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Las sorprendentes confesiones de los vecinos de Gene Hackman

El estilo de vida de Gene Hackman en Santa Fe contrasta con su exitosa carrera en Hollywood.
Su decisión de mantenerse alejado del mundo exterior fue respetada por quienes lo conocían. Foto: Archivo.
Su decisión de mantenerse alejado del mundo exterior fue respetada por quienes lo conocían. Foto: Archivo.

El reciente y trágico fallecimiento de Gene Hackman ha despertado curiosidad sobre cómo vivió sus últimos años en Santa Fe, Nuevo México. Junto a su esposa, Betsy Arakawa, el actor de Hollywood llevaba una vida alejada del bullicio y las miradas públicas. Según informes policiales, ambos fueron encontrados sin vida en circunstancias extrañas.

Los vecinos de Santa Fe Summit, la comunidad privada donde residía la pareja, han compartido detalles sobre su estilo de vida reservado. James Everett, uno de los residentes, reveló que, a pesar de vivir cerca, nunca llegó a interactuar con ellos. “Ellos tienen una puerta, nosotros también, y nunca nos hemos visto”, comentó al New York Times

Una de sus últimas salidas en público.

Helen Dufreche, otra vecina, recordó la última vez que vio a Gene Hackman en 2017, preparándose para una salida en bicicleta de montaña. “Parecía estar en forma, tal y como en Crimen en el mar”, mencionó. Sin embargo, con el paso del tiempo, el actor se volvió más frágil. Su deseo de privacidad era evidente y respetado por quienes lo rodeaban.

Harvey Chalker, un residente de la comunidad desde hace décadas, destacó que Gene Hackman buscaba silencio y tranquilidad. “Él quería estar en silencio, no quería que lo molestaran, y no lo culpo”, afirmó. Esta necesidad de alejarse del mundo exterior refleja el deseo del actor de vivir sus últimos años lejos de la fama y el escrutinio público.

Se apartó a una vida solitaria.

Claire Lange, agente inmobiliaria y vecina de la pareja, describió Santa Fe Summit como un refugio ideal para quienes buscan privacidad. “Santa Fe es un lugar para disfrutar de la belleza, pero también para tener privacidad y hacer lo que uno quiere”, explicó. La comunidad, conocida por su tranquilidad, parece haber sido el escenario perfecto para el retiro de Gene Hackman.

A pesar de su vida solitaria, Gene Hackman no fue ajeno a los gestos de generosidad. Bud Hamilton, otro vecino, compartió que el actor donaba una pintura cada año a la Fundación del Cáncer de Nuevo México. Esta tradición comenzó después de que se enterara de la participación de Hamilton en la organización benéfica. Aunque solo cenaron juntos una vez, este acto refleja el lado compasivo del actor.

La relación entre Gene Hackman y Betsy Arawaka también ha sido objeto de curiosidad. Según los vecinos, la pareja rara vez se dejaba ver en público, lo que alimentaba el misterio sobre su vida cotidiana. Betsy, 30 años menor que Hackman, era descrita como una presencia discreta pero constante en la vida del actor