90% se ubica hoy en velocidades de bajada de entre 1mb y 6mb, las mismas que en el año 2014. En contraste, en Capital Federal las conexiones promedio oscilan entre los 20mb y los 30mb de velocidad.

Las estadísticas sobre intrafestructuras tecnológicas indican que, a diferencia de la tendencia en el mundo, la fibra óptica es la que menos ha crecido en el país en los últimos años, a contramano de otras con menores prestaciones como el cablemodem, que tuvo un crecimiento sostenido.

El gráfico muestra una línea de fibra óptica casi planchada.

En su informe Internet Index 2018 la Cámara Argentina de Internet (CABASE) recomendó el desarrollo de redes de fibra óptica “de última milla” (FTTH) para aumentar la conectividad. Esto significa, en palabras simples, llevar la conexión de fibra de los troncales que atraviesan el país (pricipalmente a lo largo de rutas) hasta las ciudades y de allí, a los hogares. Desde 2016 se han desplegado más de 29 mil kilómetros de red en todo el país, pero con la megadevaluación del año pasado muchos privados pusieron freno a los proyectos previstos.

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Este fue el caso de Mendoza, donde un operador dejó en stand by una multimillonaria inversión en fibra óptica para el área metropolitana.

Más allá de las molestias que genera un acceso a internet casi prehistórico, la provincia corre el riesgo de quedar fuera de fase de cara al futuro, con tecnologías como la Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial preparándose para desembarcar en el hogar.