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6 cosas que quizá no sabías de Cabo Verde, el pequeño país que ha hecho historia al clasificarse para el Mundial 2026

Al margen del fútbol, rescatamos los elementos distintivos que hacen de Cabo Verde un país único en África y el mundo.

Un país insular africano de poco más de medio millón de habitantes se medirá a los grandes del fútbol en el Mundial de 2026.

Hablamos de Cabo Verde, cuya selección hizo historia este lunes al vencer a Esuatini por 3-0.

La victoria consolidó a los "tiburones azules" en el primer puesto de su grupo, lo que les otorga matemáticamente el pase a la Copa Mundial de la FIFA que se disputará el año que viene en México, Estados Unidos y Canadá.

El equipo caboverdiano nunca ha participado en el mayor evento futbolístico del planeta, algo que hasta ahora se veía como un sueño inalcanzable en este pequeño archipiélago situado a más de 500 kilómetros de las costas de Senegal, en el extremo occidental de África.

La hazaña también ha despertado el interés mundial por este país con una joven pero fascinante historia.

Rescatamos algunos de los elementos distintivos que, al margen del fútbol, hacen único a Cabo Verde.

1. Lo poblaban los murciélagos hasta la llegada de Portugal

Con una superficie total de 4.000 km2, Cabo Verde consta de diez islas, de las que nueve están habitadas.

Su única especie endémica es el murciélago orejudo gris, que desde tiempos ancestrales dominaba el archipiélago sin cruzarse con otros mamíferos hasta la llegada de los primeros humanos en el siglo XV.

Tras tocar tierra en 1456, según los registros históricos, los portugueses fundaron Ribeira Grande en la isla sureña de Santiago. Esta villa hoy se llama Cidade Velha y está a escasos kilómetros de Praia, la capital y ciudad más poblada del país.

Cidade Velha
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Cidade Velha, fundada en 1462 en la isla de Santiago, fue la primera ciudad colonial europea en los trópicos y antigua capital de Cabo Verde. Conserva fortalezas, iglesias y plaza del siglo XVI, y es Patrimonio de la UNESCO.

Los portugueses llamaron a la isla Cabo Verde por el punto más cercano de África continental: la península homónima donde hoy se emplaza Dakar en la costa central de Senegal.

El archipiélago se divide en dos grupos: las islas de barlovento (Santo Antão, São Vicente, Santa Luzia, São Nicolau, Sal y Boa Vista) y las de sotavento (Maio, Santiago, Fogo y Brava).

De ellas, solo Santa Luzia permanece deshabitada y es una reserva natural.

2. Canalizó el tráfico de esclavos entre África y América

Por su ubicación estratégica entre África y América, Cabo Verde se consolidó en el siglo XVI como un punto central en el tráfico transatlántico de esclavos, que perduró por más de 300 años.

Se estima que unos 3.000 esclavos procedentes del continente africano eran vendidos cada año en Cabo Verde con destino a Europa y América.

Algunos de ellos se quedaron en el pequeño archipiélago para trabajar en las minas de sal y las incipientes plantaciones de algodón con destino a Portugal.

La herencia del tráfico esclavista marcó de forma decisiva su demografía, con una población mayoritariamente mulata, resultado de la mezcla entre africanos y europeos -sobre todo portugueses-, un patrón confirmado por estudios genéticos.

Habitantes de Cabo Verde, según una ilustración de 1856.
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Habitantes de Cabo Verde, según una ilustración de 1856.

Así, aunque el idioma oficial es el portugués, sus habitantes también hablan el criollo caboverdiano (una mezcla del portugués y lenguas africanas) con nueve variantes, una por cada isla habitada.

La herencia colonial también domina la religión: el 72,5% de la población es católica, según el anuario The World Factbook de la CIA.

3. Solo tiene 500.000 habitantes, menos la mitad de los turistas que recibe en un año

La amplia distancia entre islas, su reducido territorio -menos de una quinta parte de El Salvador, que es el país más pequeño de América Latina- y apenas un 11% de superficie cultivable entre extensos territorios de roca volcánica, entre otros factores, han limitado el crecimiento de la población de Cabo Verde en los últimos cinco siglos y medio.

El Banco Mundial estimó su población en 524.000 habitantes en 2024, menos de la mitad de los 1,2 millones de turistas que visitaron el archipiélago ese mismo año, según datos oficiales.

