Revés para Trump: suspenden veto a estudiantes extranjeros en Harvard

En un nuevo capítulo del enfrentamiento entre la administración de Donald Trump y el mundo académico, la Justicia estadounidense frenó temporalmente el intento del Gobierno de bloquear la inscripción de estudiantes extranjeros en la Universidad de Harvard.
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La jueza federal Allison D. Burroughs, con sede en Boston, dictaminó una orden de restricción inmediata que impide la aplicación de la revocación del certificado SEVIS, fundamental para que alumnos no estadounidenses puedan estudiar en el país.
El fallo responde a una acción legal iniciada este mismo viernes por Harvard, institución que alegó que la orden ejecutiva significaría un "daño irreparable" para su comunidad educativa, que cuenta con una cuarta parte de su alumnado proveniente del extranjero.
Según el documento judicial, el objetivo de la universidad fue obtener una pausa provisional en la aplicación de la decisión gubernamental, mientras se dirime su legalidad en los tribunales.
“Harvard ha demostrado que, si no se acepta su solicitud de restricción temporal, sufrirá consecuencias inmediatas y devastadoras”, argumentó la magistrada, según informó el medio alemán Deutsche Welle.
La primera audiencia del caso quedó programada para el 27 de mayo a las 9.30, hora local, y una segunda para el día 29. Hasta entonces, la medida del Gobierno quedará sin efecto.
La Casa Blanca había revocado la autorización de Harvard para acoger estudiantes internacionales a través del programa SEVIS, alegando, entre otras razones, que la institución es “un centro de antisemitismo e ideología liberal”.
Esta decisión, encabezada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, puso en jaque el futuro académico de miles de jóvenes y abrió un nuevo frente judicial para la Administración republicana.
Además de los cuestionamientos ideológicos, el gobierno de Trump había congelado previamente una partida de 2.200 millones de dólares y amenazaba con revisar un total de 9.000 millones en financiamiento público destinado a la universidad, en lo que Harvard consideró una represalia directa por no plegarse a los intentos del Ejecutivo de condicionar su autonomía curricular.
El presidente interino de Harvard, Alan Garber, expresó su rechazo a la “acción ilegal e injustificada” a través de un comunicado en la página web oficial de la institución. “Nuestros estudiantes y académicos internacionales no son ajenos. Son una parte esencial de nuestra comunidad: amigos, colegas y mentores”, escribió.
El impacto económico de la medida también es significativo: Harvard percibe decenas de miles de dólares anuales por cada estudiante internacional, lo que transforma la restricción en una amenaza concreta a su estabilidad financiera.
Desde el plano internacional, la medida fue condenada por diversos gobiernos, incluidos Alemania y China, este último país de donde proviene una quinta parte de los estudiantes extranjeros matriculados en la universidad.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste para muchos alumnos, aunque este fallo judicial representa un respiro en la batalla por preservar el carácter global y diverso del ámbito académico estadounidense.