DC Comics

¡Tremendo! El terrible accidente que cambió la vida de Superman

Christopher Reeve encarnó la versión clásica del hombre de acero en 1978, de ahí en más su rostro se convertiría en el de Superman. Un día sufrió un terrible accidente, pero el demostró que al igual que su contraparte de ficción siempre estaba dispuesto a dar pelea.

Napsix viernes, 2 de octubre de 2020 · 10:48 hs
¡Tremendo! El terrible accidente que cambió la vida de Superman
Superman, Christopher Reeve, Actor

La historia de Christopher Reeve se encuentra marcada por la autosuperación, desde estar a punto de abandonar la actuación para luego convertirse en Superman; hasta superar un hecho trágico que lo confinaría de por vida a continuar su legado invirtiendo en investigaciones para ayudar a aquellos que se encontraban en condiciones similares a la de él.

El accidente en cuestión: un dìa el intérprete de Superman se levantó de su cama sin saber lo que le esperaba. La mañana del 25 de mayo de 1995 Reeve se preparaba para participar esa misma tarde de una competencia de obstáculos con su caballo Buck. Christopher siempre había sido un aficionado a los deportes, se mantenía en excelente forma física y su cuerpo parecía fundido en acero.

Mientras participaba del evento su caballo se retobó y frenó despidiéndolo de su lomo. Reeve cayó sobre su cabeza y todo cambió, el daño que le produjo el accidente en su médula espinal lo dejó inmóvil de la nuca para abajo. Cuando el Superman de la vida real despertó, los doctores a cargo le dieron la noticia de que nunca volvería a caminar.

Cuando le preguntaron, nunca negó haber pensado en la muerte como una opción; pero encontró en su esposa de ese momento Dana, el pilar sobre el cual levantarse. Así fue como esta Lois Lane ayudó a Superman, le dijo: “Te diré una cosa, te apoyaré en todo lo que quieras hacer, porque es tu vida y tu decisión. Pero quiero que sepas que estaré contigo para siempre, toda la vida, hasta el final. Sigues siendo tú y te amo”.

A partir de ese momento, como buen Superman, encontró una causa justa por la cual luchar. En 1999 creó la fundación sin fines de lucro Christopher y Dana Reeve encargada de la investigación de diferentes tratamientos. Su primer a aparición pública luego del accidente fue en la entrega de los Oscar de 1996, dio un discurso en el que dijo con humor: “Lo que quizás no saben es que salí de Nueva York en septiembre y acabo de llegar a Los Ángeles esta misma mañana”, demostrando su fuerza para intentar todo el tiempo sobreponerse, el verdadero “Hombre de Acero”.

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