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Por qué los denisovanos pueden ayudarnos a comprender cómo llegamos a ser los únicos humanos en la Tierra

Los genes de este grupo de humanos arcaicos llegaron a América con las migraciones a través del estrecho de Bering, y los científicos creen que ayudaron a los primeros pobladores del continente a adaptarse y prosperar.

Los denisovanos, unos humanos arcaicos descubiertos en el siglo XXI, compartieron durante un tiempo la Tierra con los neandertales y los Homo sapiens.
Los denisovanos, unos humanos arcaicos descubiertos en el siglo XXI, compartieron durante un tiempo la Tierra con los neandertales y los Homo sapiens. Benoit Clarys/Albin Michel

Los Homo sapiens somos hoy la única especie humana que camina sobre la Tierra, pero no siempre fue así.

Hace unos 50.000 años, nuestra familia compartía el planeta con al menos otros dos grupos: los neandertales y los denisovanos.

De los primeros, que vivieron en la mitad occidental de Eurasia, se ha encontrado abundante evidencia arqueo y paleontológica desde que en 1856 un grupo de trabajadores halló, en una cantera en el valle de Neander (Alemania), una serie de huesos que, en un principio, fueron tomados como los restos de un oso.

Sin embargo, de los segundos apenas se supo de su existencia en este siglo. El desconocimiento es llamativo, porque las investigaciones más recientes indican que este linaje jugó un papel clave para asegurar la pervivencia de la humanidad.

¿El eslabón perdido?

De los denisovanos se comenzó a hablar en 2010 y casi por accidente. Ese año, unos científicos del Instituto Max Plank de Alemania extrajeron el ADN del fósil de un dedo y de un molar que dos años antes fueron encontrados en una cueva en Denisova, en la región rusa de Siberia, y los cuales se creía pertenecían a un neandertal.

No obstante, el resultado del estudio genético les deparaba una sorpresa.

"Los científicos esperaban encontrar un genoma de neandertal, pero al analizarlo resultó ser algo único", explicó a BBC Mundo el profesor de Antropología de la Universidad de Colorado Boulder (Estados Unidos), Fernando Villanea.

"El número de diferencias halladas en el genoma era comparable con la diferencia entre el genoma de los neandertales y el de los humanos. Esto indicó que estaban en presencia de una especie nueva", agregó el genetista especializado en poblaciones prehistóricas humanas.

Al nuevo linaje se le bautizó con nombre del lugar donde se le encontró.

Por este descubrimiento y por sentar las bases de "una disciplina científica completamente nueva, la paleogenómica", el genetista sueco Svante Pääbo recibió el Premio Nobel de Medicina en 2022.

Una ilustración de una hélice de ADN.
Getty Images
Unas pruebas de ADN realizadas a unos huesos hallados en una cueva en Rusia en 2008 revelaron la existencia de otro grupo humano hasta entonces desconocido.

Pero ¿quiénes son denisovanos y cómo surgieron?

"Era un grupo que se separó de nuestra rama sapiens hace un millón de años", explicó a BBC Mundo la paleoantropóloga francesa Silvana Condemi, quien es una de las expertas más reconocidas en la materia.

"La hipótesis más probable es que la divergencia entre las dos ramas (neandertal y denisovana) corresponde a la salida de África, que sabemos se dio con la Homo heidelbergensis, quien llegó a Europa con su capacidad de usar fuego en un período interglacial muy largo y severo", dijo, la autora de The Secret World of Denisova (El mundo secreto de los denisovanos).

"Sin duda, las condiciones climáticas fueron la causa de la separación entre los neandertales y los denisovanos, ya que el territorio se fragmentó debido a esta glaciación", agregó la también directora de Investigación del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), uno de los institutos de investigación más importantes del país europeo.

¿Cómo este grupo pasó tanto tiempo fuera del radar? La experta lo atribuyó a la ausencia de restos fósiles y a errores en la clasificación de algunos de los hallazgos hechos.

Ilustración que muestra el momento del encuentro entre denisovanos y Homo sapiens.
Albin Michel
Los expertos creen que los Homo sapiens no solo se mezclaron con los neandertales, sino también con los denisovanos.

La herencia genética

Los denisovanos se instalaron en el este de Asia e incluso llegaron hasta Oceanía.

En julio pasado, científicos chinos encontraron trazos de genoma denisovano en un cráneo descubierto al norte del país. Algo similar ocurrió con dos mandíbulas halladas en el Tíbet y en Taiwán.

"Esto indica que vivían en zonas costeras y tropicales, pero también en las montañas frías. Este rango tan amplio nos indica que eran muy adaptables biológicamente y que contaban con cierta tecnología", apuntó Villanea.

Sin embargo, mientras se expandían geográficamente, los denisovanos convivieron y se mezclaron con las otras especies humanas con las que se toparon.

"Cuando los primeros Homo sapiens salieron de África, entraron en contacto con los neandertales y se hibridaron y lo mismo ocurrió después con los denisovanos cuando siguieron hacia el este", aseguró Condemi.

Según estudios recientes, este "mestizaje" ayudó a asegurar la supervivencia de los sapiens.

"Tras años de investigación se han descubierto varios genes únicos que los denisovanos poseían y que les proveían ventajas en ciertos climas y ubicaciones (…) y algunas de esas variantes genéticas denisovanas se pueden encontrar hoy en humanos modernos", afirmó Villanea.

Varios cráneos de neandertales exhibidos en el Museo de Historia Natural de Londres.
Mike Kemp/In Pictures via Getty Images
Expertos aseguran que la ausencia de fósiles y de herramientas utilizadas por los denisovanos contribuyó a que permanecieran ocultos hasta la primera década del siglo XXI.

