Increíbles trucos para limpiar las sartenes y dejarlas como nuevas

El lavado de una sartén presenta muy gran dilema: ¿refregar o no? Es que si utilizamos algún tipo de paño de metal para quitar la grasa o restos de comida probablemente la estemos estropeando para siempre y ya no podremos utilizarla sin correr el riesgo de que se peguen los alimentos.

La gran mayoría de las publicidades aseguran que nada quedará pegado en una sartén, pero sabemos que esto no siempre es así y muchas veces vemos que hay una gran cantidad de sedimentos adheridas a ella que no sabemos cómo quitar.

Uno de los errores más comunes que se cometen es colocarlas bajo el agua apenas terminamos de cocinar, pensando que esto impedirá que las sobras se adhieran o que permitirá una mejor remoción. Esta costumbre es terriblemente contraproducente, es mucho mejor esperar a que el material se enfríe ya que los cambios bruscos de temperatura afectan el metal.

Otra de las cosas que tenemos que desterrar son los estropajos de metal ya que solo rayarán y quitarán los esmaltes de la superficie logrando de la comida se pegue cada vez más.

Para saber cuál es la limpieza más conveniente para la sartén es importante saber de qué está compuesta. En caso de que tengan una capa antiadherente una mezcla de bicarbonato, vinagre y agua será lo mejor que puedes usar, no solo por su gran capacidad para remover la grasa, sino que, además, son sustancias con muy poco poder abrasivo.

En caso de que tengan una cobertura de teflón es conveniente que, una vez fría, retiremos los restos de comida con una espátula de madera y luego se pase la esponja con detergente.

La sal es ideal para lavar las sartenes ya que también incrementa las propiedades antiadherentes. Se debe poner al fuego y verter la sal hasta que se oscurezca, luego esperar a que se enfríe y limpiar con un paño seco.