La serie de Netflix que parece comedia, pero termina doliendo más de la cuenta
Esta serie de Netflix a veces irrita, otras emociona. Pero nunca se siente vacía. Siempre deja algo dando vueltas.
No es tan divertida como parece.
En Netflix hay una serie que empieza con humor y termina dejando una sensación difícil de explicar. “Todo va a estar bien”, creada por Diego Luna, mezcla risas incómodas, discusiones absurdas y momentos que parecen cotidianos pero esconden algo más. Cada capítulo de esta comedia deja un sabor distinto.
De qué va esta tragicomedia de Netflix
La historia sigue a una pareja en crisis. Ruy y Julia ya no se soportan, pero siguen juntos por su hija. La decisión de mantener las apariencias no tarda en volverse insostenible. Cada pequeña discusión revela cosas que ya no se pueden tapar ni con amor ni con bromas.
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Ruy es un tipo testarudo, aferrado a una versión adolescente de sí mismo. Julia intenta sostener la casa, el trabajo y su salud mental. El vínculo entre ellos se agrieta capítulo tras capítulo, hasta romperse del todo.
Hay algo caótico en todo: las conversaciones, los enojos, los silencios. Nadie es del todo bueno o malo. Solo están perdidos, tratando de entender qué pasó. Lo que parece ser solo una separación se convierte en algo más profundo. Se cuestiona la idea de familia, de roles, de expectativas. El relato no intenta dar respuestas, sino mostrar lo difícil que es seguir adelante cuando nada funciona como uno espera.
Uno de los momentos más fuertes llega cuando Ruy se entera de que Julia tiene un nuevo vínculo con el dentista de su hija. La escena es incómoda, dolorosa y hasta graciosa por lo absurda. Pero no hay exageración. Es una mezcla rara que se siente real.