El experto mencionó el gen EPAS-1, que está en más de 80% de los actuales habitantes del Tíbet.

"Este gen originario de los denisovanos, mejora el transporte de oxígeno, algo esencial para quienes viven a elevadas altitudes", explicó Condemi.

Los genes TBX15 y WARS2, presentes en variantes muy específicas del cromosoma 1 y cuyo origen también se pueden rastrear hasta los denisovanos, han sido encontrados en algunas poblaciones que viven en latitudes altas de Asia, apuntó la investigadora gala.

"Estos genes desempeñan un papel en el desarrollo del cuerpo y, en particular, en la distribución del tejido adiposo marrón, que se utiliza para generar calor en climas fríos", explicó.

Retrato de la  paleoantropóloga Silvana Condemi.
Samuel Kirzenbaum
La paleoantropóloga Silvana Condemi asegura que los europeos, asiáticos y americanos modernos poseen genes de origen denisovano.

Hasta América

Otro gen denisovano que también se ha encontrado en fósiles de neandertales y en humanos modernos es el MUC19, el cual está involucrado en la producción de proteínas que forman la saliva y las barreras mucosas de las vías respiratorias y digestivas que protegen a los tejidos de los patógenos.

"Este gen está en uno de cada 3 personas con ascendencia indígena americana", precisó Villanea, quien participó en una investigación con científicos de México, Dinamarca, Italia, Francia e Irlanda.

¿Pero los denisovanos llegaron a América? "No, pero sus genes sí", replicó Condemi.

"Los asiáticos tienen genes neandertales y denisovanos, igual que los estadounidenses y los latinoamericanos, porque parte de la población indígena americana proviene de Asia", dijo.

"Si eres de Sudamérica y envías tu ADN a una empresa estadounidense que hace estudios por 100 dólares, descubrirás que tienes ADN neandertal y denisovano. Y dependiendo de tus orígenes puedes tener doble carga de ADN denisovano: el que vino por el estrecho de Bering, y el que llegó más tarde con la gente del Pacífico", afirmó.

Sin embargo, en los latinoamericanos con ascendencia europea predomina más la carga genética neandertal, precisó la paleoantropóloga.

Pero volviendo al gen MUC19, Villanea indicó que se sospecha que este ha ofrecido una "ventaja" en la defensa inmunológica a parte de la población americana, lo que habría contribuido a su adaptación a las condiciones del continente.

Una ilustración que muestra a los denisovanos, a los neandertales y más al frente a los Homo sapiens.
Comité Noruego del Premio Nobel
Los científicos sostienen que los denisovanos y los neandertales eran linajes hermanos que se separaron durante una era glaciar.

Como un libro de historia

Para Condemi, el hallazgo de los denisovanos ha supuesto un punto de inflexión para entender los orígenes de la humanidad y las maneras en las que se investiga el pasado.

"La paleoantropología antes solo se basaba en huesos, pero hoy en día trabajamos con muchos otros campos como la genética, la biología y la botánica, etc.", aseguró.

Sin embargo, aseveró que la incorporación de la genética ha sido algo revolucionario.

"Toda nuestra historia se puede leer en el ADN", dijo.

"No se trata solo de nuestra historia personal, ni de la de nuestra familia, ni de nuestra nación, sino de nuestra historia como especie, de nuestras migraciones, de nuestros encuentros con enfermedades o cómo nos adaptamos a ciertos alimentos y entornos. Todo está en nuestros genes", remató.

En similares términos se pronunció Villanea.

"A pesar de no tener un esqueleto completo, o herramientas, u otros materiales de referencia, el genoma completo del individuo denisovano nos ha provisto de mucha información", aseveró el experto.

Gráfico donde se ve el porcentaje de ADN neandertal y denisovano que tiene la población actual del planeta.
JONATHAN NACKSTRAND/AFP via Getty Images
Los denisovanos se establecieron en Asia y Oceanía, donde se mezclaron con los Homo sapiens, quienes posteriormente llegaron a América.

Más sospechas que certezas

No obstante, todavía resta mucho por descubrir sobre estos ancestros y sobre su desaparición.

Respecto a su apariencia física, Condemi dijo que, como los neandertales, los demisovanos tenían grandes cabezas.

"Los neandertales tenían una cara alargada, como la de un perro, con los pómulos completamente laterales, pero los denisovanos tenían pómulos muy pronunciados y tenían dientes muy grandes, mucho más grandes que los de los neandertales y los humanos modernos", enumeró.

Sobre su extinción, Villanea aseguró que hay indicios que hacen sospechar que fue una combinación de factores.

"La evidencia fósil que tenemos es muy incompleta, pero hemos obtenido ciertas pistas del genoma del individuo de las montañas de Altai (Asia central). La evidencia genética indica que las comunidades denisovanas poseían muy pocos individuos, al menos miles de años antes de su extinción", dijo.

Asimismo, indicó que "la información geológica indica que el fin de los denisovanos coincidió con el fin de la era glacial en Europa, lo que revela que estaban adaptados para vivir en ecosistemas fríos y probablemente dependían de cazar especies de megafauna que fueron desapareciendo".

Pero fue en este ocaso que el Homo sapiens se abrió camino.

"Ese mismo proceso de cambio climático que condenó a los denisovanos también le permitió a los humanos modernos expandirse desde las regiones cálidas de África hacia el Mediterráneo y las costas Asia, donde encontraron a los últimos neandertales y denisovanos, lo cual dio como resultado la herencia que los humanos poseemos hoy", concluyó.

Recreación de un grupo de hombres preshistóricos durante una migración.
Getty Images
El hallazgo de los denisovanos confirma que la humanidad es producto de migraciones y mestizajes.
Raya gris
BBC

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FUENTE: BBC