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Las oscuras revelaciones de la ex novia del rapero Diddy Combs

Hoy, con su testimonio, Cassie Ventura da un paso que va más allá del juicio contra el rapero Diddy Combs. Rompe una cadena de años marcada por el dolor.
El caso que enfrenta Diddy Combs involucra acusaciones de tráfico sexual, transporte con fines de prostitución y asociación ilícita. Foto: Archivo
El caso que enfrenta Diddy Combs involucra acusaciones de tráfico sexual, transporte con fines de prostitución y asociación ilícita. Foto: Archivo

Durante años, el vínculo entre Cassie Ventura y Sean “Diddy” Combs fue presentado como una relación glamorosa dentro del mundo de la música. Pero detrás de esa imagen pública, existía una historia de control, abuso y violencia que la cantante decidió sacar a la luz. Lo que comenzó como un romance terminó en una pesadilla marcada por el miedo.

Cassie, testigo principal en el juicio federal contra Diddy Combs, relató los momentos más oscuros que vivió junto al rapero. Detalló agresiones físicas constantes, heridas visibles y un estado emocional devastador. Contó cómo terminó con el rostro lleno de moretones después de ser arrojada al suelo y pateada sin piedad.

Una pesadilla.

La escena que describió ocurrió en 2016, dentro de un hotel de Los Ángeles. Allí, según sus palabras, Diddy Combs desató una tormenta de violencia que dejó marcas físicas y psicológicas. Las imágenes de las cámaras del lugar fueron presentadas como evidencia y confirman una parte de su testimonio.

Entre lágrimas, relató que ese tipo de situaciones no eran aisladas. Mencionó que el rapero la golpeaba con frecuencia, la arrastraba del cabello y la obligaba a participar en encuentros sexuales extremos conocidos como “freak offs”. Estas sesiones duraban días enteros y no solo involucraban drogas, sino también vejaciones físicas.

Durante esos encuentros, Cassie sufrió consecuencias médicas serias. Las infecciones urinarias eran habituales y, con el tiempo, se hicieron resistentes a los tratamientos. También desarrolló llagas en la boca, producto de prácticas impuestas que le provocaban dolor. Incluso llegó a vomitar por el uso excesivo de éxtasis.

Así lucen en el juicio.

Sus palabras no solo retratan el lado más crudo de una relación, sino también el funcionamiento de un entorno marcado por el poder. Contó que Diddy Combs decidía con quién se veía, qué debía vestir y cómo debía actuar. Todo estaba bajo control. Nada quedaba librado al azar.

Los “freak offs” eran sesiones donde se mezclaban sexo, sustancias y sometimiento. Cassie explicó que esos eventos no eran opcionales. Combs los organizaba con invitados, filmaba partes del encuentro y exigía que ella participara, incluso cuando no se sentía bien o estaba exhausta.