Jubilado perdió los ahorros de su vida en una estafa con inteligencia artificial
Un hombre de 78 años, residente en Alicante, denunció que fue engañado a través de una supuesta relación virtual con una doctora de Kazajistán.

La Policía confirmó que las imágenes y videos enviados a la víctima habían sido creados con inteligencia artificial.
ShutterstockUn hombre de 78 años, residente en Alicante (España), denunció ante la Policía haber sido víctima de un fraude digital conocido como "estafa del amor". El engaño, basado en perfiles creados con inteligencia artificial, le hizo entregar 8.800 euros que correspondían a los ahorros de toda su vida.
El afectado, identificado como José Ignacio Villameriel, perdió a su esposa en 2022 y atravesó un período de depresión. Tras completar un tratamiento psicológico, recibió la recomendación de socializar y comenzó a utilizar redes sociales y chats en línea. Fue en ese contexto cuando, el 11 de noviembre de 2024, recibió un correo de una mujer llamada Ainur, quien se presentaba como médica kazaja de 43 años interesada en una relación seria.
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El inicio del engaño
La comunicación se desarrolló durante semanas a través de correos electrónicos y fotografías. Aunque un amigo intentó advertirle, Villameriel no sospechó y cortó la relación con él. Poco después, la supuesta doctora le solicitó dinero para concretar un viaje a España. Primero fueron 2.000 euros, luego otra suma igual y, finalmente, un depósito de 10.000 euros que, según el relato de la mujer, exigía el Gobierno de Kazajistán como garantía de regreso.
Para cumplir con estos pedidos, el jubilado vendió a un familiar parte de un inmueble en Benidorm que había heredado de su esposa. Los 4.400 euros que obtuvo en la operación fueron transferidos de inmediato a la supuesta pareja.
Descubrimiento de la estafa
El fraude se desmoronó cuando Villameriel viajó en autobús a Madrid para recibir a Ainur en el aeropuerto. Durante el trayecto, recibió un correo en el que le aseguraban que la mujer había sido detenida en Kazajistán por intentar sacar una obra de arte familiar de su país. Según el mensaje, debía pagar una multa para evitar la cárcel.
Con las primeras dudas, acudió a la Policía, donde le confirmaron que las imágenes y los videos que había recibido no correspondían a una persona real, sino a material generado por inteligencia artificial. Allí se constató que había sido víctima de una estafa.
Actualmente, Villameriel comparte vivienda en Alicante con otros tres jubilados. Tras su experiencia, advierte a otros adultos mayores: "Si conoces a alguien, tócale las manos, que puedas ver a la persona enfrente".