Una receta fácil y deliciosa estos muffins de manzna y canela para sorprender.
Receta de muffins de manzana y canela: húmedos, esponjosos y aromáticos. Un bocado perfecto para desayunos, meriendas o llevar al trabajo.

Receta de muffins de manzana y canela súper húmedos y esponjosos.
ShutterstockEsta receta de muffins de manzana y canela es perfecta para disfrutar en desayunos, meriendas o como snack saludable. Aromáticos, húmedos y con el dulzor justo, estos muffins combinan lo mejor de la fruta y la especia en una preparación sencilla y deliciosa. Ideal para hacer en casa y compartir.
Los muffins de manzana y canela son un clásico reconfortante de la repostería casera. No solo es fácil de preparar, sino que también permite aprovechar ingredientes comunes, como manzanas frescas, harina y huevos. La combinación de la manzana con la canela resulta en una mezcla de aromas y sabores cálidos, ideal para cualquier época del año, pero especialmente en días frescos.
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Lo mejor es su versatilidad: podés hacerla con manzana roja o verde, y adaptar el dulzor a gusto. Los muffins salen suaves, húmedos y con una miga esponjosa que se mantiene bien por varios días. Además, son perfectos para congelar y tener a mano cuando quieras algo casero y sabroso. Con esta preparación vas a aprender paso a paso cómo preparar muffins de manzana y canela con resultados siempre exitosos y un aroma irresistible en tu cocina.
Ingredientes
2 manzanas medianas (rojas o verdes), 2 huevos, 200 g de azúcar, 250 g de harina 0000, 100 ml de aceite neutro (girasol o maíz), 120 ml de leche, 1 cucharadita de esencia de vainilla, 1 y ½ cucharadita de canela en polvo, 1 cucharadita de polvo de hornear, ½ cucharadita de bicarbonato de sodio, 1 pizca de sal, jugo de ½ limón (opcional, para las manzanas).
Paso a paso para preparar muffins de manzana y canela
- Pela las manzanas, quítales el centro y córtalas en cubos pequeños. Si deseas evitar que se oxiden, puedes rociarlas con un poco de jugo de limón y mezclar bien. Reserva. Si prefieres una textura más suave, puedes saltear los cubos de manzana durante unos minutos en una sartén con una cucharadita de mantequilla.
- Precalienta el horno a 180°C (temperatura media). Coloca capacillos (pirotines) en una bandeja para muffins o engrasa ligeramente los moldes con aceite o mantequilla. Reserva mientras preparas la mezcla.
- En un recipiente grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa. Agrega el aceite, la leche y la esencia de vainilla. Mezcla bien con un batidor manual o una cuchara hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
- En otro recipiente, tamiza la harina junto con el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio, la canela y la pizca de sal. Incorpora esta mezcla seca en dos partes al bol con los ingredientes líquidos. Hazlo con movimientos envolventes y suaves, sin batir en exceso, para mantener la ligereza de la masa y lograr muffins esponjosos.
- Incorpora los cubos de manzana a la mezcla. Puedes reservar algunos para colocarlos sobre la superficie antes de hornear. Mezcla suavemente hasta que la fruta esté bien distribuida en la preparación.
- Distribuye la mezcla en los moldes, llenando cada uno hasta tres cuartos de su capacidad. Si lo deseas, puedes espolvorear un poco de azúcar y canela sobre la superficie de cada muffin antes de hornear. Esto generará una cobertura crocante y aromática.
- Lleva al horno precalentado y hornea durante 20 a 25 minutos, o hasta que, al insertar un palillo en el centro de un muffin, este salga limpio. Evita abrir la puerta del horno durante los primeros 18 minutos para no afectar el levado.
De la cocina a tu mesa
Una vez listos, retira los muffins del horno y déjalos enfriar dentro del molde por 5 minutos. Luego, pásalos a una rejilla para que se enfríen completamente. Estos muffins se pueden saborear tibios o fríos, solos o acompañados con yogur, miel o un poco de crema.
Estos muffins de manzana y canela son una alternativa casera, deliciosa y fácil de preparar. Combinan sabor, aroma y practicidad es ideal para compartir en desayunos, meriendas o cualquier momento del día. Perfectos para llevar al trabajo, enviar en una lonchera o degustar con una bebida caliente, se convertirán en un infaltable en tu cocina. ¡Y a disfrutar!