Playa en Cabo Verde
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Cada vez más turistas acuden cada año a Cabo Verde en busca de sol y playa, entre otras atracciones.

El turismo es, de hecho, el principal motor económico de Cabo Verde con un peso de aproximadamente una cuarta parte del PIB, según varias fuentes, entre ellas el Departamento de Comercio de EE.UU.

Los caboverdianos que permanecen en su país también son menos que los de la diáspora, dos millones según estimó el gobierno en 2023 -la mayoría en Portugal y Estados Unidos- aunque la cifra se ha puesto en duda por la falta de estudios exhaustivos.

4. Es una de las democracias más estables de África

Portugal transformó en 1951 el estatus de Cabo Verde de colonia a provincia de ultramar, un cambio que no satisfizo las crecientes aspiraciones de autonomía real de sus ciudadanos.

En las décadas de 1950 y 1960, líderes locales como Amílcar Cabral se unieron a Guinea-Bisáu en una sangrienta guerra de liberación contra la metrópoli que culminó con la independencia el 5 de julio de 1975.

Con motivo del centenario del nacimiento de Amilcar Cabral (1924-73) marcha de caboverdianos en Lisboa contra el racismo y los vestigios coloniales.
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Con motivo del centenario del nacimiento de Amilcar Cabral (1924-73) en septiembre de 2024 tuvo lugar una marcha de caboverdianos en Lisboa contra el racismo y los vestigios coloniales.

El país permaneció bajo un sistema de partido único hasta 1990, cuando surgió el Movimiento para la Democracia (MPD), que abrió la puerta al multipartidismo con las primeras elecciones plurales en enero de 1991.

Desde entonces, Cabo Verde ha mantenido una vida política pacífica y estable, con alternancia entre partidos en el poder y un sistema institucional que incluye presidente electo, primer ministro, Asamblea Nacional y un Tribunal Supremo de Justicia.

La alternancia del poder se consolidó en 2021 cuando el actual presidente, el opositor de centroizquierda José Maria Neves, ganó las elecciones tras diez años de dominio del partido de centroderecha MPD.

5. No hay ríos ni agua dulce, pero sí un peligroso volcán activo

Con un clima extremadamente seco, el archipiélago no cuenta con ríos, lagos ni fuentes de agua dulce de importancia, por lo que el agua potable que llega a las viviendas procede en su totalidad de plantas desalinizadoras.

Apenas llueve, las sequías son frecuentes y pueden prolongarse durante años, lo que afecta a la producción agrícola y ha provocado crisis alimentarias en el pasado.

Las islas, formadas por actividad volcánica, presentan paisajes abruptos, áridos y en su mayoría inhóspitos para la agricultura: algunas son llanas y cubiertas de dunas, como Sal, Boa Vista y Maio, mientras otras destacan por sus acantilados y relieves escarpados, como Santo Antão o São Nicolau.

El punto más alto del país es el Pico do Fogo, con 2.829 metros de altitud, el único volcán activo del archipiélago.

Pico do Fogo
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El Pico do Fogo ha registrado 28 erupciones desde el siglo XV.

Su erupción más reciente, la más larga en dos siglos y medio, se produjo entre noviembre de 2014 y febrero de 2015 con importantes consecuencias: destruyó pueblos enteros, obligó a evacuar a un millar de habitantes y dejó más de US$50 millones en pérdidas.

6. Tiene sus propios géneros musicales: la morna de Cesária Évora y el funaná

Cesaria Évora
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Cesária Évora es la artista más reconocida de la historia de Cabo Verde.

La música autóctona es inseparable de la vida cotidiana en Cabo Verde y acompaña tanto a fiestas populares como celebraciones familiares.

El género más representativo es la morna, reconocida en 2019 por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

De ritmo lento y tono melancólico, evoca el sentimiento de saudade, la nostalgia por la tierra o los seres queridos -especialmente entre la diáspora- con sonidos de guitarras, cavaquinho, violín y percusión ligera.

La gran embajadora de la morna fue Cesária Évora (1941-2011), la "diva descalza" que llevó este género a algunos de los principales escenarios del mundo.

El otro gran género autóctono de Cabo Verde, el funaná, presenta un ritmo rápido y bailable con notas de acordeón y ferrinho.

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BBC

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FUENTE: BBC