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Qué es el 3I/ATLAS y por qué la NASA lo sigue tan de cerca (y también los conspiranoicos)

Muchos lo comparan con ‘Oumuamua y hasta circulan teorías que lo vinculan con naves alienígenas. Pero el 3I/ATLAS es, según la NASA, un cometa interestelar: un visitante que viene desde fuera del sistema solar y que solo está de paso.

El cometa 3I/ATLAS, detectado por telescopios en Chile y Hawái, despierta teorías sobre su origen y mantiene en alerta a la NASA.  

El cometa 3I/ATLAS, detectado por telescopios en Chile y Hawái, despierta teorías sobre su origen y mantiene en alerta a la NASA.

 

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En el cielo hay algo que no es de nuestra galaxia. Algunos lo miran con asombro, otros con sospecha. En redes, hay quienes aseguran que podría ser una nave alienígena; los científicos, en cambio, hablan de un cometa interestelar, un cuerpo que viaja desde otro sistema solar y que ahora cruza el nuestro como un visitante fugaz. Se llama 3I/ATLAS, y la NASA lo sigue minuto a minuto porque su paso podría revelar secretos sobre cómo se forman los mundos más allá del Sol.

3I/ATLAS fue desucbierto el 1 de julio de 2025 por el sistema de alerta ATLAS, que tiene telescopios en Hawái y Chile. Su trayectoria es hiperbólica, lo que significa que no gira alrededor del Sol, como los planetas o los cometas comunes: entra, pasa y se va.

Al reconstruir su recorrido, los astrónomos confirmaron que viene de fuera del sistema solar, algo que solo había ocurrido dos veces antes —con ‘Oumuamua en 2017 y Borisov en 2019—, y en ambos casos despertó el mismo murmullo: “¿y si no es natural?”.

Pero lo cierto es que este visitante no representa ningún peligro. Pasará a unos 270 millones de kilómetros de la Tierra, mucho más lejos que Marte. Su punto más cercano al Sol será el 30 de octubre de 2025, cuando se ubique a unos 210 millones de kilómetros, apenas por dentro de la órbita marciana.

La NASA dijo por qué este cometa es tan importante

La explicación de la NASA

3I/ATLAS fue desucbierto el 1 de julio de 2025 por el sistema de alerta ATLAS, que tiene telescopios en Hawái y Chile. Su trayectoria es hiperbólica, lo que significa que no gira alrededor del Sol, como los planetas o los cometas comunes: entra, pasa y se va.

Un cuerpo tan raro que parece de ciencia ficción

Aunque hay miles de cometas, casi ninguno viene de tan lejos. Por eso 3I/ATLAS es un tesoro para la ciencia. Analizarlo ayuda a entender cómo se forman los sistemas planetarios y de qué están hechos los mundos que orbitan otras estrellas.

Las observaciones del telescopio espacial James Webb revelaron que la nube que lo rodea —la coma— contiene mucho dióxido de carbono (CO) y poca agua. Es una proporción extraña, que sugiere que se formó en una zona extremadamente fría, quizá en los bordes lejanos de su sistema de origen.

Además, telescopios terrestres notaron que brilla con un tono verdoso, lo que podría deberse a cómo la luz del Sol reacciona con los gases del cometa. El Hubble también lo observó y estimó que su núcleo tiene unos pocos kilómetros de diámetro.

Pero lo que más impresiona es su velocidad: más de 200.000 kilómetros por hora, lo que lo convierte en uno de los objetos más rápidos que hayan pasado cerca del Sol.

Por qué la NASA no le quita los ojos

La NASA y la Agencia Espacial Europea están concentrando sus observaciones en las próximas semanas, ya que el 30 de octubre será una fecha clave: ese día 3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano al Sol, lo que permitirá estudiar su comportamiento con mayor detalle.

A medida que se acerque, el cometa debería aumentar su brillo y liberar más gas y polvo, haciendo más visible su cola. Después de ese momento, se perderá temporalmente en el resplandor solar y volverá a ser visible a comienzos de diciembre, cuando ya empiece a alejarse del sistema solar.

Durante este período, los científicos medirán su temperatura, su brillo y la forma en que pierde masa al calentarse. El objetivo es claro: entender cómo se comporta un objeto que nació en otro sistema estelar. "Cada cometa interestelar es una cápsula del tiempo", recordó la NASA. "Nos muestra cómo se formaron los mundos en otras partes de la galaxia", se explicó.

Y mientras algunos insisten en teorías más fantasiosas, los astrónomos ven en él una lección de humildad: el universo sigue mandando visitantes inesperados, y todos tienen algo para contar.