Jardinería: los trucos caseros para mantener el palo de Brasil radiante
Los que saben de jardinería recomiendan tener esta planta porque es resistente y de fácil cuidado. Los consejos para cuidarla.
Una planta decorativa y de fácil cuidado. Fuente: Shutterstock.
Las personas que se dedican a la jardinería saben cómo cuidar sus plantas para que estén siempre vigorosas. El palo de agua o también palo de Brasil es una especie fácil de cuidar. Existen algunos trucos para mantenerla siempre radiante.
Jardinería: cuidados
El nombre científico de esta planta es dracaena fragans, se encuentra entre las especies de interior y exterior más populares. Es muy resistente y se puede mantener en perfecto estado durante todo el año. Su apariencia se relaciona con un mini árbol y una planta pequeña. Aporta un toque exótico a los espacios.
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Otra propiedad importante de esta planta es que es una gran purificadora del aire. Logra eliminar los compuestos tóxicos y además facilita el descanso. Si bien es de fácil cuidado, es necesario tener en cuenta algunos aspectos básicos para que crezca en buen estado.
Los entendidos de jardín señalan que el palo de Brasil es una planta a la que le gusta tener sus hojas limpias. Se recomienda regar por inmersión. Si las puntas están secas significa que le falta humedad, por eso se recomienda pulverizar sus hojas todos los días. En cambio, si las puntas están negras se relaciona con un exceso de riego.
En cuanto al riego, es una planta que no requiere mucha agua. Solo hay que hidratarla cuando el sustrato esté seco. En verano se riega dos veces por semana y en invierno cada dos semanas. Hay que evitar encharcar para que no tenga demasiada humedad en la tierra.
La planta está acostumbrada a vivir en climas tropicales por lo que no aguanta las temperaturas por debajo de los 14 grados. Si bien necesita mucha luz, no tolera el sol en forma directa. Debe estar a la sombra en el exterior y cerca de una ventana en el interior.
En cuanto a la poda de la planta, generalmente se hace por cuestiones estéticas. Siempre hay que hacerlo con cuidado sin dañarla desinfectando las tijeras para que no se contagie enfermedades ni plagas.