Jardinería

Cómo cultivar y cuidar girasoles en maceta

Los girasoles cada vez ganan más terreno como planta ornamental, sus enormes y llamativas flores los hacen ideales para embellecer jardines, parques y balcones. Conoce todos los secretos de su cultivo.

Napsix lunes, 21 de febrero de 2022 · 10:49 hs
Cómo cultivar y cuidar girasoles en maceta
Foto: shutterstock

El cultivo de girasol es uno de los más extendidos en el mundo. De las semillas de esta planta se extrae principalmente aceite y otros derivados. Sin embargo, la belleza y las particularidades de su flor ha incrementado su producción para fines ornamentales. No solo como flor de corte, también es cada vez más usual observarlas como decoración en parques, jardines y balcones.

Esto se debe a que su cultivo como especie ornamental no resulta para nada complicado, aunque se deben conocer algunos cuidados que debemos otorgarles para tener una planta sana y con un buen desarrollo.

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El girasol es una planta anual que no soporta las temperaturas bajas y que, como su nombre lo indica, requiere de muchas horas de luz directa. Con la llegada del otoño, perecen. Este es el momento en que sus semillas se recogen y pueden guardarse para la próxima temporada.

Cómo cultivar girasoles

Existe una gran variedad dentro de la familia de girasoles, incluso, algunas de ellas han sido modificadas para cumplir funciones estrictamente ornamentales como el girasol rojo.

Sin embargo, podemos cultivar en el jardín o maceta cualquiera de estas especies teniendo en cuenta determinados cuidados básicos.

Lo primero que debemos saber es que los girasoles son muy sensibles a los trasplantes. Esto significa que debe ser sembrado directamente donde pasará el resto de sus días.

En caso de hacerlo en maceta, debemos tener en cuenta el tamaño del recipiente ya que sus raíces pueden resultar tan grandes como la parte aérea de la planta, incluso más. Por lo tanto, la profundidad es clave.

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Si se cultiva en el suelo, debemos elegir un lugar del jardín en donde la luz del sol esté presente durante al menos 6 horas diarias. Eso es fundamental para esta planta.

El sustrato es otro punto importante. Se debe priorizar los suelos arcillosos o arenosos, pero como una buena cantidad de materia orgánica ya que necesitan de muchos nutrientes para desarrollarse. Debemos también tener en cuenta que estos tengan un buen drenaje ya que, si bien no toleran la sequía, los encharcamientos pueden terminar afectando sus raíces.

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