Si eres un enamorado del chocolate prepara esta deliciosa mousse

El mousse de chocolate es uno de los postres más elegantes y apreciados en el mundo de la repostería. Su nombre proviene del francés "mousse", que significa "espuma", y describe perfectamente su textura ligera, aireada y sedosa. Aunque hoy en día existen muchas variantes, la receta tradicional destaca por su sencillez y su pureza de sabor: se basa en la combinación de chocolate de calidad, huevos frescos y, en algunas versiones, crema batida (nata).

El origen del mousse de chocolate se remonta a Francia en el siglo XVIII, cuando los chefs comenzaron a experimentar con nuevas técnicas para crear postres esponjosos. Durante décadas, el mousse se mantuvo como un postre reservado para ocasiones especiales debido a su refinada textura. Hoy, gracias a la disponibilidad de buenos ingredientes y utensilios, podemos disfrutarlo fácilmente en casa.

Lo maravilloso del mousse de chocolate es su versatilidad. Se puede servir solo, decorado con frutos rojos, ralladura de chocolate, menta fresca o incluso acompañado de un toque de crema batida. También puede convertirse en el relleno perfecto para tartas y otros postres más elaborados. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

chocolate negro de buena calidad 200 g, mantequilla sin sal 50 g, huevos grandes 4, azúcar 50 g, crema para batir 200 ml, una pizca de sal, esencia de vainilla 1 cucharadita.

Procedimiento

1. Trocea el chocolate negro en pequeños pedazos para que se derrita de manera uniforme. Separa las yemas de las claras de los cuatro huevos en recipientes diferentes. Deja la mantequilla y la crema para batir (nata) a temperatura ambiente durante unos minutos.
2. Coloca el chocolate y la mantequilla en un bol resistente al calor. Derrítelos a baño maría, removiendo constantemente para evitar que el chocolate se queme. Una vez fundido y suave, retira del fuego y deja enfriar ligeramente.
3. En un bol, bate las yemas de huevo con 25 g de azúcar y la esencia de vainilla hasta obtener una mezcla espesa y de color pálido. Incorpora esta mezcla al chocolate derretido ya templado, con movimientos envolventes para no perder la textura.
4. Agrega una pizca de sal a las claras de huevo y bátelas a punto de nieve. Cuando empiecen a formar picos suaves, añade poco a poco los 25 g restantes de azúcar y sigue batiendo hasta obtener un merengue firme y brillante.
5. Añade un tercio del merengue al chocolate con movimientos envolventes para aligerar la mezcla. Luego incorpora el resto de las claras en dos tandas, siempre de manera suave para no perder el aire incorporado.
6. En otro bol frío, bate la crema para batir hasta que esté espesa, pero no demasiado firme. Debe mantener su forma, pero seguir siendo flexible.
7. Agrega la crema batida al mousse de chocolate en varias tandas, mezclando delicadamente con movimientos envolventes hasta obtener una mezcla homogénea, lisa y aireada.

Distribuye el mousse en copas, vasos o un bol grande. Cubre con film plástico y refrigera al menos 2 horas, idealmente 4, para que tome firmeza y desarrolle su textura característica.
Antes de servir, puedes decorar el mousse con virutas de chocolate, frutos rojos o un poco de crema batida. Sirve bien fría para saborear al máximo de su textura ligera y sabor intenso. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.