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Empleados millennials: para las empresas es adaptarse o extinguirse

Lo que hace una década era “el desafío” de incorporar a la Generación Y al mercado laboral es hoy una necesidad para la subsistencia. Estrategias corporativas en tiempos de cuestionarnos para qué hacemos lo que hacemos.

sábado, 27 de abril de 2019 · 13:34 hs

Las empresas de publicidad lo entendieron primero; luego lo hicieron las vinculadas a las tecnologías. Ahora es el turno del mercado ya que la situación se presenta con solo dos opciones: adaptarse a empleados millennials o extinguirse.

La Generación “Y”, que abarca a quienes nacieron entre 1981-82 y 1996, vino a romper paradigmas en todos los ámbitos, de la filosofía de vida al mercado laboral, y representan hoy más del 40% de la fuerza de trabajo a nivel global.

¿Por qué muchos dicen que lidiar con esta generación es complicada? Entre otras cosas, porque le buscan un sentido a lo que hacen en su trabajo, coinciden los especialistas en Recursos Humanos. “Son personas que necesitan saber por qué hacen lo que hacen; qué aporte significa su esfuerzo para ellos y para su entorno”, explica Juan Pablo Cerva Fris, el encargado del área en Eventbrite, multinacional dedicada a la gestión de eventos de terceros con una pata de peso en Mendoza.

En su caso, de hecho, el área misma lleva un nombre (y un concepto) totalmente distinto al de RRHH. Él dirige el “Briteling Experience Team”, algo así como “Equipo de Experiencias Briterrícolas”. No tienen “recursos” sino “experiencias” ni empleados sino miembros de un equipo, “Briterrícolas”.

En el caso de esta compañía, la idea es que el trabajo mismo sea una extensión de la vida privada. “La persona es un mismo ser en todo el trayecto del día; no creemos en la idea de un 'chip' hogar, donde uno disfruta y lo pasa bien, y un 'chip trabajo', en el que hay que completar una tarea, cobrar un sueldo y volver a casa”, explica Cerva Fris.

Por ello sus instalaciones en las inmediaciones del Puente Olive de Godoy Cruz parecen más un club o un pelotero que un lugar de trabajo: ping-pong, fichines, churrasquera XXL, fogón, jugos, gaseosas y cerveza tirada libre... en fin, el paraíso de un oficinista. A esto se suman beneficios de fondo como igualdad de contratación para mujeres (inclusive en pleno embarazo), carrera cuasi universitaria 'in situ' y tiempo para desarrollar proyectos propios.

en sus oficinas de mendoza eventbrite ofrece distensión, heladera generosa y "canilla libre".

En su caso la propia industria los obliga a ofrecer un entorno atractivo ya que la competencia por el recurso humano en el área de programación es feroz. Sin embargo se trata de ir más allá de un entorno distendido: es entender el mundo de la misma forma que la hace la generación que hoy mueve el mundo.

De esta forma el prejuicio de una "horda de millennials con desdén por las responsabilidades y una total falta de compromiso con las obligaciones laborales" toma otro matiz de análisis y de realidad social.

Llevar el perro a la oficina, uno de los beneficios.

Por eso cada vez más compañías de todos los sectores buscan estrategias a través de Gerencias de Bienestar, o paquetes diferenciados de beneficios según rangos y edades para que, justamente, el trabajo conviva en cierta forma con el bienestar de la vida íntima. “No creo que nunca antes en la historia haya habido más viajes espirituales y de autoconocimiento a la India que hoy”, bromea el gestor de Evenbrite, al señalar que el propósito es un eje fundacional para el trabajador millennial y que, cuando no ven un presente o un futuro, deciden viajar y tener “experiencias”.

Sin embargo mientras esto sucede las compañías necesitan seguir con el motor en marcha para cumplir con sus objetivos de negocio. Pero para ello es imprescindible contar con quienes se encarguen de la innovación, la planificación estratégica y la ejecución del plan... y la gran mayoría del recurso capacitado para ello son, hoy, millennials.

Por ello lo que hasta la década pasada para las empresas era “el desafío” de absorber a la Generación Y en el mercado laboral, hoy es “la condición” para intentar garantizar su propia subsistencia. Adaptarse o extinguirse es la consigna.